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30.4.07

- MAS GOOGLE -



De la era digital al mito

Dios Google


Crece cada vez más y varias iglesias reconocen su poder.
La compañía fue catalogada la semana pasada como la marca más cara del mundo.
Pero también es usada por varias iglesias de los EE.UU., que en tren de atraer fieles, reconocen su poderío al comparar su poder con el de Dios.
Y, en realidad, podría tener algunos puntos de contactos con su creencia: conoce a la perfección los secretos de millones de usuarios y sabe qué hicieron, qué hacen e, incluso, mucho de lo que harán.
El secreto del nuevo ídolo laico al que todos acuden, le piden y, en algunos casos, adoran.
Las estrategias de negocios que se propone lanzar a partir de su consolidación.


Lucas Morando - Diario Perfil


PROMOCION DIVINA

Iglesias en EE.UU. atraen devotos comparándose con el buscador. izq. a der.: “Existen algunas preguntas que no pueden ser respondidas por Google“ y “(..)Cuando Google falla, Dios toma el mando”, proclaman los presbiterianos. Otra propone: “Google no puede satisfacer todas las búsquedas”.

Google ya está a la altura de Dios

No tiene un lugar en el cielo ni está provisto de la típica mitología que suele envolver a todas las religiones, pero en menos de 10 años el buscador más usado y conocido del planeta empieza a ser considerado por muchos fanáticos como un verdadero émulo e incluso un competidor del Creador.

Sin intentar caldear los ánimos de las almas más creyentes, un poco en serio y un poco con el objetivo de promocionarlo, algunas organizaciones virtuales como La iglesia de Google (The church of Google) promueven la masificación del Googlelismo, una “religión” que dice haber encontrado mayores y reales ventajas en divinizar la figura de Google antes que creer en preceptos más tradicionales.

El planteo de estos devotos es que, a diferencia con las religiones más convencionales, Google ofrece evidencias científicas y claras de su verdadera esencia divina al mismo tiempo que cuenta con varias de las atribuciones clásicamente que tiene un Dios. Por eso, argumentan, “rechazamos los típicos dioses con características sobrenaturales ya que no son comparables”. Tanto fanatismo despertó esta particular visión que sus impulsores no vacilaron en redactar un decálogo con las pruebas que justifican su tan particular fe.

Del cielo a la tierra

Si bien a esta altura se puede pensar que lo anterior, en algún punto, es una locura de algún adolescente que no tiene nada mejor que hacer, pero varios especialistas consultados por PERFIL coincidieron con algunos de estos conceptos: “Google hoy es la ventanilla donde se concentra el acceso informativo a muchas de las prácticas cotidianas.

Permite desde lo más básico como comprar una entrada para ir al cine hasta enterarse cuál es el último planeta descubierto en el Sistema Solar”, explica Susana Finquelievich, autora del libro La innovación ya no es lo que era, y completa: “Para algunas personas no religiosas es lo más importante después del amor, el dinero y la salud”.

Y para los que sí son creyentes, se está convirtiendo en algo que casi le pisa los talones al Ser Supremo. De hecho, varias sedes de iglesias presbiterianas y baptistas en los Estados Unidos se promocionan con frases de tipo: “¿Necesita respuestas para las difíciles cuestiones de la vida? Cuando Google falla, Dios toma el mando” (ver fotos).

Dependencia

Otros enfocan este fenómeno desde la cantidad de información vital sobre millones de usuarios de todos los rincones del planeta que concentra el megabuscador en sus servidores. En una verdadera metáfora de la divinidad, el buscador sabe qué es lo que hicieron, lo que hacen y lo que harán (puede predecir patrones de consumo y es el “gran innovador” de la web). “Google guarda todos tus emails, tus fotos, tus calendarios, los documentos de tu trabajo. Nadie tiene tanto poder en el mundo virtual y eso se termina derramando en el mundo real”, indicó Mariano Amartino, consultor de tecnología.

Los especialistas consultados coincidieron en que si el buscador se “apagara”, al menos por un tiempo se viviría un temporal “caos”. Y no hay que olvidarse que la gran mayoría de las páginas que existen en Internet sólo se conocen gracias a que el buscador las ha indexado en algún momento. Como un creador, las encontró y popularizó para que millones de personas las descubran. Quizás por eso, Amartino se permitió un giro poético: “No se si Google es Dios, pero al menos es el que tiene la llave del cielo”.

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29.4.07

- CLIMATOLOGÍA -



Cambio climático,

problema de todos


Días pasados se difundieron informaciones de inusitada gravedad referidas al proceso de cambio climático y sus consecuencias en el orden global, en América latina y en nuestro país. Lo conocido ahora confirma y amplía cuanto se ha indicado en la última década, a partir de la cumbre en Kyoto, en 1997. Sin afán de dramatizar, las predicciones científicas pueden interpretarse como un llamado urgente a tomar medidas y planificar cambios indispensables a fin de afrontar del mejor modo situaciones catastróficas que ya están siendo dolorosas realidades.

Un indicador elocuente del grado de significación de este problema mundial es que, por primera vez, el Consejo de Seguridad de la ONU ha dado a la cuestión climática y sus efectos el carácter de una amenaza urgente a la paz y la seguridad mundial. Este enfoque implica que, por la índole de los desastres que se avizoran, es coherente anticipar conflictos agudos entre pueblos y naciones que serán afectados por la falta de agua potable y de alimentos. Así, se estima que alrededor de 200 millones de personas tendrán que migrar de las regiones que habitan hacia otras tierras que ofrezcan aquello de lo cual carecerán.

Por su parte, el Grupo Intergubernamental de Expertos en la Evolución del Clima (cuya sigla en inglés es IPCC), de la ONU, recordó algunas calamidades ocurridas en América latina que anticipan mayores daños: inundaciones de nuestro litoral, las tempestades de granizo en Bolivia, un número nunca registrado antes de huracanes y ciclones en el Caribe, la reducción de los glaciares andinos y el crecimiento del nivel del mar al derretirse los hielos del Artico. Para la mitad de este siglo se pronostica que dejarán de ser productivas el 50% de las tierras cultivables y se irá extinguiendo buena parte de la biodiversidad.

Los científicos del IPCC expusieron en la sede de la ONU para la Argentina y el Uruguay un cuadro para nuestro país semejante a lo proyectado para el resto de las regiones: temporales, inundaciones que alternan con sequías, cambios en el mar que provocan migraciones de peces típicos de nuestra fauna ictícola, degradación del suelo que impedirá el cultivo del maíz y el trigo, deterioro de bosques milenarios. Se prevé que a causa de la reducción de las reservas de agua disminuirá la producción de energía hidroeléctrica, además de pronosticarse enfermedades transmitidas por mosquitos, como la malaria y que el riesgo de contraer cáncer de piel se extenderá en el Sur a causa del deterioro de la capa de ozono.

Frente a estos profundos cambios, es necesario que las autoridades y la población fijemos estrategias de acción antes de que sea tarde. Por eso, es preciso actuar cuanto antes para que desde los estados nacional y provinciales se adopten medidas que mejoren los sistemas de alerta temprana, con equipamientos de alta precisión y tecnología, capaces de anticipar las profundas alteraciones climáticas. Un sistema de prevención de calidad, en el cual el Servicio Meteorológico Nacional debe ocupar un lugar de primerísimo nivel, y que cuente con la participación de centros de investigación científica, como los que pertenecen a las universidades en diferentes lugares del país.

Los tiempos que corren no pueden tomarnos por sorpresa. Frente a estos cambios drásticos la ignorancia es el peor camino, por lo tanto no sólo debemos tomar conciencia de los riesgos que existen, sino también colaborar modificando nuestros hábitos, haciendo un uso racional de la energía y del combustible y protegiendo el medio ambiente.

El sombrío panorama que se viene observando exige un tratamiento prioritario, que recupere parte del tiempo perdido. Desde luego, importa mucho la acción global coordinada, también morosa allí donde más se influye en el calentamiento climático, como ha venido ocurriendo en Estados Unidos. Pero, dentro del país, pueblo y dirigentes estamos obligados a tratar de reducir los tremendos riesgos que se vaticinan.

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28.4.07

- DISTINTOS VERDES -



Las plazas y sus rejas

Por Marta Varela
Para LA NACION


No todos los espacios verdes son iguales ni se usan de la misma manera. Hay plazas de escala barrial y otras que atraen a habitantes de toda la región, como sucede los fines de semana con el parque 3 de Febrero y la Costanera Sur. Pero también hay plazas históricas y ceremoniales, e incluso plazas que actúan como centros de trasbordo.

El análisis sobre el uso, la historia y el paisaje de cada espacio verde ayuda a definir las características de su diseño, equipamiento y mantenimiento. Dentro de ese análisis, la colocación de rejas se decidirá si sirve para mejorar la sustentabilidad del espacio público. Cuando YPF propuso colocar la reja en El Rosedal, fue parte de una decisión mayor que buscaba la recuperación patrimonial. Con ese objetivo, la reja fue plausible.

Pero la instalación de una reja no puede ser nunca una decisión aislada. El problema en la actualidad es que cuando se interviene en el espacio público no se efectúa ese análisis, sino que el gobierno coloca rejas como si se tratara de plantar panes de césped.

El caso más burdo y más reciente es la reja en torno del Cenotafio de los Héroes de las Malvinas. Ese lugar no admite una reja, como tampoco la admitiría el monumento al general San Martín. Son ámbitos donde se conmemora a la Patria y en los que es de esperar el mayor respeto y realce.

La plaza Italia también luce ahora una reja perimetral de más de dos metros de alto. Esa plaza es parte de uno de los centros neurálgicos de la ciudad, donde se encuentra el mayor centro de exposiciones del país, y pasan decenas de líneas de transporte en todas las direcciones. El uso de esa plaza está, en buena parte, condicionado por el tránsito permanente de personas que la atraviesan. Si se puso la reja, es que se piensa cerrarla, y esa plaza no se puede cerrar a ninguna hora del día. Al colocar la reja se ha dañado el diseño de la plaza. Cualquiera que pase por allí notará que los grandes accesos a la plaza han quedado ahora cerrados en forma permanente por la reja, la que cuenta con portones diminutos. La reja, el diseño y el uso de la plaza están colisionando.

Hace un tiempo se anunció la puesta en valor de la plaza Alemania y se subrayó que la obra se proponía recuperar el diseño original de Thays. Luego de inaugurada, el gobierno porteño decidió ponerle una reja perimetral. La reja no sólo es de muy baja calidad, sino que al no haber sido pensada dentro del diseño de la plaza cerró en forma definitiva varios de los accesos a los caminos internos de ella, lo que echó por la borda el homenaje a Thays. En este caso, como en otros, lo que no advierten los funcionarios es que si el análisis indica que es mejor poner una reja para asegurar la sustentabilidad del espacio, el diseño del espacio verde tiene necesariamente que cambiar.

La reja supone que, en algún momento, la plaza se cierra. Pero en la actualidad muchos espacios no se cierran por la noche, o los encargados de abrirlos o cerrarlos son los mismos vecinos, o peor aún, permanecen cerrados durante todo el día o sólo abren algunos días. El piletón de la plaza Urquiza, frente a Canal 7, está cerrado durante los días de semana. La reja fue colocada para evitar que los chicos de la vecina Villa 31 la usaran como pileta o que algún mendigo lavase la ropa. Eso se hubiese podido evitar con vigilancia, sin sacar del uso público una buena porción del parque.

Hay casos más difíciles de explicar. El parque Indoamericano, en Villa Soldati, fue cerrado por la actual administración con una enorme reja perimetral (suman más de 3 km), pero sin que se efectuara la más mínima intervención para lograr su mejora, que por cierto necesita. Por supuesto que permanece abierto día y noche, mientras que dos sectores internos, el Parque de los Derechos Humanos y el Parque de los Héroes de las Malvinas, tienen sendas rejas perimetrales.

La plaza Colón es un caso más curioso. Allí la reja se levantó por la inseguridad que siente el presidente de la Nación, que incluso se aventura ahora a querer llevar allí el helipuerto. No había razones para contrariar tanto la historia y el paisaje de nuestra ciudad. Olvidada durante años, ahora la plaza está en obra desde enero del año pasado. La ciudad lleva gastados más de 11 millones de pesos, lo que la convierte en la plaza más cara de la historia de la ciudad.

Las rejas por sí mismas no son buenas ni malas, sino que dependen de la evaluación de cada espacio por intervenir. Lo cuestionable es que el Estado haya abandonado por años el mantenimiento de los espacios verdes y ahora, con el afán de cuidarlos, sólo piense en su resguardo a través de la colocación masiva de rejas. En el futuro, deberán conjugarse de mejor forma la identidad ciudadana y la necesidad de proteger el patrimonio por medio de una paleta de opciones, que incluirá a las rejas como una alternativa más, pero no la única.

La autora es legisladora porteña y vicepresidenta del bloque Recrear y de la Comisión de Protección y Uso del Espacio Público.

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27.4.07

- G 8 -



El G-8 no

cumplió sus promesas


Por Jeffrey D. Sachs

Para LA NACION

NUEVA YORK




Las Metas del Milenio para el Desarrollo son las que ha acordado el mundo para reducir la pobreza, el hambre y las enfermedades. Establecidas en 2000, sus objetivos debían alcanzarse para 2015. Estamos a mitad de camino. Hasta ahora, pese a interminables declaraciones sobre aumentar la ayuda a los países pobres, las naciones ricas del Grupo de los Ocho no han cumplido la parte que les toca.

Aquí hay mucho cinismo. En la Cumbre del G-8 de 2005, en Gleneagles, los países miembros se comprometieron a duplicar su ayuda a Africa para 2010. Poco después, me invitaron a una pequeña reunión de alto nivel en la que se trataría el seguimiento. Pedí una planilla que indicara los incrementos programados, año por año, y su asignación (países donantes y receptores).

La respuesta que recibí me dejó helado: "No habrá planillas de seguimiento. Estados Unidos ha insistido en que se omitan". El mensaje era claro. El G-8 había hecho una promesa explícita, pero no había planificado en absoluto su cumplimiento. Más aún: había dado instrucciones precisas de no hacerlo.

Ahora, el G-8 cosecha los frutos de su inacción. En el año subsiguiente a la Cumbre de Gleneagles, las cifras de ayuda se rellenaron con cálculos engañosos sobre operaciones de cancelación de deudas. Con la mayoría de éstas casi concluidas, los datos actuales revelan la verdad desnuda: la ayuda para el desarrollo de Africa y, en un sentido más general, de los países pobres, permanece estancada, contrariamente a todo lo prometido.

Seré más específico. En 2005-2006, la ayuda total a Africa, excluidas las operaciones de cancelación de deudas, aumentó apenas un 2 por ciento. De hecho, según cifras oficiales para el mismo período, la asistencia neta (o sea, sin las operaciones de cancelación de deudas) a todos los países receptores declinó un 2 por ciento. Hasta el Banco Mundial, que suele adoptar el punto de vista de los donantes, admitió: "Las promesas de un aumento gradual de la ayuda no se han cumplido"... salvo en cuanto a cancelación de deudas.

Las reacciones en privado entre altos funcionarios del G-8 son sorprendentes. Uno me dijo que, de todos modos, las promesas de ayuda eran puras mentiras. Discrepo con su opinión, pero me alarma el cinismo que refleja. Muestra la naturaleza de los debates en los más altos niveles del G-8.

Todo esto parecería insuperable si la economía básica no fuera tan obvia. No hablamos de metas financieras inalcanzables. En verdad, la suma de dinero es minúscula. El G-8, que representa a casi 1000 millones de personas, ha prometido llevar la ayuda a Africa de los 25.000 millones de dólares de 2004 a 50.000 millones en 2010. ¡La diferencia representa menos del 0,10 por ciento de los ingresos de los opulentos países donantes!

Pongamos las cosas en perspectiva. Las bonificaciones pagadas por Wall Street para la Navidad de 2006 -sólo las bonificaciones- totalizaron 24.000 millones de dólares. En la guerra de Irak, que sólo produce violencia, se gastan más de 100.000 millones de dólares anuales. Por tanto, el G-8 podría cumplir sus compromisos, si a los países ricos les importara hacerlo.

Para poner a salvo su credibilidad, el G-8 tiene que dejar bien en claro -una vez más- que cumplirá su compromiso de elevar la ayuda a Africa a 50.000 millones de dólares para 2010. Así, los cínicos que hay dentro de los gobiernos que integran el G-8 podrán comprender sus obligaciones. Es más: a diferencia de 2005, el G-8 debe presentar un plan de acción. La falta de compromisos específicos contraídos por países específicos es una muestra escandalosa de pésimo gobierno.

Por último, los países receptores necesitan conocer las expectativas de incrementos anuales de la ayuda para poder trazar sus propios planes. Esa mayor ayuda debería destinarse a construir caminos, redes de electricidad, escuelas y hospitales, y a la capacitación de maestros, médicos y asistentes comunitarios de salud. Todas estas inversiones requieren programas y años de implementación. La ayuda no puede ser un acertijo. Debe prometerse en términos claros que abarquen un período de varios años. Así, los receptores podrán utilizarla con sensatez y rendir cuentas.

Reconozco que el problema del G-8 no se limita a su mala fe o falta de voluntad política: también cuenta su incompetencia básica. El gobierno de Estados Unidos no sabe realmente qué está haciendo en Africa porque, a lo largo del tiempo, su agencia de ayuda ha sido despojada de la mayoría de sus asesores y estrategas. Además, el gobierno de Bush politizó la prestación de ayuda derivándola a grupos religiosos privados que integran la coalición política oficialista. Por eso gran parte de la financiación norteamericana de la lucha contra el sida se atiene a los preceptos religiosos, más que a los científicos.

Por suerte, los pasos necesarios no son complicados. Los países africanos ya han identificado sus inversiones de alta prioridad en salud, educación, agricultura e infraestructura (caminos, energía, acceso a Internet). Dichas inversiones se podrían incrementar en forma sistemática de aquí a 2015, a fin de que esos países pudieran alcanzar las Metas del Milenio para el Desarrollo. Los planes ya están sobre la mesa o, al menos, guardados, en espera de los fondos del G-8.

Es hora de que los países ricos dejen de sermonear a los pobres y cumplan con la palabra empeñada. Los ciudadanos de los Estados del G-8 deben pedir cuentas a sus gobiernos por las promesas incumplidas.

(Traducción de Zoraida J. Valcárcel)

© Project Syndicate y LA NACION

El autor es profesor de Economía y director del Earth Institute, en la Universidad de Columbia.

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26.4.07

- DESCUBRIMIENTO -



Texto antiguo revela nuevos secretos

Rebecca Morelle
BBC




El comentario sobre Aristóteles está escondido en el pergamino.
Los expertos están "sin palabras" al descubrir que un libro de oraciones medieval ha ofrecido otro texto antiguo -considerado como clave- dentro de su propio pergamino.
Obras del matemático Arquímedes y del político Hipérides ya habían sido descubiertas dentro del libro, que se conoce como el Palimpsesto de Arquímedes.

Ahora, un sistema avanzado de procesamiento de imágenes ha revelado un tercer texto, un comentario sobre el filósofo Aristóteles.
William Noel, el director del proyecto, dijo que era "un hallazgo sensacional".
El libro fue escrito en el siglo XIII por un escriba llamado Juan Myronas.
Pero en lugar de usar un nuevo pergamino para su trabajo, empleó páginas de cinco libros existentes.
El doctor Noel, curador de manuscritos del Museo de Arte Walters de Estados Unidos y co-autor de un libro próximo a publicarse sobre el Palimpsesto de Arquímedes, dijo: "Es un proceso más bien brutal, pero así uno puede reutilizar el pergamino si uno se queda corto".
"Se toman los libros de las estanterías, se raspa el texto, se corta y se hace un nuevo libro".

Pergamino reciclado

En 1906 se descubrió que uno de los libros reciclados para formar el manuscrito medieval contenía un trabajo único de Arquímedes.


Arquímedes era un matemático de la antigua Grecia.

En 2002, la tecnología moderna de imágenes no sólo ofreció una visión más clara de las palabras del famoso matemático, sino que también reveló otro texto, el único manuscrito conocido de Hipérides, un político ateniense del siglo IV AC.
"En este punto uno empieza a pensar que dar con un palimpsesto es fantástico y que hacerlo con dos, es absolutamente sorprendente. Pero entonces sucedió algo aún más extraordinario" le dijo Noel a la BBC.

Uno de los libros reciclados estaba siendo muy difícil de leer, explicó Roger Easton, un profesor de ciencias de la imagen en el Instituto de Tecnología de Rochester, en Estados Unidos.
"Estamos usando una técnica llamada imagen multiespectral", dijo el investigador.

Esta técnica usa fotografías tomadas con diferentes longitudes de onda para resaltar las características particulares del área observada.
Ajustes sutiles de este método, explicó el profesor Easton, permitieron que de repente se revelaran las imágenes escondidas.
"Aunque no podía leer el griego antiguo, el simple hecho de que pudiera ver las palabras me dio escalofríos", dijo Easton.

Los fundamentos de la lógica

Un equipo internacional de expertos empezó a escrutar las antiguas palabras, explicó Reviel Netz, profesor de ciencia antigua de la Universidad de Stanford, y coautor del libro sobre el palimpsesto.
Las pinturas y las palabras en el pergamino esconden bajo ellas otras palabras.
Una serie de pistas, tales como la detección de un nombre clave al margen, llevaron al equipo a obtener sus conclusiones.

"El pasaje filosófico en el Palimpsesto de Arquímedes esta ahora identificado de manera definitiva como un comentario relativamente temprano a las categorías de Aristóteles", dijo el profesor Netz. Y agregó que las categorías de Aristóteles habían servido como la base para el estudio de la lógica a lo largo de la historia occidental.

Nuevos estudios revelaron que el autor más probable de este comentario único es Alejandro de Afrodisias, le dijo a la BBC el profesor Robert Sharples de la Universidad de Londres. Dijo que si este era el caso, "nos entrega parte de un comentario que anteriormente se creía perdido, escrito por el más importante de los comentaristas antiguos de Aristóteles".
"Estoy sin palabras por lo que ha resultado ser este libro" expresó el Dr. Will Noel

Actualmente se está llevando a cabo una traducción provisional del comentario.
Éste revela un debate sobre algunos aspectos de la teoría de la clasificación de Aristóteles, tales como si "patas" se usa para los animales, entonces ¿podría usarse para clasificar cualquier otra cosa, como una cama?

El pasaje dice: "Dado que 'pata' es ambiguo cuando se aplica a un animal o a una cama, también lo son 'con patas' y 'sin patas'. Así que 'por especies' (Aristóteles) está diciendo 'por fórmula'.

Por cuanto la misma palabra indica las diferencias de géneros que son diferentes y no subordinados el uno al otro, como fórmula, no son los mismos".

Noel dijo: "No hay filósofo más importante en el mundo que Aristóteles. Poder tener las primeras opiniones del siglo II y III de las categorías de Aristóteles es simplemente fantástico".

"Ahora tenemos un libro que contiene tres textos del mundo antiguo que son absolutamente centrales para nuestro entendimiento de las matemáticas, la política, y ahora, de al filosofía", dijo.

"Estoy sin palabras por lo que ha resultado ser este libro. Hacer estos descubrimientos en el siglo XXI es francamente loco. Simplemente es muy emocionante".

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25.4.07

- DESTACADA ACTUACION -



Cultura y Honor


Cuando jóvenes, al observar los retratos de los próceres, siempre mirando al futuro con la barbilla levantada y un dejo de autoridad; creíamos estar viendo la imagen del honor, de la gloria.

Hoy día, la gloria se consigue con poco, poquísimo; tan sólo con acercarse de algún modo al mundo de la massmedia berreta se consigue la gloria cuasi instantanea. La cultura no es algo que se impone, sino que aflora, es el resultado de la realidad.

Así como los "contestatarios" de los ·70 (por ser suaves) elegían la prosa y las notas musicales como medio para trasladar su protesta por tal o cual motivo, hoy la juventud "SMS" traslada sus frustraciones a través de distintos medios, incluyendo por sobre los demás los medios audiovisuales.

Existe la creencia arraigada que si no se esta en la tv, no se existe; es casi un limbo viviente que nos tiene como receptores tan sólo. Aquellas masas se vuelcan de algún modo a participar de este (permítanme decirlo) flagelo, que tan solo retroalimenta el circulo vicioso en el que se encuentran, donde la banalidad es la lógica y el delirio la idea fuerza.

Paso casi desapercibido, pero el viernes pasado, el Capitán Tarapow atracó en puerto al malogrado Almirante Irizar, sus primeras palabras al Almirante Godoy fueron "la tripulación fue rescatada en su totalidad, y al buque lo rescatamos en un 85%" palabras mas, palabras menos, rescato en su mensaje monocorde lo positivo, puso por encima de su heroicidad la tarea por la cual la patria lo encomendó.

No pretendió la gloria instantánea, ni de hecho paseo por los medios dando cuenta de su proeza; tan solo y con sus palabras puso negro sobre blanco "nadie defiende lo que no conoce, nadie lucha por lo que no ama".

El común denominador lucha sin conocer lo que quiere de la vida, mas no es capaz de defender lo que ama; el Capitan Tarapow es un raro exponente de la cultura del honor, honrémoslo entonces; a diferencia de lo que aparece en el día a día, este hombre se lo ha ganado.

Adrián Marcelo Parisi

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24.4.07

- KRIPTONITA -



Hallan kriptonita en la Tierra

En las historietas, la kriptonita deja a Superman sin poderes.
Un equipo de científicos británicos descubrió un material que se parece a la kriptonita, el mineral que deja al héroe de las historietas, Superman, sin poderes.

Los expertos del Museo de Historia Natural en Londres examinaron el mineral recientemente descubierto en una mina en Serbia y encontraron que su composición química es la misma que se le atribuye a la kriptonita.
Pero ahí es donde terminan las similitudes.

"Tendremos cuidado con el mineral, no quisiéramos privar al Mundo de su más famoso superhéroe" dice el Dr. Chris Stanley
La kriptonita de las historietas es una sustancia verde y reluciente que viene del planeta Kriptón.

Cuando el planeta fue destruido en una colosal explosión, trozos de este viajaron por el espacio y llegaron, como meteoritos, hasta la Tierra.

Villanos, como Lex Luthor, descubrieron que el mineral emite radiación que sirve para doblegar al superhéroe.

No es verde

En cambio, la sustancia encontrada en Serbia es blancuzca y terrosa y no emite radiación.
Sin embargo, en la película "Superman Regresa", un pedazo de kriptonita está exhibido en un museo con un rótulo que lee: hidróxido de silicato de sodio litio boro con flúor.

Cuando el mineralogista Chris Stanley del Museo de Historia Natural formuló la composición del mineral descubierto ésta tenía exactamente la misma que la piedra ficticia, aunque sin el flúor.

Jadarita

El doctor Stanley pudo confirmarlo cuando ingresó los datos en la internet y vio que coincidían con los de la película.

"Tendremos cuidado con el mineral, no quisiéramos privar al Mundo de su más famoso superhéroe", aseguró el doctor Stanley.

El nuevo mineral, no obstante, no será conocido formalmente como kriptonita. Recibirá el nombre de Jadarita, por el sitio donde se encontró.

BBC Mundo

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23.4.07

- QUERER ES PODER -



SE PUEDE, CLARO QUE SE PUEDE!

La Argentina es un país que puede ser muy superior al actual.
Hay que más y mejor trabajo planificando un futuro inclusivo y posible.
Dejar de lado los individualismos y divisiones de todo tipo.
Ser realmente solidarios con el prójimo y castigar a los corruptos.
No debemos apartarnos de la Constitución y de la ley, bajo ningún aspecto.
Hacer un profundo "mea culpa": probablemente sea un buen comienzo.
No somos ni "los mejores" ni "los peores" del planeta.
Somos lo que somos y podemos mejorar.
Nos criamos pensando que éramos "europeos" y no "sudamericanos"
Pasamos abruptamente de la euforia a la depresión.
Somos totalmente pendulares en nuestras decisiones. Altaneros.
Abiertos a los productos, o de fronteras cerradas. Dólar libre o regulado.
Del primer mundo, a tener que compararnos con Nigeria.
Blanco o negro, sin pensar que hay una inmensa gama de grises.
Tenemos un inmenso territorio prácticamente despoblado.
No hay enfrentamientos religiosos ni tribales.
No tenemos problemas con "nuestros vecinos" del cono sur.
(no incluir la fantochada de Botnia)
Poseemos todos los climas, gran cantidad, calidad y variedad de alimentos.
Exportamos "cerebros" en todo tipo de disciplinas.
Pese a todo, nos destacamos culturalmente. No cabe duda.
Buenos Aires es la capital cultural de América del Sur.
Sinceramente, ¿no nos merecemos otra realidad?
Debemos buscar la manera que de nuestro país, merezca ser vivido!
Lo tenemos todo... manos a la obra!!!

Se puede, claro que se puede!!!

Ricardo A. Carrasquet

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22.4.07

- FRONTERAS -



De este lado, del otro lado


Este año, la fiesta de la cultura tiene como lema "Libros sin fronteras". El autor de Sefarad reflexiona en este artículo sobre la literatura como un camino que nos permite ir más allá de nuestro propio ser


La literatura es imaginarse o querer averiguar lo que está al otro lado: más allá del umbral de la habitación, detrás de la puerta entornada que nuestra mano empujará o de la puerta cerrada con una llave que tal vez nos estará prohibido buscar; al otro lado de un río, detrás de una silueta azul de montañas. La literatura es contar lo que hemos encontrado a lo largo del camino elegido e imaginar lo que habríamos podido encontrar si hubiéramos escogido el otro, "the road not taken", en la hermosa expresión del poeta Robert Frost, si nos hubiéramos quedado con la otra mujer ya quimérica del poema de Yeats. Lo que hay a este lado, lo que nos parece que somos sin incertidumbre, lo que tenemos, merece sin duda una atención cuidadosa. Pero es precisamente esa atención a lo familiar la que nos revela en él la presencia de lo desconocido, las fronteras invisibles del otro lado de las cosas.

Cuando hablo de literatura no me refiero sólo a literatura de ficción. Literatura es contar el mundo con palabras, contar lo que existe y lo que no podría nunca existir, lo que nos ha sucedido y lo que nos pudo suceder tan sólo si el azar hubiera introducido un cambio mínimo en la trama de la vida. Lo que ahora se divide tan crudamente en las listas de ventas entre ficción y no ficción -¿pero cómo puede nombrarse a algo por lo que no es?- responde a las mismas fronteras que Aristóteles estableció entre la Poesía y la Historia, sobre las que tan agudamente reflexionó Cervantes en un libro tan fronterizo como el Quijote.

Nosotros llamamos ficción a lo que Cervantes, lector de Aristóteles, llamó poesía: el relato de las cosas no como realmente fueron sino como pudieron o debieron ser. La historia, la narración de lo real, a nosotros se nos ha vuelto mucho más amplia, en la medida en que el método científico ha dilatado el campo de nuestros conocimientos y nos ha permitido conocer algunas de las leyes de la naturaleza. Por los mismos años en que Cervantes empezaba a conocer el éxito de su novela (que tristemente nunca lo sacó de pobre) y planeaba con cierta pereza la segunda parte, Galileo miraba por primera vez los cráteres de la Luna y las lunas de Júpiter gracias a la lente de su telescopio, y al mismo tiempo que inventaba el método experimental registraba sus descubrimientos con una escritura tan clara y tan bella que sería injusto no calificarla de literatura, y hasta de poesía.

Dice Milan Kundera que Cervantes descorrió por primera vez el velo que impedía a la literatura mirar las cosas tal como son, y que al hacerlo inventó la novela, que es tal vez el arte más mestizo, el que aprovecha por igual lo cierto y lo inventado, y así rompe para siempre el velo de la idealización, traspasa la frontera entre lo posible y lo imposible. Pero es un velo semejante el que traspasa Galileo con su telescopio, una frontera igual de rigurosa la que rompe Robert Hooke mirando inversamente por un telescopio y descubriendo en él los reinos fantásticos y los animales increíbles contenidos en una gota de agua.

Si hay una frontera que conviene abolir cuanto antes, es la que al identificar literatura con ficción deja al otro lado y como en tierra de nadie ámbitos enteros de la expresión escrita. ¿Hay en el siglo XVIII prosas más resplandecientes que las de Gibbon o Buffon, siendo uno historiador y naturalista el otro? Decía el gran Cyrill Connolly que a él le convenía siempre escribir en las horas más luminosas de la mañana, para que la claridad del sol corrigiera su tendencia irlandesa o celta a los excesos de bruma. De un modo semejante, a los lectores de la literatura del siglo XIX nos conviene compensar las sombras dramáticas del melodrama gótico y de los folletines tremendos de Charles Dickens con la escritura sobria, precisa y no menos arrebatadora de Darwin. El diario del viaje del Beagle, The Origin of Species , The Descent of Man , por no hablar de la Autobiografía , contienen algunas de las historias mejor contadas de la lengua inglesa.

El novelista mira con avaricia la realidad exterior o la propia memoria y mientras va contando inventa lo que vio: el naturalista, el historiador, el científico, el reportero de talento tienen la misma entrega a su relato, pero además de poner en él los cinco sentidos saben que han de mantenerse fieles al severo principio aristotélico de contar las cosas como son. Pero además el novelista es un parásito que se apodera también del lenguaje de lo real para fingirse cronista cuando está siendo un embustero, igual que se apodera de los lenguajes de la poesía o del periodismo y los parodia y los convierte en otra cosa, y al hacer borrosas y equívocas las fronteras entre la realidad y la ficción nos fuerza a agudizar la mirada para distinguir más claramente entre ellas, igual que un artista barroco al pintar un trompe l oeil , un trampantojo como se decía bellamente en español.

El otro lado siempre está tentándonos. Por eso don Quijote, personaje de una novela, lee una novela titulada don Quijote, y Charles Darwin se adiestra en las artes narrativas de la ficción y hasta de los relatos de aventuras para esbozar una teoría que va a trastornar el mundo, y Arthur Conan Doyle imita en sus historias policiales el estilo de la ciencia experimental. Por eso Borges convierte en protagonista de un hallazgo tan improbable como el del Aleph a un narrador en primera persona que se llama Borges, y James Joyce cuenta exasperadamente todo lo que le sucede a un solo hombre en un solo día, un día en el que en apariencia no ocurre nada en particular.

Curiosidad y extrañeza: la literatura es deseo de conocimiento, y también recelo o sospecha hacia lo que se da por ya sabido. Pero nada puede darse de verdad por supuesto. Uno de los poemas que yo leo más veces y nunca se me agota es el que William Carlos William dedicó a un carrito de mano rojo mojado por la lluvia. Tiene sólo ocho versos, algo más de veinte sílabas inglesas, pero en esa brevedad se contiene exacta una presencia a la vez vulgar y memorable. Tu misma cara, que conoces de memoria, se vuelve la de un desconocido cuando la descubres por sorpresa en el espejo inesperado de un escaparate.

No es una cara nueva, sino la cara verdadera, la que no te dejaban ver esas escamas que según Marcel Proust la costumbre nos pone delante de los ojos. Interrumpes las vacaciones de verano a causa de una emergencia y regresas por un día o por unas horas a la casa cerrada y desierta a la que no deberías volver hasta final de agosto: el sonido de la llave y el de la puerta al abrirse no son ahora los mismos porque interrumpen un silencio muy largo, y la penumbra de las habitaciones con las cortinas echadas parece sugerir el espacio de otra vida que no es la tuya. Sorprendes en las cosas más habituales una indiferencia casi dolorosa, porque han permanecido intactas e idénticas sin ti, y ahora parecen refractarias a tu llegada, como un perro que no se levanta para salir corriendo a recibirte.

El otro lado está en este lado. Ni el amor más intenso, el más fanático, el más correspondido, te permitirá saber qué hay ahora mismo en el pensamiento de la persona que te sonríe y entorna los ojos un poco antes de besarte. Por mucha ternura y cuidado que reciba el enfermo, está solo en el mundo con su dolor, y la punzada del dolor es más poderosa que la ternura y pesa más que el mundo entero. A cada paso que das pisas una frontera invisible. El mundo que hay a tu espalda y que tú no ves es un enorme país extranjero.

El otro lado está dentro de uno mismo, en esos lugares y rostros que la conciencia había olvidado y que emergen con una claridad exacta en los sueños, sin que sepamos qué marea nos los ha devuelto, qué voluntad los ha salvado de perderse en el tiempo. El otro lado empieza a unos centímetros de la piel, al final de esa frontera que W. H. Auden sitúa "some thirty inches from my nose". En el mundo anglosajón, es una frontera más arriesgada de traspasar que la del río Grande, y cuando un desconocido roza por casualidad a otro se produce un espasmo retráctil, como de defensa contra una amenaza, igual que cuando unos ojos se detienen por más de unas décimas de segundo en otros.

Quien más siente esa frontera tan próxima es el extranjero, el que se encuentra solo en el país y en la lengua, porque entonces todo lo que hay a su alrededor es el otro lado, y según él se mueven las personas y las cosas se apartan para que él no las roce, y las palabras se extinguen antes de que él las comprenda. El otro lado es el vagón del metro, la calle, la ciudad, el país entero: esa frontera no se abre con pasaportes ni visados, ni tiene puntos débiles por los que se pueda deslizar el emigrante clandestino. Está llena de carteles amenazadores: "No tresspassing", "Prohibido asomarse al exterior", "E pericoloso sporgersi", "Halt", "Stop". Carteles invisibles, alambradas de pinchos que no desgarran la piel, torres de vigilancia con reflectores que no ciegan los ojos y que sin embargo transmiten una aterradora sensación de peligro.

A un lado están los admitidos, los legítimos, los que tienen los papeles en orden, los que no deben temer nada de un registro ni ponerse nerviosos ante la mirada insistente de un policía de fronteras: del otro lado están todos los demás; el que lleva un pasaporte sospechoso; el que tiene miedo de que le abran la maleta; el que al aproximarse al puesto de control siente que va volviéndose culpable de algo, aunque no haya hecho nada, y al sentir eso ya mira como un sospechoso, y atrae la atención del que tendrá la potestad de expulsarlo.

Lo que casi nadie piensa es que este lado puede convertirse muy fácilmente en el otro lado: que el país al que uno creía pertenecer lo expulse o lo persiga o simplemente deje de existir, convirtiendo en apátridas a sus antiguos ciudadanos; que el guarda de frontera puede cualquier día encontrarse temblando delante de un puesto fronterizo en el que su uniforme y sus credenciales no sirven de nada; que a uno mismo, por diversas razones, se le quiebre la identidad en la que tanto confiaba y se encuentre perdido, extranjero, a merced de otros, expulsado en el otro lado, donde nadie lo conoce, donde nadie habla su lengua ni admite su cercanía y menos aún el roce de su piel porque es más oscura o porque es más pálida.

Franz Kafka, que sabía tanto de fronteras y de extranjería, inventó la fábula del hombre que llega junto a la puerta de la ley y no puede cruzarla porque un guardián se lo impide. Pasa el tiempo, le llega el momento de morir, y sólo entonces le pregunta al guardián cómo es que a lo largo de los años nadie más se ha acercado a esa puerta. El motivo, le explica el guardián, es que esa puerta estaba reservada sólo para él.

La literatura nos ayuda a saber que este lado es también el otro lado: que el sufrimiento o la verdad del otro pueden ser los tuyos. La literatura alimenta nuestra rebeldía al sugerirnos la queja de Rimbaud, de que la vida está en otra parte, pero también nos enseña la otra verdad simétrica, que hay otros mundos pero están en éste. En el fondo, lo que hacen siempre los libros es ofrecernos el telescopio de Galileo y el microscopio de Robert Hooke, la invitación al viaje de Baudelaire y la advertencia de Pascal de que todos los infortunios le sobrevienen a un hombre por no saber quedarse solo en una habitación, la locura atolondrada de don Quijote y la lucidez triste y vencida de Alonso Quijano, el sosiego del señor de Montaigne rodeado de libros en la soledad apacible de su torre y la voluntad de huir de Huckleberry Finn o de Robert Louis Stevenson.

El primer relato en prosa de nuestra cultura europea es el cuento del largo viaje del griego Herodoto más allá de las fronteras de lo conocido, y no es casual que de él proceda el uso de la palabra Historia. La actitud de Herodoto es la misma que dos mil quinientos años después nos inspiran los libros: ganas de descubrir lo que no sabemos, de averiguar historias y chismes de gente desconocida, de escuchar los cuentos más o menos fantásticos que quieran contarnos los viajeros que se crucen con nosotros. Es la actitud de los viajeros de las Mil y una noches , la de los peregrinos de Chaucer, la de los socios del inmortal club Pickwick, la de los marinos que se reúnen en algún puerto de Oriente o una barcaza del Támesis, las historias que cuenta el Marlow de Joseph Conrad.

Hay personas muy desagradables muy aficionadas a la literatura, y gente de corazón de pedernal para sus semejantes de carne y hueso que se conmueve hasta las lágrimas leyendo los padecimientos de personajes inventados, igual que hay canallas con una extrema sensibilidad para la música. No obstante, yo no creo que amara tanto los libros si no estuviera convencido de que hay en los mejores de ellos un poderoso elemento civilizador. La literatura, la de ficción y la otra, nos enseña la verdad doble y paradójica de que no hay experiencia que no sea única, y que al mismo tiempo no sea profundamente inteligible para casi cualquiera. Si yo me reconozco en el dolor de Héctor al separarse de su esposa y su hijo o en el placer absorto con que Mrs. Dalloway se deja llevar por la corriente callejera de Londres, si se me contagia la curiosidad de Darwin por un escarabajo y la del narrador de Marcel Proust por los invitados a una fiesta de la duquesa de Germantes, ¿cómo me voy a creer que otro hombre es mi enemigo porque habla otro idioma o vive al otro lado de una frontera? La literatura, al crear una fraternidad íntima y anchurosa entre escritores y lectores, prefigura la necesaria fraternidad civil sin la cual no es habitable el mundo.

Por Antonio Muñoz Molina
Para LA NACION

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21.4.07

- INSEGURIDAD -



Delito y "sensación de inseguridad"

En las últimas jornadas numerosos hechos delictivos, desde secuestros, toma de rehenes, robos y homicidios, han vuelto a conmocionar a la sociedad, en particular a la de la provincia de Buenos Aires, incrementando la sensación de inseguridad que ha penetrado en la sociedad como un virus difícil de vencer. Sin embargo, las autoridades bonaerenses aducen sobre la base de estadísticas que ha habido una reducción del delito y que esa sensación de inseguridad que atormenta a la población habría mermado.

Es curiosa esa apreciación cuando desde el propio gobierno provincial se admitió que frente a la ola delictiva en el norte del conurbano se había tenido que pedir ayuda a las fuerzas federales. Al margen de que cabría preguntarse por qué ese bienvenido refuerzo abarcará tan sólo a la zona norte, siendo que la zonas sur y oeste también sufren la misma endémica y más que preocupante situación, es evidente que esa solicitud no se condice con la declarada disminución de los delitos graves. Más bien, da la impresión de que los funcionarios bonaerenses están sufriendo del mismo mal que las autoridades nacionales encargadas de controlar la inflación, al presentar estadísticas voluntaristas que al ser confrontadas con la realidad quedan totalmente desvirtuadas.

Según el Ministerio de Seguridad de ese estado provincial, en el lapso 2004-2006 se habría registrado una reducción del 22,41% en el rubro delitos graves, entendiéndose por tales aquellos que siempre son denunciados: homicidios, robos agravados, robos de automotores, piratería del asafalto y privación ilegal de la libertad. La información oficial subraya que tomados los últimos cinco años, la disminución es aun más acentuada -62,31%-, puesto que de 83.444 delitos registrados en 2002 se bajó a los 31.445 del año último.

Sin embargo, las informaciones periodísticas cotidianas expresan lo contrario. Durante los últimos días dieron cuenta de varios homicidios en ocasión de robo -entre ellos, los de dos policías virtualmente fusilados por los malhechores y el asesinato de un gendarme, durante un arrebato-, secuestros, violaciones, asaltos, tiroteos entre agentes del orden y delincuentes y privaciones ilegítimas de la libertad, como la que se produjo en San Miguel, cuando una señora que conducía una camioneta en la cual además viajaban sus cuatro hijos, fue interceptada y apresada por dos malvivientes en el acceso a un barrio cerrado: su esposo debió pagar un rescate de 10.000 pesos para que ella y sus niños fuesen liberados algunas horas más tarde.

Las máximas autoridades de seguridad provincial han atribuido a esa seguidilla de hechos violentos a supuestos complots y operaciones políticas que, sin embargo, no han precisado como corresponde a una denuncia de esas características.

No se trata, por cierto, de aumentar el temor ni de entablar controversias con autoridades y funcionarios a quienes anima, es de suponer, la sana intención de demostrar la eficiencia de sus políticas antidelictivas y la positiva actividad de las instituciones provinciales que tienen encomendada la defensa de las personas y la preservación de su tranquilidad y de sus bienes. Pero sí cabe señalar que la sociedad cree más en los datos provenientes de la realidad que en las maquilladas cifras de las estadísticas. Las informaciones oficiales se fundan en las denuncias que las víctimas realizan en las comisarías, pero lo que no reflejan es que una gran cantidad de afectados por el delito prefiere no hacer la denuncia por temor o porque las propias autoridades policiales tratan de disuadirlos para que no la hagan y así evitarse problemas.

Incluso si se dieran por fehacientes aquellos datos y todos los restantes que han formado parte del informe difundido por el Ministerio de Seguridad bonaerense, la población aspira a algo más concreto y para ella tangible. Razonablemente, pretende que la mentada rebaja estadística del quehacer delictivo se vea reflejada en la simultánea reducción de la cantidad de ilícitos con los cuales no tiene más remedio que convivir todos los días. Sólo así, es previsible, comenzará a recuperar su perdida y añorada tranquilidad, ahora mancillada por la creciente amenaza de la delincuencia, ensoberbecida y casi siempre impune.

Es evidente que el inquietante escenario que padecemos no se ha modificado. La endemia delictiva se agrava día tras día y la seguridad continúa siendo para los argentinos, lamentablemente, un valor en franco retroceso.

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20.4.07

- SODIO -



Menos sal, mucha mejor salud

6 gramos de sal caben en una pequeña cucharilla.
Un estudio en Estados Unidos señala que consumir menos sal puede reducir el riesgo de enfermedad cardiovascular en una cuarta parte y el riesgo de muerte por esa enfermedad, en una quinta parte.
El consumo ideal diario de sal no debería sobrepasar los seis gramos y los ministros de Salud esperan que todos logren esa meta para 2010.
Los expertos ya saben que demasiada sal puede elevar la presión arterial que a su vez, incrementa el riesgo de un ataque cardíaco y los derrames cerebrales.
Ahora, un estudio publicado en la British Medical Study ofrece nueva evidencia que cuantifica el daño causado por la sal.

Estudio "importante"

Las personas que disminuyen significativamente la cantidad de sal en sus dietas, reducen la posibilidad de desarrollar enfermedad cardiovascular en 25% por los siguientes 10 a 15 años.

Y el riesgo de morir de la enfermedad se reduce en 20%.
Todas las 3.126 personas estudiadas por el equipo de la ciudad de Boston en Estados Unidos sufrían de alta presión arterial o hipertensión.
Durante las pruebas, los participantes disminuyeron el consumo de sal (sodio) entre 25% y 35% - de 10 gramos a 7 gramos.

Sal en todos los alimentos

El profesor Graham MacGregor del hospital St. George en Londres, calificó el estudio como muy importante.
Tres cuartas partes de la sal ya se encuentra en los alimentos que consumimos. El consumo promedio en el Reino Unido es de 9 gramos.
El profesor MacGregor dice que la meta de 6 gramos es realizable para la mayoría de las personas.

El profesor señala que la carga queda en manos de los fabricantes de alimentos para limitar la cantidad de sal en sus productos.
Generalmente la cantidad de sodio se incluye en la información nutricional en la envoltura de los alimentos y multiplicar ese valor por 2,5 daría el contenido de sal.

Por otra parte, la Asociación de Productores de Sal sostienen que no hay evidencia que prueba que una reducción de sal traería beneficios significativos para la mayoría de las personas.
Reconocen sin embargo, que individuos con alta presión arterial deberían controlar el consumo de sal.

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19.4.07

- EDUCACION -



Para mejorar hay que conocer la falla

Por Alieto Aldo Guadagni
Para LA NACION



Desde hace varias décadas avanzan importantes iniciativas en muchos países para mejorar la educación, pero nosotros no integramos este grupo de países progresistas


Hace varios años se propuso un examen obligatorio para los egresados del secundario (escuelas públicas y privadas); aprobar este examen sería indispensable para quienes deseaban continuar sus estudios universitarios. La difusión de los resultados de este examen por escuela secundaria sería un claro acicate para mejorar la calidad de las deficientes. En muchos países existe, desde hace mucho, este tipo de prueba, y corresponde a naciones bien ubicadas en las comparaciones internacionales de rendimiento educativo o que vienen superándose en el tiempo. Algunos de estos países son: Alemania, Australia, Austria, Corea del Sur, Dinamarca, Escocia, Estados Unidos, Finlandia, Francia ( baccalauréat ), Holanda, Hungría, Inglaterra, Irlanda, Israel ( bagrut) , Italia ( esame di stato ), Japón, Polonia, Suiza. Chile aplica la "prueba de aptitud académica" desde la década del 90, con excelentes resultados.

Aquí esta propuesta no fue implementada en ninguna provincia; es probable que se prefiera que no salgan a la luz las deficiencias en las escuelas secundarias, que se harían evidentes con un examen obligatorio al finalizar todo el ciclo y antes de ingresar en la universidad. Hoy, ningún padre se entera del resultado de las pruebas de evaluación de las escuelas secundarias; si el examen fuese obligatorio para el ingreso al nivel superior, se generaría una gran presión social para mejorar las numerosas escuelas que hoy son deficientes (2/3 partes del total, o sea, alrededor de 4000 escuelas), ya que sus alumnos no obtendrían notas aprobatorias.

Una sociedad bien informada demandaría, con razón, escuelas de calidad que no malogren el futuro de sus hijos, especialmente de los más pobres, que son los que acuden a las escuelas peor dotadas.

Es patético como, año a año, los padres de los alumnos reprobados presionan a las autoridades de las pocas facultades que hoy toman examen de ingreso, en lugar de reclamar a las autoridades provinciales responsables de la educación secundaria.

Las cosas no son distintas en el nivel primario. ¿Cuán bien leen y escriben los alumnos de la escuela primaria? ¿Cómo se comparan los niveles de lectura y comprensión correspondientes a diferentes países? Para contestar estas interrogantes, 150.000 alumnos del 4º grado de 35 países participaron en la prueba de evaluación internacional (Pirls) realizada en 2001; entre estos países, se encontraba por primera vez la Argentina. Los resultados de esta evaluación ubican a nuestro país al final de la tabla, en el lugar 31, superando apenas a Irán, Kuwait, Marruecos y Belice. También participó otro país sudamericano (Colombia), cuyos resultados fueron superiores a los nuestros. Ante este mediocre desempeño, no se pueden demorar las iniciativas para recuperar la calidad educativa, que fue un legítimo orgullo nacional hace varias décadas. En este esfuerzo por mejorar el nivel cualitativo es crucial identificar cuál es el mejor modelo organizativo que asegure una mejora sostenida.

El sistema escolar se encuentra organizado de una forma centralizada y vertical en todas las provincias, con ministerios de Educación en la cúspide de una frondosa pirámide burocrática. Esta organización margina a los principales actores del proceso educativo: las familias, los docentes, la comunidad local. Este modelo centralista-burocrático genera el atraso educativo y, además, impide impulsar la movilidad social ascendente.

Tampoco se generan incentivos eficaces para mejorar el proceso pedagógico, ya que no se promueve información acerca del avance en el aprendizaje de los alumnos. Para corregir estas carencias, en los últimos años se han implantado en muchos países nuevas alternativas para superar las deficiencias del centralismo-burocrático.

Todas las iniciativas apuntan a fortalecer la autonomía de gestión de los directores y maestros de escuela, así como otorgar mayor espacio a la presencia de las familias. Para cumplir este propósito, es crucial la transparencia informativa acerca de la calidad de la educación que presta cada uno de los establecimientos escolares. Por esta razón, estas iniciativas de descentralización y autonomía de gestión enfatizan acertadamente el control social que pueden ejercer los padres de los alumnos y la propia comunidad local, a partir de la plena información acerca de la calidad educativa de cada escuela. Lamentablemente, la nueva ley de Educación prohíbe expresamente, en su artículo 97, hacer pública esta información acerca de la calidad de los institutos educativos.

La evaluación de calidad y rendimiento escolar es indispensable para cualquier política que procure mejorar la efectividad de la enseñanza. Pero esta información debe ser ampliamente difundida y transparente para los padres, los maestros y la comunidad local, ya que es esencial para conocer si el funcionamiento de la escuela es adecuado. Además, si se descentraliza la autoridad en favor de la propia escuela, es indispensable establecer un eficiente método de control y evaluación de gestión. Es precisamente también a partir de esta evaluación que se pueden introducir nuevos incentivos salariales para aquellas escuelas que mejoran sistemáticamente su calidad, ya que es indispensable reconocer con el salario justamente a quienes mejoran la enseñanza.

El autor es director del Instituto Di Tella.

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18.4.07

- NUESTRA POLICIA -




La vida de nuestros policías


Ni los gobernantes ni una parte de la oposición ni sectores amplios de la sociedad parecen haber comprendido la extraordinaria gravedad que anida en los asesinatos cometidos en los últimos días contra policías de la Capital Federal y de la provincia de Buenos Aires y un suboficial de la Gendarmería Nacional. Esto más allá de lo que necesariamente significa la pérdida de cualquier vida, de una existencia sola.

Han sido cinco muertes que en algún caso, por la frialdad de sus características, tuvieron más bien el tenor brutal de fusilamientos. Se han repetido, así, situaciones trágicas de los últimos años.

En otros tiempos, lejanos en la memoria, en los que la seguridad individual y colectiva de los habitantes estaba a la altura de las urbes más civilizadas del mundo, la sola presencia de un efectivo policial imponía respeto, simpatía y solidaridad con la alta misión a él encargada. Pensar que alguien hubiera sido capaz de alzar la mano contra un representante del orden equivalía, en principio, a una contradicción de principios, a un hecho inverosímil, de imposible cumplimiento, aun cuando se sabía que acciones de esa naturaleza se perpetraban de tanto en tanto, como en todas partes.

Todo el país se alineó, como no era para menos, en un acto de dolor y de condena por el crimen, en Neuquén, del maestro Carlos Fuentealba. Prescindamos, por un momento, de la agitación política y gremial, que aun continúa, y que se sumó, con objetivos más difusos, al llamado genuino de justicia por la vida tronchada de un docente. ¿Pero cuántas voces se han elevado, en cambio, aunque haya sido en un débil hilo de voz, para repudiar la muerte del policía Sayago, meses atrás, en Santa Cruz, en medio de un desorden social que todavía sirve de manto para impedir el esclarecimiento de un crimen que debe ser develado?

¿Cuántas voces, también, se han hecho oír para expresar congoja por la muerte última de cuatro policías y un gendarme, para rodear en solidaridad fraterna a sus familias y, por extensión, a las instituciones afectadas en la integración de sus cuadros?

La defensa nacional y el orden público interno surgen de la Constitución y de las leyes que se derivan de su cumplimiento. No hay excepciones en el derecho comparado sobre el concepto de que el uso de la fuerza es un monopolio que mal podría estar fuera de la esfera del Estado y que éste debe encontrarse preparado para prevenir cualquier ataque exterior o disuadir, en principio, a quienes pretendan alterar el orden interno. Por eso la extrema gravedad de episodios reiterados, en los cuales se ha dispuesto de armas de fuego para atacar a quienes han hecho una profesión, en definitiva, del alistamiento con el propósito de arriesgar sus vidas puestas al servicio de la seguridad personal y los bienes de los argentinos.

Hay dos cuestiones en juego en estas muertes que ponen a prueba rasgos centrales del país en una etapa de su desenvolvimiento.

La primera cuestión concierne a la inseguridad pavorosa que se padece en algunas de las principales ciudades y sus respectivas periferias. Ese fenómeno se ha ido extendiendo, como una mancha incontenible, sobre zonas rurales. Apenas cinco días después de la muerte a quemarropa del docente Fuentealba, dos violentos asaltos, ocurridos en la Capital Federal, dejaron como saldo dos policías federales asesinados después de haber procurado evitar delitos que se estaban cometiendo. En el robo ocurrido en Saavedra la víctima era un suboficial retirado, que trabajaba como custodio en un negocio de computación. En el robo de Caballito se trató de un suboficial en actividad que, de civil, caminaba hacia su casa cuando fue sorprendido por dos ladrones en motocicleta.

En el caso de la localidad de Francisco Madero, en las cercanías de Pehuajó, un subteniente y un sargento de la policía bonaerense cayeron abatidos cuando perseguían a quienes habían sustraído una camioneta. Después de matarlos, los delincuentes, seguros de sí mismos, se apoderaron de sus armas. En la localidad de Eufrasio Alvarez, en el partido bonaerense de Tres de Febrero, un cabo de Gendarmería fue asesinado de un balazo cuando, delante de su novia, se resistió a ser asaltado por un delincuente.

La segunda cuestión nos devuelve al punto de partida. ¿Qué conexión lógica hay en la actitud de gobernantes y políticos oficialistas u opositores que manifiestan, por un lado, preocupación por la seguridad pública y, por el otro, relegan, de forma llamativa, la debida exaltación pública de lo que supone haber muerto con honor en defensa de la ley y de la sociedad toda?

Ya es bastante indicativa de la resignación por parte del Estado argentino de una de sus principales facultades y deberes la circunstancia de que el personal reclutado por empresas de seguridad privada constituya, en términos cuantitativos, una de las fuerzas laborales más numerosas del país. Si a ello se suman el silencio -sólo quebrado por alguna declaración aislada- o la apatía social que se observa ante la reiteración de bajas en las principales policías a raíz de la acción de delincuentes comunes, se acentúa el pronóstico sombrío que domina en materia de seguridad pública.

Los malos policías deben ser expelidos a tiempo de las instituciones a las que están incorporados. Es peligrosísimo tenerlos adentro. Pero tan importante como eso es estimular el reclutamiento más exigente posible. Eso no se logrará si los gobernantes no realizan los mayores esfuerzos factibles por prestigiar las instituciones del Estado. Entre otros procedimientos, corresponde ponderar ante la sociedad el papel que ellas tienen asignado y poner a su disposición recursos que afirmen la jerarquía moral y la política de ingresos del personal.

También es indispensable que la sociedad en su conjunto sea más coherente con los reclamos que, de viva voz, viene formulando por la ola de inseguridad que padece y que en parte, cabe reconocerlo, es una manifestación de involución de la contemporaneidad, según se comprueba en países como Brasil. Pero para esto, igualmente, el país debe estar preparado.

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17.4.07

- LOS MEDIOS CAROS -



Publicidad, medios, anunciantes y agencias.

Aumento de tarifas.




Aunque el costo de vida aumentó, el valor de las tarifas publicitarias lo hizo todavía más. Los anunciantes se quejan de que los canales de TV abierta incrementaron el precio del segundo de aire, dejando a los grandes anunciantes, que pueden invertir mucho dinero en un sólo anuncio, como únicos dueños de la tanda, y opacando al resto, que sólo alcanza a veces a hacer un PNT. En tanto, las agencias de publicidad quieren hacer valer sus ideas, recuperar el lugar que escalonadamente fueron perdiendo a manos de las centrales de medios, y volver a cumplir el rol que tenían antes de que el auge de los celebrities creativos reemplazara su propio prestigio.

En medio de este enredo comenzó a navegar Infobrand, para ver cuál es la punta del iceberg que permite empezar a desandar el conflicto. Y entender qué está pasando en el mercado publicitario, cómo los medios pueden saldar los grandes aumentos que sufrieron en los costos de producción y las inversiones que tienen que hacer para el recambio tecnológico hacia la televisión digital, y cómo los anunciantes, que en general recuperaron sus niveles de negocio anteriores a la crisis, pueden optimizar sus inversiones de comunicación.

El negocio actual de la publicidad no escapa a los grandes debates de varias industrias, y tiene que ver con cuánto se tiene que pagar por un servicio determinado hoy. Después de la crisis de 2001, y tras la recuperación de las ventas en numerosos rubros, los precios comienzan a reacomodarse y también la inflación hace pie en el mercado creativo.

Muchas de las industrias que más han crecido en ventas lo han hecho también en su presencia en medios. Desde las automotrices, hasta las compañías de telecomunicaciones, así como las entidades bancarias que después del corralito empezaron a trabajar para recuperar al cliente, todas registran un incremento en sus números junto a un aumento en la presencia en medios.

También en el mercado de consumo masivo hubo recuperación de ventas. Según datos de CCR, en torno al volumen de ventas en supermercados, hipermercados y hard discount, de 37 productos sobre una base de 100, 31 crecieron desde 2001 a 2006, y sólo seis se encuentran por debajo de ese nivel (entre éstos tapas para empanadas y pascualinas, quesos rallados y crema de enjuague). Entre los que más crecieron, se encuentran los flanes y postres, que repuntaron a 237 puntos, seguidos por los quesos untables, cuyas ventas subieron hasta 164 y las leches fluidas pasteurizadas que crecieron hasta los 156. También las pastas frescas, sopas y vegetales congelados superaron la base.

Las opciones de los medios

En tanto, ante el crecimiento de muchos de los sectores que más invierten en la tanda televisiva, los canales vieron la posibilidad de aumentar sus tarifas y saldar muchas de las necesidades que les fueron surgiendo en los últimos años, ante un incremento exagerado de los costos de producción.

Según Sandra Muñoz, gerente operativo de Universal McCann, en el contexto actual de gran inflación y con los canales de televisión que deben dar el gran salto hacia la televisión digital, desembolsando miles de dólares, una de las posibilidades que aparece es la de bajar los descuentos promedio, como opción para no seguir aumentando las tarifas. Los medios necesitan más ingresos también porque la competitividad entre canales lleva a mayores apuestas y las pretensiones de quienes forman parte de esta guerra del minuto a minuto son mayores. Así, aunque este medio haya encontrado en la exportación una buena parte de sus ingresos, debe producir para el medio local. “La forma es ajuste de tarifas o bajar los descuentos”, explicó Muñoz.

Los descuentos para los anunciantes fueron una buena alternativa durante la crisis de 2001, cuando los canales dieron más ofertas para evitar la diáspora de clientes. “Durante la crisis, se abrieron mucho las opciones para las marcas; y ahora, tras la recuperación, los anunciantes no quieren perder las condiciones ganadas”. Recomponer la cuestión de los descuentos, en tanto, depende de las condiciones de oferta y demanda que se dan al momento de la distribución de los anunciantes en la grilla televisiva. Por eso, no es lo mismo el último trimestre del año que el verano. Y otro factor influyente, entre otros, es el del volumen de agencia.

Paso a paso

La tarifa está hoy, en término promedio, más alta que en 2001, al igual que el precio de los productos. En 2002, comenzaron a crecer, aunque se mantuvieron por debajo del costo de vida, y ya en 2003, el costo promedio subió por sobre el costo de vida, tendencia que seguirá así, con una perspectiva de incremento del 15 al 20 por ciento para 2007. “El aumento tarifario seguirá siendo muy fuerte, más en la televisión. Esta debe prepararse para la televisión digital”, afirmó Muñoz.

Magdalena Carbonell Hervás, directora de Arena Media Communications, considera que si bien algunas marcas se recuperaron, ésto tiene que ver específicamente con el segmento del cual se hable. De todas formas, también considera que los costos de producción y las latas están caras, y es por eso que los medios necesitan de un reacomodamiento, aunque el incremento que se viene dando ha demostrado que no es suficiente y se continúa sin haber encontrado el equilibrio.

Brecha entre anunciantes

La televisión 2007 abrió con un costo del segundo mucho más caro que el de 2006, siendo Caiga quien caiga, el programa de Telefé, el más caro para anunciar. Este incremento va llevando a una brecha mayor entre los anunciantes que pueden estar en la televisión y quienes no pueden invertir en el medio. Así, según Universal McCann, la situación se va pareciendo a la que primó históricamente, en especial antes del ingreso del cable, donde como medio per se de la publicidad, la televisión era sólo para unos pocos grandes que podían estar.

También la llegada de la televisión por cable hizo que los canales de aire presentaran planes comerciales más flexibles, porque sino muchas marcas podían quedarse con la otra opción de la televisión paga, y la publicidad no tradicional siguió sumando alternativas.

Para Arena Media Communications, la brecha no es tan grande ahora, sino que en plena crisis fue más notable. En su visión, ahora que las cosas se empiezan a estabilizar, no hay brecha, sino que hay mayores o menores inversionistas, pero todos tienen acceso a la TV, e incluso algunos canales tienen un programa Pyme, especial para los más pequeños.

Proyecciones 2007

Además del tema tarifario, el año publicitario estará influenciado por las elecciones presidenciales de octubre. Aunque se espera que los impactos se sientan en los dos o tres meses previos a los comicios, y las consecuencias pueden llegar a impactar más en 2008 que durante el año en marcha.

Por otro lado, cada vez aparecen más alternativas para los anunciantes, y si bien la televisión se puede volver accesible para unos pocos, hay otros medios que son igualmente interesantes para anunciar. Tal como explicó Muñoz, en la central donde él trabaja hay grandes expectativas centradas en Internet, a la cual apuestan como unidad de negocios, porque si bien hoy es un nicho chico en share de inversión, a nivel mundial ya se lo ve como el principal medio del futuro. “No armarse en este segmento es quedarse afuera”, aseguró. Además, hay grandes apuestas a los juegos, y dentro del medio tradicional a mejorar la calidad de los PNT.

Las agencias

Por su parte, Jorge Castrillón, gerente general de la Asociación Argentina de Agencias de Publicidad, señala que el debate de la industria tiene otra mirada, que analiza el mercado publicitario desde otro punto de vista y ve como prioridad la necesidad de las agencias y los anunciantes de refundar la relación como socios estratégicos para la comunicación de la marca y de volver a trabajar sobre los valores de la agencia, para que se entienda que cuando se hace una inversión en publicidad ésta no es un costo, sino una inversión.

Sucede que, los criterios cortoplacistas en los últimos años por parte de los anunciantes han sido responsables de que la creatividad recaiga más sobre las personalidades creativas, que sobre las agencias, según lo que entiende Castrillón. “Desde hace unos años a esta parte, empezó a pesar la figura creativa más que la gestión de agencia. La creatividad comenzó a tener nombre y apellido. Eso antes no sucedía, era una agencia creativa y lo que pasa ahora era inimaginable”, analizó.

La industria en números

De acuerdo a los datos que se manejan en la AAAP, hay una diferencia entre el informe oficial de inversión publicitaria, que se basa en el dinero invertido en publicidad y contempla la inflación y el aumento de tarifas, hablando de una 15 por ciento de aumento; y los datos de Monitor de Medios, según el cual el aumento de la inversión fue del 35 por ciento, porque éste contempla como variable la cantidad de avisos en los medios.

En cuanto a las consideraciones generales de la situación actual, Castrillón explica que el 90 por ciento de los segundos en televisión está en el cable, y no cree que los diarios estén sin publicidad ni que entre el 10 y 15 por ciento de la compra de medios pase por las agencias de publicidad.

Otras variables

Más allá de los resultados en los medios, en el mercado publicitario aparecen otras variables que indican que la inversión se está derivando hacia lugares no tradicionales y aparecen otras características: “lo que estamos viviendo ahora es otra publicidad”, resaltó Castrillón.

Hay una notoria transformación del negocio publicitario. El cálculo de los honorarios publicitarios siempre termina siendo un estimado sobre la inversión en medios, y la tradicional comisión de agencia, que históricamente fue del 17,65 por ciento, cambió dramáticamente. Castrillón da cuenta de que “ahora, los publicitarios estamos viendo cómo cobrar las ideas, la creatividad y cómo hacer valer nuestro trabajo”.

Guillermina Fossati

Revista Infobrand

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15.4.07

- EL FANTASMA -












VIOLENCIA
E
IRRACIONALIDAD


Una sociedad pacífica y democrática, auténticamente respetuosa del Estado de Derecho, se define, fundamentalmente, por su capacidad institucional para garantizar el respeto a los derechos individuales y, sobre todo, a la vida y a la dignidad de las personas. En los últimos días, los argentinos hemos debido lamentar la pérdida dolorosa de varias vidas humanas, víctimas de la irracionalidad y la violencia.

En Neuquén, un maestro que participaba de una manifestación en demanda de un aumento salarial cayó herido de muerte como consecuencia, aparentemente, del descontrol o la irresponsabilidad de un agente del orden. En dos barrios de la Capital Federal -en Caballito y en Saavedra- dos policías fueron ultimados salvajemente por sendos delincuentes.

Nadie puede desconocer que han existido detrás de esas muertes responsabilidades individuales reconocibles que la Justicia deberá analizar y sancionar, eventualmente, con la severidad y la equidad que corresponda. Pero nadie puede ignorar tampoco que esos hechos trágicos, tan diferentes entre sí, pero igualmente reprobables, en cuanto llevaron a la destrucción de vidas humanas, no se registraron en un país abstracto. Se produjeron en este país nuestro, en esta sociedad a veces inmadura y extraviada que conformamos los argentinos, con nuestra irrefrenable predilección por los discursos cargados de agresividad e inflamados de ideologismo y grandilocuencia. Esta sociedad nuestra que parece haber olvidado el respeto que se debe a las buenas formas cotidianas, a la convivencia respetuosa de los derechos del prójimo y al ideal de construir entre todos un sistema de vida en el que la paz interior sea el valor más alto y más preciado.

El trágico suceso de Neuquén y las violentas agresiones perpetradas en barrios de Buenos Aires deberían servir para que los argentinos impulsemos una profunda reflexión sobre el valor de la convivencia pacífica y dejemos de estimular el odio y la división, así como el afán de nuevas venganzas o revanchas. Si permitimos que una vez más prevalezcan en nuestro país el sectarismo y la barbarie, de uno u otro signo, habremos perdido una nueva oportunidad de madurar como sociedad y de aprender las enseñanzas que nos dejan el dolor y la injusticia. Y habremos desaprovechado la lección que nos legaron, con sus incomprensibles muertes, un docente que participaba de una manifestación pública y dos agentes de policía que estaban cumpliendo la misión que la sociedad les había encomendado.

Sería lamentable, por ejemplo, que el hecho trágico registrado en Neuquén terminara siendo fagocitado mezquinamente por los requerimientos del escenario preelectoral. Sería igualmente penoso que la muerte de dos policías fuera mirada con indiferencia por quienes repudian la violencia sólo cuando hay un atisbo de intolerancia referido a valores ideológicos o políticos. Mientras el nivel de violencia individual y colectivo siga siendo en la Argentina estremecedoramente alto, cualquiera que sea el contexto en el que se produzca, se estarán generando las condiciones para que otros manifestantes públicos y otros agentes del orden estén aguardando su turno en el incierto escenario de nuestro futuro, y para que el desencuentro y la barbarie tengan, entre nosotros, un efecto multiplicador.

Corresponde que los responsables de estos actos de violencia afronten la sanción que establece, en cada caso, la ley penal vigente, con todas sus consecuencias. Eso es indudable. Pero si pensamos que el problema de la intolerancia argentina se agotará con que los autores de estas muertes paguen su dolo o su culpa criminal, como sin duda corresponde, nos equivocaremos una vez más. En toda sociedad democrática enmarcada en un auténtico Estado de Derecho, existen reglas de oro de cumplimiento ineludible. La primera de esas reglas establece que la autoridad máxima de la comunidad a la que pertenecemos reside en la ley: ella es la que garantiza la paz y la seguridad a todos los miembros del cuerpo social.

Hoy es evidente que esas reglas no están del todo claras, en nuestro país, ni para los gobernantes ni para los gobernados. Es necesario insistir en que la plena vigencia de las normas institucionales de la República no tiene ninguna relación con supuestas conflictividades entre ideologías de derecha e ideologías de izquierda. Tiene que ver con otra clase de valores: concretamente, con la necesidad de garantizar a todos los ciudadanos, sin distinción de matices o de bandos ideológicos, el ejercicio total de sus derechos. Se trata, en definitiva, de responder a un imperativo ético que trasciende lo coyuntural.

Cuando hablamos de establecer reglas de juego que tengan efectiva vigencia no debemos caer en la trampa de ponernos a discutir sobre el significado de palabras o expresiones tan ambiguas y equívocas como "represión", "mano dura" o cualquier otra igualmente manipulable. Ni tampoco debemos caer en la aberración de suponer que unas vidas valen más que otras y que hay muertes violentas de primera o de segunda clase.

El legado de las víctimas de estos hechos dolorosos o vandálicos está reclamándonos a los argentinos que revaloricemos el diálogo y el respeto por el pluralismo y la disidencia, pero también que aseguremos la primacía total de la ley y del orden público como valores fundantes de una sociedad civilizada y respetuosa del derecho.

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14.4.07

- NUESTRO ROMPEHIELOS -




El Irízar y su comandante


Se puede decir que todos los marinos conocen el dicho de que el comandante de una nave debe hundirse junto con ella. Pero es mucho más difícil encontrar alguno que lo haya leído en algún reglamento o referencia histórica. Esa tradición o ley no escrita define una actitud, el coraje y la entrega personal ante un hecho propio de la profesión naval y de allí la honra que subraya la decisión del comandante del rompehielos de nuestra armada Almirante Irízar, capitán de fragata Guillermo Alejandro Nelson Tarapow.

La enseñanza en los institutos militares de la Nación trata de transmitirles a los futuros oficiales compromisos éticos en los cuales la responsabilidad ocupa un lugar de privilegio. Al comandante de una unidad naval se le entrega un patrimonio del Estado para que lo cuide como a su propia vida y él debe estar convencido de ello.

En esta sociedad global, más desencantada y alejada de valores como la integridad, el temperamento, el coraje y la modestia, y más cercana al beneficio personal y la imagen pública, la conducta del comandante puede aparecer como digna de destacar por su ejemplaridad. Sin embargo, esa firme actitud es parte de la vida por él elegida y la enseñanza impartida y recibida.

El comandante del Irízar apreció los riesgos de la emergencia que le tocaba vivir y determinó que la permanencia del personal a bordo podía ocasionar lesiones y víctimas, y no tuvo dudas, ordenó que todos, salvo él mismo, abandonasen la nave. Consideró su situación personal e infirió, sin duda, que era quien estaba en mejores condiciones para permanecer a bordo y dirigir o asesorar las futuras operaciones de rescate de la unidad. Decidió arriesgar su vida para salvar su buque, no precisamente para hundirse con él, pero también aceptando esa probabilidad.

Los medios de prensa y audiovisuales le dieron extensos espacios a esa decisión del capitán de fragata Tarapow. Algunos hasta se remitieron al pasado, a los fenicios, para encontrar la famosa y conocida versión de la obligación del comandante de hundirse con su unidad si ése fuera su destino. Otros recordaron que incluso la Armada Argentina tenía escrito en los puentes de comando de sus naves: "Irse a pique antes que arriar el pabellón", pero ese concepto, cabe aclararlo, lleva implícita la determinación de no rendirse al enemigo antes que la de hundirse con el buque frente a una circunstancia insuperable.

El Irízar, único rompehielos de la Armada, el buque que comanda el capitán de fragata Tarapow, mereció ese gesto de no abandonarlo. Eso le habían enseñado e hizo honor a tal enseñanza.

La misión fundamental de ese emblemático buque es el reaprovisionamiento de las bases, destacamentos o refugios ubicados en los archipiélagos Shetland y Orcadas en el norte de la península antártica y en el mar de Weddell. El Irízar no sólo transporta a personal de nuestras tres fuerzas armadas, sino que también conduce científicos en sus travesías por el continente blanco para realizar estudios e investigaciones en las aguas más australes del mundo. De hecho, el buque posee en su interior laboratorios e instrumental para concretar trabajos sobre temas de biología, oceanografía y climatología, entre otras especialidades.

Es de desear que las tareas de rescate del Almirante Irízar concluyan felizmente, de manera de que, una vez en puerto, tenga la posibilidad de ser debidamente reparado. Y es de esperar que así como no fue abandonado por su comandante, tampoco lo sea por quienes tienen la facultad, la decisión y los medios para ponerlo nuevamente en condiciones de navegar y así seguir preservando nuestro valiosísimo patrimonio antártico.

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13.4.07

- DESCONFIANZA -



Indices que ya no son confiables

Previsibilidad, credibilidad y transparencia son tres pilares fundamentales en los que debe sostenerse cualquier política pública para ganarse el respeto y la consideración del público y los mercados. Esos tres elementos resultan afectados, de algún modo u otro, por el manejo que está haciendo el gobierno nacional de las estadísticas elaboradas por el Instituto de Estadística y Censos (Indec) que miden la coyuntura económica: han dejado de ser transparentes, ya no son creíbles y su manipulación es previsible.

El Indec -virtualmente intervenido desde febrero último- corrigió el índice que mide la evolución de la canasta básica difundido la semana pasada, que de un aumento del 3,6 por ciento cayó al 0,2 por ciento. Ese ajuste, en años anteriores habría originado algún tipo de suspicacia, pero en el actual escenario confirma los peores pronósticos de que los cambios en el organismo oficial tenían como objetivo allanar el camino para el manejo discrecional de las estadísticas cuando éstas pudieran ser adversas a los intereses políticos de la administración nacional.

El dato sobre la evolución de la canasta básica es clave para calcular el porcentaje de hogares indigentes que tiene la Argentina, al determinar el nivel de ingresos que necesita una familia tipo (dos adultos y dos menores) para poder alimentarse un mes. Y también es una referencia obligada en las discusiones salariales. De acuerdo con las estimaciones privadas, por cada punto porcentual que aumenta el índice que mide ese conjunto de bienes, unas 100 mil personas caen por debajo de la línea de indigencia y pobreza.

Si el contexto no fuera el actual, de sospechas y acusaciones de intervención y manipulación de los datos oficiales, una baja de esas características hubiera sido celebrado como un avance por el alivio que significaría para amplios sectores de la sociedad.

La difusión del informe oficial del índice de inflación de marzo -0,8 por ciento-, incluyó el dato del fuerte aumento del valor de la canasta alimentaria, el mayor desde septiembre de 2002. Ese salto se produjo a pesar de los férreos controles de precios dispuestos por la Secretaría de Comercio Interior comandada por Guillermo Moreno y pareció acercarse a la realidad que los argentinos perciben cada vez que van a un supermercado o a un comercio de barrio para adquirir lo necesario para alimentarse.

Pero ¿cuál de los dos índices es el correcto: el difundido el miércoles de la semana última o el corregido siete días después, con una variación digna de asombro y sospecha fundada?

A fines de 2005, los precios de los alimentos habían comenzado una carrera ascendente que los ubicaban por encima de la inflación, cuestión que desvela al gobierno y lo impulsa a adoptar medidas intervencionistas, cuyos resultados terminan siendo más perjudiciales que beneficiosos para la población. Al control de precios se le sumó la manipulación de los índices, un peligroso camino que destruye el prestigio ganado por el Indec y hace que sus estadísticas comiencen a ser miradas con desconfianza.

Con los controles de precios, las autoridades nacionales cometen el error de atacar las consecuencias y no las causas reales de la inflación, y con los cambios sufridos por el Indec se corre el riesgo de pretender manipular el termómetro antes que bajar la fiebre.

En esta columna editorial nos preguntábamos en febrero último, cuando fueron removidos los funcionarios técnicos del Indec y el organismo fue virtualmente intervenido, qué pasaría cuando se dieran a conocer otros datos mucho más delicados, como el índice de pobreza, si con la difusión del índice de inflación ya se había tejido un manto de sospecha sobre su veracidad. Lamentablemente, esos temores hoy se acrecientan.

Al perderse la credibilidad sobre las cifras publicadas, queda al arbitrio de la imaginación de cada persona el verdadero nivel de la inflación o de la canasta de alimentos, daño que llevará mucho tiempo reparar y que afecta al clima de confianza que la Argentina necesita para consolidar su crecimiento.

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12.4.07

- IDEOLOGIAS -



La izquierda, la derecha y los indigentes

Por Carlos Escudé
Para LA NACION


Durante una reciente aparición televisiva en que tuve el privilegio de departir con el caudillo piquetero Luis D´ Elía, aclaré que me ubico a su izquierda. La razón es simple. Casi por definición, un occidental está a la izquierda de la teocracia iraní y sus aliados (uno de los cuales es D´ Elía).

El régimen persa representa el más jerárquico de los órdenes imaginables: su texto sagrado e increado, el Corán, es el fundamento de una ley en que los islámicos rigen sobre los infieles y los varones sobre las mujeres.

La suya es una derecha extrema en estado puro, cuya escala de valores se asemeja a la de Felipe II. Es reconocible como tal porque las jerarquías, que tienden a acentuar el orden vigente, suelen ser más valoradas por las derechas que por las izquierdas, que se inclinan por concepciones más igualitarias.

Por cierto, la verdadera derecha y la izquierda auténtica no se diferencian por sus valores sino por el ordenamiento de los mismos. Ambas son respetables, ya que sus diferencias reflejan el arcoiris de las sensibilidades humanas.

Después de todo, ¿qué es la izquierda sino un programa y una sensibilidad política anclados en una escala de valores compleja, donde el igualitarismo y la equidad tienen primacía, aunque sin menoscabo de otros valores importantes como la seguridad y la libertad? ¿Qué es la derecha sino una sensibilidad y un programa basados en una matriz similarmente compleja, en que el predominio corresponde a la seguridad y el orden público, pero sin menoscabo de la equidad y la libertad?

Entre ellas, hay una derecha liberal e izquierdas de mil matices. Todas estas etiquetas son relativas: se está a la izquierda o a la derecha de otra opción de diferentes tonalidades.

Sin embargo, en nuestro medio la izquierda, y su contraparte de "centro" (eufemismo con que la derecha autóctona se enmascara) se han convertido en banderías que nada representan excepto proyectos de poder.

Desde la derecha está mal visto que se reconozca mérito alguno a un gobierno tildado de izquierdista. Similarmente, desde la izquierda y centroizquierda toda asociación con la década de los 90 se estigmatiza, a no ser que el protagonista haya sido uno de los suyos, en cuyo caso se disimula.

Por cierto, el "progresismo" se empeña en no reconocer que la tragedia argentina, que condenó a la marginación a la mitad de la gente de un país que alguna vez fuera tierra de promisión, no fue el producto exclusivo de las abominaciones de militares y menemistas: se consumó a lo largo de más de treinta años, con los fracasos culposos de gobiernos constitucionales y militares, peronistas y radicales. Hasta el centroizquierdista Frepaso fue corresponsable de los procesos que concentraron ingresos y engendraron pobreza: recuérdese por caso la ley laboral neoliberal del gobierno de la Alianza y los sobornos a los que aparentemente apeló para sancionarla.

En forma especular, la oposición de centroderecha se atraganta con los éxitos del gobierno actual. Desde tiempos de Eduardo Duhalde ha venido anunciando una inminente catástrofe hiperinflacionaria. El hasta ahora fallido pronóstico siembra la sospecha de que tal desenlace es su deseo. Parece no comprender que la única manera de sacar de pobres a los pobres sin acudir a recetas "de izquierda", es manteniendo el crecimiento actual y un ascendente nivel de inversión, que ya es el más alto de los últimos veintiséis años.

El círculo vicioso es esperable, porque en nuestra cultura, lo que cuenta y se avalora no es lo verdadero sino a quién le sirve. Las verdades se callan y niegan sistemáticamente si son útiles para el bando opuesto. Así se degrada la calidad moral e intelectual de nuestras vidas. Cunde un desprecio nunca reconocido por los imperativos categóricos, que son tenidos por patrimonio de necios y quijotes. En este juego de suma cero en que cualquier logro de la facción rival es computado como una pérdida propia, tanto la izquierda como la derecha se subvierten y desdibujan.

Por cierto, hay pocas cosas tan infames como ese fenómeno típicamente nuestro, por el que los principales partidos políticos se convirtieron en organizaciones donde conviven tendencias ideológicas opuestas que comparten el objetivo meramente instrumental de tomar el poder. Justicialismo y radicalismo fueron y son grandes bolsas de gatos como Boca y River. Sólo representan las ambiciones de sus dirigencias. Son la antítesis del socialismo chileno, el gaullismo francés, el conservadurismo británico, el liberalismo alemán y el islamismo de los iraníes.

En un contexto como el nuestro no existen izquierda ni derecha. Imperan tan solo la lucha sórdida, la corrupción y la mentira. Sólo retienen autoridad moral las reivindicaciones de los indigentes, porque más allá de vicios y errores propios, son las víctimas absolutas de nuestras bajezas.

De allí mi respeto por sus dirigentes. Me saco el sombrero.

El autor es director del Centro de Estudios Internacionales de la Universidad del CEMA.

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30.4.07

- MAS GOOGLE -



De la era digital al mito

Dios Google


Crece cada vez más y varias iglesias reconocen su poder.
La compañía fue catalogada la semana pasada como la marca más cara del mundo.
Pero también es usada por varias iglesias de los EE.UU., que en tren de atraer fieles, reconocen su poderío al comparar su poder con el de Dios.
Y, en realidad, podría tener algunos puntos de contactos con su creencia: conoce a la perfección los secretos de millones de usuarios y sabe qué hicieron, qué hacen e, incluso, mucho de lo que harán.
El secreto del nuevo ídolo laico al que todos acuden, le piden y, en algunos casos, adoran.
Las estrategias de negocios que se propone lanzar a partir de su consolidación.


Lucas Morando - Diario Perfil


PROMOCION DIVINA

Iglesias en EE.UU. atraen devotos comparándose con el buscador. izq. a der.: “Existen algunas preguntas que no pueden ser respondidas por Google“ y “(..)Cuando Google falla, Dios toma el mando”, proclaman los presbiterianos. Otra propone: “Google no puede satisfacer todas las búsquedas”.

Google ya está a la altura de Dios

No tiene un lugar en el cielo ni está provisto de la típica mitología que suele envolver a todas las religiones, pero en menos de 10 años el buscador más usado y conocido del planeta empieza a ser considerado por muchos fanáticos como un verdadero émulo e incluso un competidor del Creador.

Sin intentar caldear los ánimos de las almas más creyentes, un poco en serio y un poco con el objetivo de promocionarlo, algunas organizaciones virtuales como La iglesia de Google (The church of Google) promueven la masificación del Googlelismo, una “religión” que dice haber encontrado mayores y reales ventajas en divinizar la figura de Google antes que creer en preceptos más tradicionales.

El planteo de estos devotos es que, a diferencia con las religiones más convencionales, Google ofrece evidencias científicas y claras de su verdadera esencia divina al mismo tiempo que cuenta con varias de las atribuciones clásicamente que tiene un Dios. Por eso, argumentan, “rechazamos los típicos dioses con características sobrenaturales ya que no son comparables”. Tanto fanatismo despertó esta particular visión que sus impulsores no vacilaron en redactar un decálogo con las pruebas que justifican su tan particular fe.

Del cielo a la tierra

Si bien a esta altura se puede pensar que lo anterior, en algún punto, es una locura de algún adolescente que no tiene nada mejor que hacer, pero varios especialistas consultados por PERFIL coincidieron con algunos de estos conceptos: “Google hoy es la ventanilla donde se concentra el acceso informativo a muchas de las prácticas cotidianas.

Permite desde lo más básico como comprar una entrada para ir al cine hasta enterarse cuál es el último planeta descubierto en el Sistema Solar”, explica Susana Finquelievich, autora del libro La innovación ya no es lo que era, y completa: “Para algunas personas no religiosas es lo más importante después del amor, el dinero y la salud”.

Y para los que sí son creyentes, se está convirtiendo en algo que casi le pisa los talones al Ser Supremo. De hecho, varias sedes de iglesias presbiterianas y baptistas en los Estados Unidos se promocionan con frases de tipo: “¿Necesita respuestas para las difíciles cuestiones de la vida? Cuando Google falla, Dios toma el mando” (ver fotos).

Dependencia

Otros enfocan este fenómeno desde la cantidad de información vital sobre millones de usuarios de todos los rincones del planeta que concentra el megabuscador en sus servidores. En una verdadera metáfora de la divinidad, el buscador sabe qué es lo que hicieron, lo que hacen y lo que harán (puede predecir patrones de consumo y es el “gran innovador” de la web). “Google guarda todos tus emails, tus fotos, tus calendarios, los documentos de tu trabajo. Nadie tiene tanto poder en el mundo virtual y eso se termina derramando en el mundo real”, indicó Mariano Amartino, consultor de tecnología.

Los especialistas consultados coincidieron en que si el buscador se “apagara”, al menos por un tiempo se viviría un temporal “caos”. Y no hay que olvidarse que la gran mayoría de las páginas que existen en Internet sólo se conocen gracias a que el buscador las ha indexado en algún momento. Como un creador, las encontró y popularizó para que millones de personas las descubran. Quizás por eso, Amartino se permitió un giro poético: “No se si Google es Dios, pero al menos es el que tiene la llave del cielo”.

29.4.07

- CLIMATOLOGÍA -



Cambio climático,

problema de todos


Días pasados se difundieron informaciones de inusitada gravedad referidas al proceso de cambio climático y sus consecuencias en el orden global, en América latina y en nuestro país. Lo conocido ahora confirma y amplía cuanto se ha indicado en la última década, a partir de la cumbre en Kyoto, en 1997. Sin afán de dramatizar, las predicciones científicas pueden interpretarse como un llamado urgente a tomar medidas y planificar cambios indispensables a fin de afrontar del mejor modo situaciones catastróficas que ya están siendo dolorosas realidades.

Un indicador elocuente del grado de significación de este problema mundial es que, por primera vez, el Consejo de Seguridad de la ONU ha dado a la cuestión climática y sus efectos el carácter de una amenaza urgente a la paz y la seguridad mundial. Este enfoque implica que, por la índole de los desastres que se avizoran, es coherente anticipar conflictos agudos entre pueblos y naciones que serán afectados por la falta de agua potable y de alimentos. Así, se estima que alrededor de 200 millones de personas tendrán que migrar de las regiones que habitan hacia otras tierras que ofrezcan aquello de lo cual carecerán.

Por su parte, el Grupo Intergubernamental de Expertos en la Evolución del Clima (cuya sigla en inglés es IPCC), de la ONU, recordó algunas calamidades ocurridas en América latina que anticipan mayores daños: inundaciones de nuestro litoral, las tempestades de granizo en Bolivia, un número nunca registrado antes de huracanes y ciclones en el Caribe, la reducción de los glaciares andinos y el crecimiento del nivel del mar al derretirse los hielos del Artico. Para la mitad de este siglo se pronostica que dejarán de ser productivas el 50% de las tierras cultivables y se irá extinguiendo buena parte de la biodiversidad.

Los científicos del IPCC expusieron en la sede de la ONU para la Argentina y el Uruguay un cuadro para nuestro país semejante a lo proyectado para el resto de las regiones: temporales, inundaciones que alternan con sequías, cambios en el mar que provocan migraciones de peces típicos de nuestra fauna ictícola, degradación del suelo que impedirá el cultivo del maíz y el trigo, deterioro de bosques milenarios. Se prevé que a causa de la reducción de las reservas de agua disminuirá la producción de energía hidroeléctrica, además de pronosticarse enfermedades transmitidas por mosquitos, como la malaria y que el riesgo de contraer cáncer de piel se extenderá en el Sur a causa del deterioro de la capa de ozono.

Frente a estos profundos cambios, es necesario que las autoridades y la población fijemos estrategias de acción antes de que sea tarde. Por eso, es preciso actuar cuanto antes para que desde los estados nacional y provinciales se adopten medidas que mejoren los sistemas de alerta temprana, con equipamientos de alta precisión y tecnología, capaces de anticipar las profundas alteraciones climáticas. Un sistema de prevención de calidad, en el cual el Servicio Meteorológico Nacional debe ocupar un lugar de primerísimo nivel, y que cuente con la participación de centros de investigación científica, como los que pertenecen a las universidades en diferentes lugares del país.

Los tiempos que corren no pueden tomarnos por sorpresa. Frente a estos cambios drásticos la ignorancia es el peor camino, por lo tanto no sólo debemos tomar conciencia de los riesgos que existen, sino también colaborar modificando nuestros hábitos, haciendo un uso racional de la energía y del combustible y protegiendo el medio ambiente.

El sombrío panorama que se viene observando exige un tratamiento prioritario, que recupere parte del tiempo perdido. Desde luego, importa mucho la acción global coordinada, también morosa allí donde más se influye en el calentamiento climático, como ha venido ocurriendo en Estados Unidos. Pero, dentro del país, pueblo y dirigentes estamos obligados a tratar de reducir los tremendos riesgos que se vaticinan.

28.4.07

- DISTINTOS VERDES -



Las plazas y sus rejas

Por Marta Varela
Para LA NACION


No todos los espacios verdes son iguales ni se usan de la misma manera. Hay plazas de escala barrial y otras que atraen a habitantes de toda la región, como sucede los fines de semana con el parque 3 de Febrero y la Costanera Sur. Pero también hay plazas históricas y ceremoniales, e incluso plazas que actúan como centros de trasbordo.

El análisis sobre el uso, la historia y el paisaje de cada espacio verde ayuda a definir las características de su diseño, equipamiento y mantenimiento. Dentro de ese análisis, la colocación de rejas se decidirá si sirve para mejorar la sustentabilidad del espacio público. Cuando YPF propuso colocar la reja en El Rosedal, fue parte de una decisión mayor que buscaba la recuperación patrimonial. Con ese objetivo, la reja fue plausible.

Pero la instalación de una reja no puede ser nunca una decisión aislada. El problema en la actualidad es que cuando se interviene en el espacio público no se efectúa ese análisis, sino que el gobierno coloca rejas como si se tratara de plantar panes de césped.

El caso más burdo y más reciente es la reja en torno del Cenotafio de los Héroes de las Malvinas. Ese lugar no admite una reja, como tampoco la admitiría el monumento al general San Martín. Son ámbitos donde se conmemora a la Patria y en los que es de esperar el mayor respeto y realce.

La plaza Italia también luce ahora una reja perimetral de más de dos metros de alto. Esa plaza es parte de uno de los centros neurálgicos de la ciudad, donde se encuentra el mayor centro de exposiciones del país, y pasan decenas de líneas de transporte en todas las direcciones. El uso de esa plaza está, en buena parte, condicionado por el tránsito permanente de personas que la atraviesan. Si se puso la reja, es que se piensa cerrarla, y esa plaza no se puede cerrar a ninguna hora del día. Al colocar la reja se ha dañado el diseño de la plaza. Cualquiera que pase por allí notará que los grandes accesos a la plaza han quedado ahora cerrados en forma permanente por la reja, la que cuenta con portones diminutos. La reja, el diseño y el uso de la plaza están colisionando.

Hace un tiempo se anunció la puesta en valor de la plaza Alemania y se subrayó que la obra se proponía recuperar el diseño original de Thays. Luego de inaugurada, el gobierno porteño decidió ponerle una reja perimetral. La reja no sólo es de muy baja calidad, sino que al no haber sido pensada dentro del diseño de la plaza cerró en forma definitiva varios de los accesos a los caminos internos de ella, lo que echó por la borda el homenaje a Thays. En este caso, como en otros, lo que no advierten los funcionarios es que si el análisis indica que es mejor poner una reja para asegurar la sustentabilidad del espacio, el diseño del espacio verde tiene necesariamente que cambiar.

La reja supone que, en algún momento, la plaza se cierra. Pero en la actualidad muchos espacios no se cierran por la noche, o los encargados de abrirlos o cerrarlos son los mismos vecinos, o peor aún, permanecen cerrados durante todo el día o sólo abren algunos días. El piletón de la plaza Urquiza, frente a Canal 7, está cerrado durante los días de semana. La reja fue colocada para evitar que los chicos de la vecina Villa 31 la usaran como pileta o que algún mendigo lavase la ropa. Eso se hubiese podido evitar con vigilancia, sin sacar del uso público una buena porción del parque.

Hay casos más difíciles de explicar. El parque Indoamericano, en Villa Soldati, fue cerrado por la actual administración con una enorme reja perimetral (suman más de 3 km), pero sin que se efectuara la más mínima intervención para lograr su mejora, que por cierto necesita. Por supuesto que permanece abierto día y noche, mientras que dos sectores internos, el Parque de los Derechos Humanos y el Parque de los Héroes de las Malvinas, tienen sendas rejas perimetrales.

La plaza Colón es un caso más curioso. Allí la reja se levantó por la inseguridad que siente el presidente de la Nación, que incluso se aventura ahora a querer llevar allí el helipuerto. No había razones para contrariar tanto la historia y el paisaje de nuestra ciudad. Olvidada durante años, ahora la plaza está en obra desde enero del año pasado. La ciudad lleva gastados más de 11 millones de pesos, lo que la convierte en la plaza más cara de la historia de la ciudad.

Las rejas por sí mismas no son buenas ni malas, sino que dependen de la evaluación de cada espacio por intervenir. Lo cuestionable es que el Estado haya abandonado por años el mantenimiento de los espacios verdes y ahora, con el afán de cuidarlos, sólo piense en su resguardo a través de la colocación masiva de rejas. En el futuro, deberán conjugarse de mejor forma la identidad ciudadana y la necesidad de proteger el patrimonio por medio de una paleta de opciones, que incluirá a las rejas como una alternativa más, pero no la única.

La autora es legisladora porteña y vicepresidenta del bloque Recrear y de la Comisión de Protección y Uso del Espacio Público.

27.4.07

- G 8 -



El G-8 no

cumplió sus promesas


Por Jeffrey D. Sachs

Para LA NACION

NUEVA YORK




Las Metas del Milenio para el Desarrollo son las que ha acordado el mundo para reducir la pobreza, el hambre y las enfermedades. Establecidas en 2000, sus objetivos debían alcanzarse para 2015. Estamos a mitad de camino. Hasta ahora, pese a interminables declaraciones sobre aumentar la ayuda a los países pobres, las naciones ricas del Grupo de los Ocho no han cumplido la parte que les toca.

Aquí hay mucho cinismo. En la Cumbre del G-8 de 2005, en Gleneagles, los países miembros se comprometieron a duplicar su ayuda a Africa para 2010. Poco después, me invitaron a una pequeña reunión de alto nivel en la que se trataría el seguimiento. Pedí una planilla que indicara los incrementos programados, año por año, y su asignación (países donantes y receptores).

La respuesta que recibí me dejó helado: "No habrá planillas de seguimiento. Estados Unidos ha insistido en que se omitan". El mensaje era claro. El G-8 había hecho una promesa explícita, pero no había planificado en absoluto su cumplimiento. Más aún: había dado instrucciones precisas de no hacerlo.

Ahora, el G-8 cosecha los frutos de su inacción. En el año subsiguiente a la Cumbre de Gleneagles, las cifras de ayuda se rellenaron con cálculos engañosos sobre operaciones de cancelación de deudas. Con la mayoría de éstas casi concluidas, los datos actuales revelan la verdad desnuda: la ayuda para el desarrollo de Africa y, en un sentido más general, de los países pobres, permanece estancada, contrariamente a todo lo prometido.

Seré más específico. En 2005-2006, la ayuda total a Africa, excluidas las operaciones de cancelación de deudas, aumentó apenas un 2 por ciento. De hecho, según cifras oficiales para el mismo período, la asistencia neta (o sea, sin las operaciones de cancelación de deudas) a todos los países receptores declinó un 2 por ciento. Hasta el Banco Mundial, que suele adoptar el punto de vista de los donantes, admitió: "Las promesas de un aumento gradual de la ayuda no se han cumplido"... salvo en cuanto a cancelación de deudas.

Las reacciones en privado entre altos funcionarios del G-8 son sorprendentes. Uno me dijo que, de todos modos, las promesas de ayuda eran puras mentiras. Discrepo con su opinión, pero me alarma el cinismo que refleja. Muestra la naturaleza de los debates en los más altos niveles del G-8.

Todo esto parecería insuperable si la economía básica no fuera tan obvia. No hablamos de metas financieras inalcanzables. En verdad, la suma de dinero es minúscula. El G-8, que representa a casi 1000 millones de personas, ha prometido llevar la ayuda a Africa de los 25.000 millones de dólares de 2004 a 50.000 millones en 2010. ¡La diferencia representa menos del 0,10 por ciento de los ingresos de los opulentos países donantes!

Pongamos las cosas en perspectiva. Las bonificaciones pagadas por Wall Street para la Navidad de 2006 -sólo las bonificaciones- totalizaron 24.000 millones de dólares. En la guerra de Irak, que sólo produce violencia, se gastan más de 100.000 millones de dólares anuales. Por tanto, el G-8 podría cumplir sus compromisos, si a los países ricos les importara hacerlo.

Para poner a salvo su credibilidad, el G-8 tiene que dejar bien en claro -una vez más- que cumplirá su compromiso de elevar la ayuda a Africa a 50.000 millones de dólares para 2010. Así, los cínicos que hay dentro de los gobiernos que integran el G-8 podrán comprender sus obligaciones. Es más: a diferencia de 2005, el G-8 debe presentar un plan de acción. La falta de compromisos específicos contraídos por países específicos es una muestra escandalosa de pésimo gobierno.

Por último, los países receptores necesitan conocer las expectativas de incrementos anuales de la ayuda para poder trazar sus propios planes. Esa mayor ayuda debería destinarse a construir caminos, redes de electricidad, escuelas y hospitales, y a la capacitación de maestros, médicos y asistentes comunitarios de salud. Todas estas inversiones requieren programas y años de implementación. La ayuda no puede ser un acertijo. Debe prometerse en términos claros que abarquen un período de varios años. Así, los receptores podrán utilizarla con sensatez y rendir cuentas.

Reconozco que el problema del G-8 no se limita a su mala fe o falta de voluntad política: también cuenta su incompetencia básica. El gobierno de Estados Unidos no sabe realmente qué está haciendo en Africa porque, a lo largo del tiempo, su agencia de ayuda ha sido despojada de la mayoría de sus asesores y estrategas. Además, el gobierno de Bush politizó la prestación de ayuda derivándola a grupos religiosos privados que integran la coalición política oficialista. Por eso gran parte de la financiación norteamericana de la lucha contra el sida se atiene a los preceptos religiosos, más que a los científicos.

Por suerte, los pasos necesarios no son complicados. Los países africanos ya han identificado sus inversiones de alta prioridad en salud, educación, agricultura e infraestructura (caminos, energía, acceso a Internet). Dichas inversiones se podrían incrementar en forma sistemática de aquí a 2015, a fin de que esos países pudieran alcanzar las Metas del Milenio para el Desarrollo. Los planes ya están sobre la mesa o, al menos, guardados, en espera de los fondos del G-8.

Es hora de que los países ricos dejen de sermonear a los pobres y cumplan con la palabra empeñada. Los ciudadanos de los Estados del G-8 deben pedir cuentas a sus gobiernos por las promesas incumplidas.

(Traducción de Zoraida J. Valcárcel)

© Project Syndicate y LA NACION

El autor es profesor de Economía y director del Earth Institute, en la Universidad de Columbia.

26.4.07

- DESCUBRIMIENTO -



Texto antiguo revela nuevos secretos

Rebecca Morelle
BBC




El comentario sobre Aristóteles está escondido en el pergamino.
Los expertos están "sin palabras" al descubrir que un libro de oraciones medieval ha ofrecido otro texto antiguo -considerado como clave- dentro de su propio pergamino.
Obras del matemático Arquímedes y del político Hipérides ya habían sido descubiertas dentro del libro, que se conoce como el Palimpsesto de Arquímedes.

Ahora, un sistema avanzado de procesamiento de imágenes ha revelado un tercer texto, un comentario sobre el filósofo Aristóteles.
William Noel, el director del proyecto, dijo que era "un hallazgo sensacional".
El libro fue escrito en el siglo XIII por un escriba llamado Juan Myronas.
Pero en lugar de usar un nuevo pergamino para su trabajo, empleó páginas de cinco libros existentes.
El doctor Noel, curador de manuscritos del Museo de Arte Walters de Estados Unidos y co-autor de un libro próximo a publicarse sobre el Palimpsesto de Arquímedes, dijo: "Es un proceso más bien brutal, pero así uno puede reutilizar el pergamino si uno se queda corto".
"Se toman los libros de las estanterías, se raspa el texto, se corta y se hace un nuevo libro".

Pergamino reciclado

En 1906 se descubrió que uno de los libros reciclados para formar el manuscrito medieval contenía un trabajo único de Arquímedes.


Arquímedes era un matemático de la antigua Grecia.

En 2002, la tecnología moderna de imágenes no sólo ofreció una visión más clara de las palabras del famoso matemático, sino que también reveló otro texto, el único manuscrito conocido de Hipérides, un político ateniense del siglo IV AC.
"En este punto uno empieza a pensar que dar con un palimpsesto es fantástico y que hacerlo con dos, es absolutamente sorprendente. Pero entonces sucedió algo aún más extraordinario" le dijo Noel a la BBC.

Uno de los libros reciclados estaba siendo muy difícil de leer, explicó Roger Easton, un profesor de ciencias de la imagen en el Instituto de Tecnología de Rochester, en Estados Unidos.
"Estamos usando una técnica llamada imagen multiespectral", dijo el investigador.

Esta técnica usa fotografías tomadas con diferentes longitudes de onda para resaltar las características particulares del área observada.
Ajustes sutiles de este método, explicó el profesor Easton, permitieron que de repente se revelaran las imágenes escondidas.
"Aunque no podía leer el griego antiguo, el simple hecho de que pudiera ver las palabras me dio escalofríos", dijo Easton.

Los fundamentos de la lógica

Un equipo internacional de expertos empezó a escrutar las antiguas palabras, explicó Reviel Netz, profesor de ciencia antigua de la Universidad de Stanford, y coautor del libro sobre el palimpsesto.
Las pinturas y las palabras en el pergamino esconden bajo ellas otras palabras.
Una serie de pistas, tales como la detección de un nombre clave al margen, llevaron al equipo a obtener sus conclusiones.

"El pasaje filosófico en el Palimpsesto de Arquímedes esta ahora identificado de manera definitiva como un comentario relativamente temprano a las categorías de Aristóteles", dijo el profesor Netz. Y agregó que las categorías de Aristóteles habían servido como la base para el estudio de la lógica a lo largo de la historia occidental.

Nuevos estudios revelaron que el autor más probable de este comentario único es Alejandro de Afrodisias, le dijo a la BBC el profesor Robert Sharples de la Universidad de Londres. Dijo que si este era el caso, "nos entrega parte de un comentario que anteriormente se creía perdido, escrito por el más importante de los comentaristas antiguos de Aristóteles".
"Estoy sin palabras por lo que ha resultado ser este libro" expresó el Dr. Will Noel

Actualmente se está llevando a cabo una traducción provisional del comentario.
Éste revela un debate sobre algunos aspectos de la teoría de la clasificación de Aristóteles, tales como si "patas" se usa para los animales, entonces ¿podría usarse para clasificar cualquier otra cosa, como una cama?

El pasaje dice: "Dado que 'pata' es ambiguo cuando se aplica a un animal o a una cama, también lo son 'con patas' y 'sin patas'. Así que 'por especies' (Aristóteles) está diciendo 'por fórmula'.

Por cuanto la misma palabra indica las diferencias de géneros que son diferentes y no subordinados el uno al otro, como fórmula, no son los mismos".

Noel dijo: "No hay filósofo más importante en el mundo que Aristóteles. Poder tener las primeras opiniones del siglo II y III de las categorías de Aristóteles es simplemente fantástico".

"Ahora tenemos un libro que contiene tres textos del mundo antiguo que son absolutamente centrales para nuestro entendimiento de las matemáticas, la política, y ahora, de al filosofía", dijo.

"Estoy sin palabras por lo que ha resultado ser este libro. Hacer estos descubrimientos en el siglo XXI es francamente loco. Simplemente es muy emocionante".

25.4.07

- DESTACADA ACTUACION -



Cultura y Honor


Cuando jóvenes, al observar los retratos de los próceres, siempre mirando al futuro con la barbilla levantada y un dejo de autoridad; creíamos estar viendo la imagen del honor, de la gloria.

Hoy día, la gloria se consigue con poco, poquísimo; tan sólo con acercarse de algún modo al mundo de la massmedia berreta se consigue la gloria cuasi instantanea. La cultura no es algo que se impone, sino que aflora, es el resultado de la realidad.

Así como los "contestatarios" de los ·70 (por ser suaves) elegían la prosa y las notas musicales como medio para trasladar su protesta por tal o cual motivo, hoy la juventud "SMS" traslada sus frustraciones a través de distintos medios, incluyendo por sobre los demás los medios audiovisuales.

Existe la creencia arraigada que si no se esta en la tv, no se existe; es casi un limbo viviente que nos tiene como receptores tan sólo. Aquellas masas se vuelcan de algún modo a participar de este (permítanme decirlo) flagelo, que tan solo retroalimenta el circulo vicioso en el que se encuentran, donde la banalidad es la lógica y el delirio la idea fuerza.

Paso casi desapercibido, pero el viernes pasado, el Capitán Tarapow atracó en puerto al malogrado Almirante Irizar, sus primeras palabras al Almirante Godoy fueron "la tripulación fue rescatada en su totalidad, y al buque lo rescatamos en un 85%" palabras mas, palabras menos, rescato en su mensaje monocorde lo positivo, puso por encima de su heroicidad la tarea por la cual la patria lo encomendó.

No pretendió la gloria instantánea, ni de hecho paseo por los medios dando cuenta de su proeza; tan solo y con sus palabras puso negro sobre blanco "nadie defiende lo que no conoce, nadie lucha por lo que no ama".

El común denominador lucha sin conocer lo que quiere de la vida, mas no es capaz de defender lo que ama; el Capitan Tarapow es un raro exponente de la cultura del honor, honrémoslo entonces; a diferencia de lo que aparece en el día a día, este hombre se lo ha ganado.

Adrián Marcelo Parisi

24.4.07

- KRIPTONITA -



Hallan kriptonita en la Tierra

En las historietas, la kriptonita deja a Superman sin poderes.
Un equipo de científicos británicos descubrió un material que se parece a la kriptonita, el mineral que deja al héroe de las historietas, Superman, sin poderes.

Los expertos del Museo de Historia Natural en Londres examinaron el mineral recientemente descubierto en una mina en Serbia y encontraron que su composición química es la misma que se le atribuye a la kriptonita.
Pero ahí es donde terminan las similitudes.

"Tendremos cuidado con el mineral, no quisiéramos privar al Mundo de su más famoso superhéroe" dice el Dr. Chris Stanley
La kriptonita de las historietas es una sustancia verde y reluciente que viene del planeta Kriptón.

Cuando el planeta fue destruido en una colosal explosión, trozos de este viajaron por el espacio y llegaron, como meteoritos, hasta la Tierra.

Villanos, como Lex Luthor, descubrieron que el mineral emite radiación que sirve para doblegar al superhéroe.

No es verde

En cambio, la sustancia encontrada en Serbia es blancuzca y terrosa y no emite radiación.
Sin embargo, en la película "Superman Regresa", un pedazo de kriptonita está exhibido en un museo con un rótulo que lee: hidróxido de silicato de sodio litio boro con flúor.

Cuando el mineralogista Chris Stanley del Museo de Historia Natural formuló la composición del mineral descubierto ésta tenía exactamente la misma que la piedra ficticia, aunque sin el flúor.

Jadarita

El doctor Stanley pudo confirmarlo cuando ingresó los datos en la internet y vio que coincidían con los de la película.

"Tendremos cuidado con el mineral, no quisiéramos privar al Mundo de su más famoso superhéroe", aseguró el doctor Stanley.

El nuevo mineral, no obstante, no será conocido formalmente como kriptonita. Recibirá el nombre de Jadarita, por el sitio donde se encontró.

BBC Mundo

23.4.07

- QUERER ES PODER -



SE PUEDE, CLARO QUE SE PUEDE!

La Argentina es un país que puede ser muy superior al actual.
Hay que más y mejor trabajo planificando un futuro inclusivo y posible.
Dejar de lado los individualismos y divisiones de todo tipo.
Ser realmente solidarios con el prójimo y castigar a los corruptos.
No debemos apartarnos de la Constitución y de la ley, bajo ningún aspecto.
Hacer un profundo "mea culpa": probablemente sea un buen comienzo.
No somos ni "los mejores" ni "los peores" del planeta.
Somos lo que somos y podemos mejorar.
Nos criamos pensando que éramos "europeos" y no "sudamericanos"
Pasamos abruptamente de la euforia a la depresión.
Somos totalmente pendulares en nuestras decisiones. Altaneros.
Abiertos a los productos, o de fronteras cerradas. Dólar libre o regulado.
Del primer mundo, a tener que compararnos con Nigeria.
Blanco o negro, sin pensar que hay una inmensa gama de grises.
Tenemos un inmenso territorio prácticamente despoblado.
No hay enfrentamientos religiosos ni tribales.
No tenemos problemas con "nuestros vecinos" del cono sur.
(no incluir la fantochada de Botnia)
Poseemos todos los climas, gran cantidad, calidad y variedad de alimentos.
Exportamos "cerebros" en todo tipo de disciplinas.
Pese a todo, nos destacamos culturalmente. No cabe duda.
Buenos Aires es la capital cultural de América del Sur.
Sinceramente, ¿no nos merecemos otra realidad?
Debemos buscar la manera que de nuestro país, merezca ser vivido!
Lo tenemos todo... manos a la obra!!!

Se puede, claro que se puede!!!

Ricardo A. Carrasquet

22.4.07

- FRONTERAS -



De este lado, del otro lado


Este año, la fiesta de la cultura tiene como lema "Libros sin fronteras". El autor de Sefarad reflexiona en este artículo sobre la literatura como un camino que nos permite ir más allá de nuestro propio ser


La literatura es imaginarse o querer averiguar lo que está al otro lado: más allá del umbral de la habitación, detrás de la puerta entornada que nuestra mano empujará o de la puerta cerrada con una llave que tal vez nos estará prohibido buscar; al otro lado de un río, detrás de una silueta azul de montañas. La literatura es contar lo que hemos encontrado a lo largo del camino elegido e imaginar lo que habríamos podido encontrar si hubiéramos escogido el otro, "the road not taken", en la hermosa expresión del poeta Robert Frost, si nos hubiéramos quedado con la otra mujer ya quimérica del poema de Yeats. Lo que hay a este lado, lo que nos parece que somos sin incertidumbre, lo que tenemos, merece sin duda una atención cuidadosa. Pero es precisamente esa atención a lo familiar la que nos revela en él la presencia de lo desconocido, las fronteras invisibles del otro lado de las cosas.

Cuando hablo de literatura no me refiero sólo a literatura de ficción. Literatura es contar el mundo con palabras, contar lo que existe y lo que no podría nunca existir, lo que nos ha sucedido y lo que nos pudo suceder tan sólo si el azar hubiera introducido un cambio mínimo en la trama de la vida. Lo que ahora se divide tan crudamente en las listas de ventas entre ficción y no ficción -¿pero cómo puede nombrarse a algo por lo que no es?- responde a las mismas fronteras que Aristóteles estableció entre la Poesía y la Historia, sobre las que tan agudamente reflexionó Cervantes en un libro tan fronterizo como el Quijote.

Nosotros llamamos ficción a lo que Cervantes, lector de Aristóteles, llamó poesía: el relato de las cosas no como realmente fueron sino como pudieron o debieron ser. La historia, la narración de lo real, a nosotros se nos ha vuelto mucho más amplia, en la medida en que el método científico ha dilatado el campo de nuestros conocimientos y nos ha permitido conocer algunas de las leyes de la naturaleza. Por los mismos años en que Cervantes empezaba a conocer el éxito de su novela (que tristemente nunca lo sacó de pobre) y planeaba con cierta pereza la segunda parte, Galileo miraba por primera vez los cráteres de la Luna y las lunas de Júpiter gracias a la lente de su telescopio, y al mismo tiempo que inventaba el método experimental registraba sus descubrimientos con una escritura tan clara y tan bella que sería injusto no calificarla de literatura, y hasta de poesía.

Dice Milan Kundera que Cervantes descorrió por primera vez el velo que impedía a la literatura mirar las cosas tal como son, y que al hacerlo inventó la novela, que es tal vez el arte más mestizo, el que aprovecha por igual lo cierto y lo inventado, y así rompe para siempre el velo de la idealización, traspasa la frontera entre lo posible y lo imposible. Pero es un velo semejante el que traspasa Galileo con su telescopio, una frontera igual de rigurosa la que rompe Robert Hooke mirando inversamente por un telescopio y descubriendo en él los reinos fantásticos y los animales increíbles contenidos en una gota de agua.

Si hay una frontera que conviene abolir cuanto antes, es la que al identificar literatura con ficción deja al otro lado y como en tierra de nadie ámbitos enteros de la expresión escrita. ¿Hay en el siglo XVIII prosas más resplandecientes que las de Gibbon o Buffon, siendo uno historiador y naturalista el otro? Decía el gran Cyrill Connolly que a él le convenía siempre escribir en las horas más luminosas de la mañana, para que la claridad del sol corrigiera su tendencia irlandesa o celta a los excesos de bruma. De un modo semejante, a los lectores de la literatura del siglo XIX nos conviene compensar las sombras dramáticas del melodrama gótico y de los folletines tremendos de Charles Dickens con la escritura sobria, precisa y no menos arrebatadora de Darwin. El diario del viaje del Beagle, The Origin of Species , The Descent of Man , por no hablar de la Autobiografía , contienen algunas de las historias mejor contadas de la lengua inglesa.

El novelista mira con avaricia la realidad exterior o la propia memoria y mientras va contando inventa lo que vio: el naturalista, el historiador, el científico, el reportero de talento tienen la misma entrega a su relato, pero además de poner en él los cinco sentidos saben que han de mantenerse fieles al severo principio aristotélico de contar las cosas como son. Pero además el novelista es un parásito que se apodera también del lenguaje de lo real para fingirse cronista cuando está siendo un embustero, igual que se apodera de los lenguajes de la poesía o del periodismo y los parodia y los convierte en otra cosa, y al hacer borrosas y equívocas las fronteras entre la realidad y la ficción nos fuerza a agudizar la mirada para distinguir más claramente entre ellas, igual que un artista barroco al pintar un trompe l oeil , un trampantojo como se decía bellamente en español.

El otro lado siempre está tentándonos. Por eso don Quijote, personaje de una novela, lee una novela titulada don Quijote, y Charles Darwin se adiestra en las artes narrativas de la ficción y hasta de los relatos de aventuras para esbozar una teoría que va a trastornar el mundo, y Arthur Conan Doyle imita en sus historias policiales el estilo de la ciencia experimental. Por eso Borges convierte en protagonista de un hallazgo tan improbable como el del Aleph a un narrador en primera persona que se llama Borges, y James Joyce cuenta exasperadamente todo lo que le sucede a un solo hombre en un solo día, un día en el que en apariencia no ocurre nada en particular.

Curiosidad y extrañeza: la literatura es deseo de conocimiento, y también recelo o sospecha hacia lo que se da por ya sabido. Pero nada puede darse de verdad por supuesto. Uno de los poemas que yo leo más veces y nunca se me agota es el que William Carlos William dedicó a un carrito de mano rojo mojado por la lluvia. Tiene sólo ocho versos, algo más de veinte sílabas inglesas, pero en esa brevedad se contiene exacta una presencia a la vez vulgar y memorable. Tu misma cara, que conoces de memoria, se vuelve la de un desconocido cuando la descubres por sorpresa en el espejo inesperado de un escaparate.

No es una cara nueva, sino la cara verdadera, la que no te dejaban ver esas escamas que según Marcel Proust la costumbre nos pone delante de los ojos. Interrumpes las vacaciones de verano a causa de una emergencia y regresas por un día o por unas horas a la casa cerrada y desierta a la que no deberías volver hasta final de agosto: el sonido de la llave y el de la puerta al abrirse no son ahora los mismos porque interrumpen un silencio muy largo, y la penumbra de las habitaciones con las cortinas echadas parece sugerir el espacio de otra vida que no es la tuya. Sorprendes en las cosas más habituales una indiferencia casi dolorosa, porque han permanecido intactas e idénticas sin ti, y ahora parecen refractarias a tu llegada, como un perro que no se levanta para salir corriendo a recibirte.

El otro lado está en este lado. Ni el amor más intenso, el más fanático, el más correspondido, te permitirá saber qué hay ahora mismo en el pensamiento de la persona que te sonríe y entorna los ojos un poco antes de besarte. Por mucha ternura y cuidado que reciba el enfermo, está solo en el mundo con su dolor, y la punzada del dolor es más poderosa que la ternura y pesa más que el mundo entero. A cada paso que das pisas una frontera invisible. El mundo que hay a tu espalda y que tú no ves es un enorme país extranjero.

El otro lado está dentro de uno mismo, en esos lugares y rostros que la conciencia había olvidado y que emergen con una claridad exacta en los sueños, sin que sepamos qué marea nos los ha devuelto, qué voluntad los ha salvado de perderse en el tiempo. El otro lado empieza a unos centímetros de la piel, al final de esa frontera que W. H. Auden sitúa "some thirty inches from my nose". En el mundo anglosajón, es una frontera más arriesgada de traspasar que la del río Grande, y cuando un desconocido roza por casualidad a otro se produce un espasmo retráctil, como de defensa contra una amenaza, igual que cuando unos ojos se detienen por más de unas décimas de segundo en otros.

Quien más siente esa frontera tan próxima es el extranjero, el que se encuentra solo en el país y en la lengua, porque entonces todo lo que hay a su alrededor es el otro lado, y según él se mueven las personas y las cosas se apartan para que él no las roce, y las palabras se extinguen antes de que él las comprenda. El otro lado es el vagón del metro, la calle, la ciudad, el país entero: esa frontera no se abre con pasaportes ni visados, ni tiene puntos débiles por los que se pueda deslizar el emigrante clandestino. Está llena de carteles amenazadores: "No tresspassing", "Prohibido asomarse al exterior", "E pericoloso sporgersi", "Halt", "Stop". Carteles invisibles, alambradas de pinchos que no desgarran la piel, torres de vigilancia con reflectores que no ciegan los ojos y que sin embargo transmiten una aterradora sensación de peligro.

A un lado están los admitidos, los legítimos, los que tienen los papeles en orden, los que no deben temer nada de un registro ni ponerse nerviosos ante la mirada insistente de un policía de fronteras: del otro lado están todos los demás; el que lleva un pasaporte sospechoso; el que tiene miedo de que le abran la maleta; el que al aproximarse al puesto de control siente que va volviéndose culpable de algo, aunque no haya hecho nada, y al sentir eso ya mira como un sospechoso, y atrae la atención del que tendrá la potestad de expulsarlo.

Lo que casi nadie piensa es que este lado puede convertirse muy fácilmente en el otro lado: que el país al que uno creía pertenecer lo expulse o lo persiga o simplemente deje de existir, convirtiendo en apátridas a sus antiguos ciudadanos; que el guarda de frontera puede cualquier día encontrarse temblando delante de un puesto fronterizo en el que su uniforme y sus credenciales no sirven de nada; que a uno mismo, por diversas razones, se le quiebre la identidad en la que tanto confiaba y se encuentre perdido, extranjero, a merced de otros, expulsado en el otro lado, donde nadie lo conoce, donde nadie habla su lengua ni admite su cercanía y menos aún el roce de su piel porque es más oscura o porque es más pálida.

Franz Kafka, que sabía tanto de fronteras y de extranjería, inventó la fábula del hombre que llega junto a la puerta de la ley y no puede cruzarla porque un guardián se lo impide. Pasa el tiempo, le llega el momento de morir, y sólo entonces le pregunta al guardián cómo es que a lo largo de los años nadie más se ha acercado a esa puerta. El motivo, le explica el guardián, es que esa puerta estaba reservada sólo para él.

La literatura nos ayuda a saber que este lado es también el otro lado: que el sufrimiento o la verdad del otro pueden ser los tuyos. La literatura alimenta nuestra rebeldía al sugerirnos la queja de Rimbaud, de que la vida está en otra parte, pero también nos enseña la otra verdad simétrica, que hay otros mundos pero están en éste. En el fondo, lo que hacen siempre los libros es ofrecernos el telescopio de Galileo y el microscopio de Robert Hooke, la invitación al viaje de Baudelaire y la advertencia de Pascal de que todos los infortunios le sobrevienen a un hombre por no saber quedarse solo en una habitación, la locura atolondrada de don Quijote y la lucidez triste y vencida de Alonso Quijano, el sosiego del señor de Montaigne rodeado de libros en la soledad apacible de su torre y la voluntad de huir de Huckleberry Finn o de Robert Louis Stevenson.

El primer relato en prosa de nuestra cultura europea es el cuento del largo viaje del griego Herodoto más allá de las fronteras de lo conocido, y no es casual que de él proceda el uso de la palabra Historia. La actitud de Herodoto es la misma que dos mil quinientos años después nos inspiran los libros: ganas de descubrir lo que no sabemos, de averiguar historias y chismes de gente desconocida, de escuchar los cuentos más o menos fantásticos que quieran contarnos los viajeros que se crucen con nosotros. Es la actitud de los viajeros de las Mil y una noches , la de los peregrinos de Chaucer, la de los socios del inmortal club Pickwick, la de los marinos que se reúnen en algún puerto de Oriente o una barcaza del Támesis, las historias que cuenta el Marlow de Joseph Conrad.

Hay personas muy desagradables muy aficionadas a la literatura, y gente de corazón de pedernal para sus semejantes de carne y hueso que se conmueve hasta las lágrimas leyendo los padecimientos de personajes inventados, igual que hay canallas con una extrema sensibilidad para la música. No obstante, yo no creo que amara tanto los libros si no estuviera convencido de que hay en los mejores de ellos un poderoso elemento civilizador. La literatura, la de ficción y la otra, nos enseña la verdad doble y paradójica de que no hay experiencia que no sea única, y que al mismo tiempo no sea profundamente inteligible para casi cualquiera. Si yo me reconozco en el dolor de Héctor al separarse de su esposa y su hijo o en el placer absorto con que Mrs. Dalloway se deja llevar por la corriente callejera de Londres, si se me contagia la curiosidad de Darwin por un escarabajo y la del narrador de Marcel Proust por los invitados a una fiesta de la duquesa de Germantes, ¿cómo me voy a creer que otro hombre es mi enemigo porque habla otro idioma o vive al otro lado de una frontera? La literatura, al crear una fraternidad íntima y anchurosa entre escritores y lectores, prefigura la necesaria fraternidad civil sin la cual no es habitable el mundo.

Por Antonio Muñoz Molina
Para LA NACION

21.4.07

- INSEGURIDAD -



Delito y "sensación de inseguridad"

En las últimas jornadas numerosos hechos delictivos, desde secuestros, toma de rehenes, robos y homicidios, han vuelto a conmocionar a la sociedad, en particular a la de la provincia de Buenos Aires, incrementando la sensación de inseguridad que ha penetrado en la sociedad como un virus difícil de vencer. Sin embargo, las autoridades bonaerenses aducen sobre la base de estadísticas que ha habido una reducción del delito y que esa sensación de inseguridad que atormenta a la población habría mermado.

Es curiosa esa apreciación cuando desde el propio gobierno provincial se admitió que frente a la ola delictiva en el norte del conurbano se había tenido que pedir ayuda a las fuerzas federales. Al margen de que cabría preguntarse por qué ese bienvenido refuerzo abarcará tan sólo a la zona norte, siendo que la zonas sur y oeste también sufren la misma endémica y más que preocupante situación, es evidente que esa solicitud no se condice con la declarada disminución de los delitos graves. Más bien, da la impresión de que los funcionarios bonaerenses están sufriendo del mismo mal que las autoridades nacionales encargadas de controlar la inflación, al presentar estadísticas voluntaristas que al ser confrontadas con la realidad quedan totalmente desvirtuadas.

Según el Ministerio de Seguridad de ese estado provincial, en el lapso 2004-2006 se habría registrado una reducción del 22,41% en el rubro delitos graves, entendiéndose por tales aquellos que siempre son denunciados: homicidios, robos agravados, robos de automotores, piratería del asafalto y privación ilegal de la libertad. La información oficial subraya que tomados los últimos cinco años, la disminución es aun más acentuada -62,31%-, puesto que de 83.444 delitos registrados en 2002 se bajó a los 31.445 del año último.

Sin embargo, las informaciones periodísticas cotidianas expresan lo contrario. Durante los últimos días dieron cuenta de varios homicidios en ocasión de robo -entre ellos, los de dos policías virtualmente fusilados por los malhechores y el asesinato de un gendarme, durante un arrebato-, secuestros, violaciones, asaltos, tiroteos entre agentes del orden y delincuentes y privaciones ilegítimas de la libertad, como la que se produjo en San Miguel, cuando una señora que conducía una camioneta en la cual además viajaban sus cuatro hijos, fue interceptada y apresada por dos malvivientes en el acceso a un barrio cerrado: su esposo debió pagar un rescate de 10.000 pesos para que ella y sus niños fuesen liberados algunas horas más tarde.

Las máximas autoridades de seguridad provincial han atribuido a esa seguidilla de hechos violentos a supuestos complots y operaciones políticas que, sin embargo, no han precisado como corresponde a una denuncia de esas características.

No se trata, por cierto, de aumentar el temor ni de entablar controversias con autoridades y funcionarios a quienes anima, es de suponer, la sana intención de demostrar la eficiencia de sus políticas antidelictivas y la positiva actividad de las instituciones provinciales que tienen encomendada la defensa de las personas y la preservación de su tranquilidad y de sus bienes. Pero sí cabe señalar que la sociedad cree más en los datos provenientes de la realidad que en las maquilladas cifras de las estadísticas. Las informaciones oficiales se fundan en las denuncias que las víctimas realizan en las comisarías, pero lo que no reflejan es que una gran cantidad de afectados por el delito prefiere no hacer la denuncia por temor o porque las propias autoridades policiales tratan de disuadirlos para que no la hagan y así evitarse problemas.

Incluso si se dieran por fehacientes aquellos datos y todos los restantes que han formado parte del informe difundido por el Ministerio de Seguridad bonaerense, la población aspira a algo más concreto y para ella tangible. Razonablemente, pretende que la mentada rebaja estadística del quehacer delictivo se vea reflejada en la simultánea reducción de la cantidad de ilícitos con los cuales no tiene más remedio que convivir todos los días. Sólo así, es previsible, comenzará a recuperar su perdida y añorada tranquilidad, ahora mancillada por la creciente amenaza de la delincuencia, ensoberbecida y casi siempre impune.

Es evidente que el inquietante escenario que padecemos no se ha modificado. La endemia delictiva se agrava día tras día y la seguridad continúa siendo para los argentinos, lamentablemente, un valor en franco retroceso.

20.4.07

- SODIO -



Menos sal, mucha mejor salud

6 gramos de sal caben en una pequeña cucharilla.
Un estudio en Estados Unidos señala que consumir menos sal puede reducir el riesgo de enfermedad cardiovascular en una cuarta parte y el riesgo de muerte por esa enfermedad, en una quinta parte.
El consumo ideal diario de sal no debería sobrepasar los seis gramos y los ministros de Salud esperan que todos logren esa meta para 2010.
Los expertos ya saben que demasiada sal puede elevar la presión arterial que a su vez, incrementa el riesgo de un ataque cardíaco y los derrames cerebrales.
Ahora, un estudio publicado en la British Medical Study ofrece nueva evidencia que cuantifica el daño causado por la sal.

Estudio "importante"

Las personas que disminuyen significativamente la cantidad de sal en sus dietas, reducen la posibilidad de desarrollar enfermedad cardiovascular en 25% por los siguientes 10 a 15 años.

Y el riesgo de morir de la enfermedad se reduce en 20%.
Todas las 3.126 personas estudiadas por el equipo de la ciudad de Boston en Estados Unidos sufrían de alta presión arterial o hipertensión.
Durante las pruebas, los participantes disminuyeron el consumo de sal (sodio) entre 25% y 35% - de 10 gramos a 7 gramos.

Sal en todos los alimentos

El profesor Graham MacGregor del hospital St. George en Londres, calificó el estudio como muy importante.
Tres cuartas partes de la sal ya se encuentra en los alimentos que consumimos. El consumo promedio en el Reino Unido es de 9 gramos.
El profesor MacGregor dice que la meta de 6 gramos es realizable para la mayoría de las personas.

El profesor señala que la carga queda en manos de los fabricantes de alimentos para limitar la cantidad de sal en sus productos.
Generalmente la cantidad de sodio se incluye en la información nutricional en la envoltura de los alimentos y multiplicar ese valor por 2,5 daría el contenido de sal.

Por otra parte, la Asociación de Productores de Sal sostienen que no hay evidencia que prueba que una reducción de sal traería beneficios significativos para la mayoría de las personas.
Reconocen sin embargo, que individuos con alta presión arterial deberían controlar el consumo de sal.

19.4.07

- EDUCACION -



Para mejorar hay que conocer la falla

Por Alieto Aldo Guadagni
Para LA NACION



Desde hace varias décadas avanzan importantes iniciativas en muchos países para mejorar la educación, pero nosotros no integramos este grupo de países progresistas


Hace varios años se propuso un examen obligatorio para los egresados del secundario (escuelas públicas y privadas); aprobar este examen sería indispensable para quienes deseaban continuar sus estudios universitarios. La difusión de los resultados de este examen por escuela secundaria sería un claro acicate para mejorar la calidad de las deficientes. En muchos países existe, desde hace mucho, este tipo de prueba, y corresponde a naciones bien ubicadas en las comparaciones internacionales de rendimiento educativo o que vienen superándose en el tiempo. Algunos de estos países son: Alemania, Australia, Austria, Corea del Sur, Dinamarca, Escocia, Estados Unidos, Finlandia, Francia ( baccalauréat ), Holanda, Hungría, Inglaterra, Irlanda, Israel ( bagrut) , Italia ( esame di stato ), Japón, Polonia, Suiza. Chile aplica la "prueba de aptitud académica" desde la década del 90, con excelentes resultados.

Aquí esta propuesta no fue implementada en ninguna provincia; es probable que se prefiera que no salgan a la luz las deficiencias en las escuelas secundarias, que se harían evidentes con un examen obligatorio al finalizar todo el ciclo y antes de ingresar en la universidad. Hoy, ningún padre se entera del resultado de las pruebas de evaluación de las escuelas secundarias; si el examen fuese obligatorio para el ingreso al nivel superior, se generaría una gran presión social para mejorar las numerosas escuelas que hoy son deficientes (2/3 partes del total, o sea, alrededor de 4000 escuelas), ya que sus alumnos no obtendrían notas aprobatorias.

Una sociedad bien informada demandaría, con razón, escuelas de calidad que no malogren el futuro de sus hijos, especialmente de los más pobres, que son los que acuden a las escuelas peor dotadas.

Es patético como, año a año, los padres de los alumnos reprobados presionan a las autoridades de las pocas facultades que hoy toman examen de ingreso, en lugar de reclamar a las autoridades provinciales responsables de la educación secundaria.

Las cosas no son distintas en el nivel primario. ¿Cuán bien leen y escriben los alumnos de la escuela primaria? ¿Cómo se comparan los niveles de lectura y comprensión correspondientes a diferentes países? Para contestar estas interrogantes, 150.000 alumnos del 4º grado de 35 países participaron en la prueba de evaluación internacional (Pirls) realizada en 2001; entre estos países, se encontraba por primera vez la Argentina. Los resultados de esta evaluación ubican a nuestro país al final de la tabla, en el lugar 31, superando apenas a Irán, Kuwait, Marruecos y Belice. También participó otro país sudamericano (Colombia), cuyos resultados fueron superiores a los nuestros. Ante este mediocre desempeño, no se pueden demorar las iniciativas para recuperar la calidad educativa, que fue un legítimo orgullo nacional hace varias décadas. En este esfuerzo por mejorar el nivel cualitativo es crucial identificar cuál es el mejor modelo organizativo que asegure una mejora sostenida.

El sistema escolar se encuentra organizado de una forma centralizada y vertical en todas las provincias, con ministerios de Educación en la cúspide de una frondosa pirámide burocrática. Esta organización margina a los principales actores del proceso educativo: las familias, los docentes, la comunidad local. Este modelo centralista-burocrático genera el atraso educativo y, además, impide impulsar la movilidad social ascendente.

Tampoco se generan incentivos eficaces para mejorar el proceso pedagógico, ya que no se promueve información acerca del avance en el aprendizaje de los alumnos. Para corregir estas carencias, en los últimos años se han implantado en muchos países nuevas alternativas para superar las deficiencias del centralismo-burocrático.

Todas las iniciativas apuntan a fortalecer la autonomía de gestión de los directores y maestros de escuela, así como otorgar mayor espacio a la presencia de las familias. Para cumplir este propósito, es crucial la transparencia informativa acerca de la calidad de la educación que presta cada uno de los establecimientos escolares. Por esta razón, estas iniciativas de descentralización y autonomía de gestión enfatizan acertadamente el control social que pueden ejercer los padres de los alumnos y la propia comunidad local, a partir de la plena información acerca de la calidad educativa de cada escuela. Lamentablemente, la nueva ley de Educación prohíbe expresamente, en su artículo 97, hacer pública esta información acerca de la calidad de los institutos educativos.

La evaluación de calidad y rendimiento escolar es indispensable para cualquier política que procure mejorar la efectividad de la enseñanza. Pero esta información debe ser ampliamente difundida y transparente para los padres, los maestros y la comunidad local, ya que es esencial para conocer si el funcionamiento de la escuela es adecuado. Además, si se descentraliza la autoridad en favor de la propia escuela, es indispensable establecer un eficiente método de control y evaluación de gestión. Es precisamente también a partir de esta evaluación que se pueden introducir nuevos incentivos salariales para aquellas escuelas que mejoran sistemáticamente su calidad, ya que es indispensable reconocer con el salario justamente a quienes mejoran la enseñanza.

El autor es director del Instituto Di Tella.

18.4.07

- NUESTRA POLICIA -




La vida de nuestros policías


Ni los gobernantes ni una parte de la oposición ni sectores amplios de la sociedad parecen haber comprendido la extraordinaria gravedad que anida en los asesinatos cometidos en los últimos días contra policías de la Capital Federal y de la provincia de Buenos Aires y un suboficial de la Gendarmería Nacional. Esto más allá de lo que necesariamente significa la pérdida de cualquier vida, de una existencia sola.

Han sido cinco muertes que en algún caso, por la frialdad de sus características, tuvieron más bien el tenor brutal de fusilamientos. Se han repetido, así, situaciones trágicas de los últimos años.

En otros tiempos, lejanos en la memoria, en los que la seguridad individual y colectiva de los habitantes estaba a la altura de las urbes más civilizadas del mundo, la sola presencia de un efectivo policial imponía respeto, simpatía y solidaridad con la alta misión a él encargada. Pensar que alguien hubiera sido capaz de alzar la mano contra un representante del orden equivalía, en principio, a una contradicción de principios, a un hecho inverosímil, de imposible cumplimiento, aun cuando se sabía que acciones de esa naturaleza se perpetraban de tanto en tanto, como en todas partes.

Todo el país se alineó, como no era para menos, en un acto de dolor y de condena por el crimen, en Neuquén, del maestro Carlos Fuentealba. Prescindamos, por un momento, de la agitación política y gremial, que aun continúa, y que se sumó, con objetivos más difusos, al llamado genuino de justicia por la vida tronchada de un docente. ¿Pero cuántas voces se han elevado, en cambio, aunque haya sido en un débil hilo de voz, para repudiar la muerte del policía Sayago, meses atrás, en Santa Cruz, en medio de un desorden social que todavía sirve de manto para impedir el esclarecimiento de un crimen que debe ser develado?

¿Cuántas voces, también, se han hecho oír para expresar congoja por la muerte última de cuatro policías y un gendarme, para rodear en solidaridad fraterna a sus familias y, por extensión, a las instituciones afectadas en la integración de sus cuadros?

La defensa nacional y el orden público interno surgen de la Constitución y de las leyes que se derivan de su cumplimiento. No hay excepciones en el derecho comparado sobre el concepto de que el uso de la fuerza es un monopolio que mal podría estar fuera de la esfera del Estado y que éste debe encontrarse preparado para prevenir cualquier ataque exterior o disuadir, en principio, a quienes pretendan alterar el orden interno. Por eso la extrema gravedad de episodios reiterados, en los cuales se ha dispuesto de armas de fuego para atacar a quienes han hecho una profesión, en definitiva, del alistamiento con el propósito de arriesgar sus vidas puestas al servicio de la seguridad personal y los bienes de los argentinos.

Hay dos cuestiones en juego en estas muertes que ponen a prueba rasgos centrales del país en una etapa de su desenvolvimiento.

La primera cuestión concierne a la inseguridad pavorosa que se padece en algunas de las principales ciudades y sus respectivas periferias. Ese fenómeno se ha ido extendiendo, como una mancha incontenible, sobre zonas rurales. Apenas cinco días después de la muerte a quemarropa del docente Fuentealba, dos violentos asaltos, ocurridos en la Capital Federal, dejaron como saldo dos policías federales asesinados después de haber procurado evitar delitos que se estaban cometiendo. En el robo ocurrido en Saavedra la víctima era un suboficial retirado, que trabajaba como custodio en un negocio de computación. En el robo de Caballito se trató de un suboficial en actividad que, de civil, caminaba hacia su casa cuando fue sorprendido por dos ladrones en motocicleta.

En el caso de la localidad de Francisco Madero, en las cercanías de Pehuajó, un subteniente y un sargento de la policía bonaerense cayeron abatidos cuando perseguían a quienes habían sustraído una camioneta. Después de matarlos, los delincuentes, seguros de sí mismos, se apoderaron de sus armas. En la localidad de Eufrasio Alvarez, en el partido bonaerense de Tres de Febrero, un cabo de Gendarmería fue asesinado de un balazo cuando, delante de su novia, se resistió a ser asaltado por un delincuente.

La segunda cuestión nos devuelve al punto de partida. ¿Qué conexión lógica hay en la actitud de gobernantes y políticos oficialistas u opositores que manifiestan, por un lado, preocupación por la seguridad pública y, por el otro, relegan, de forma llamativa, la debida exaltación pública de lo que supone haber muerto con honor en defensa de la ley y de la sociedad toda?

Ya es bastante indicativa de la resignación por parte del Estado argentino de una de sus principales facultades y deberes la circunstancia de que el personal reclutado por empresas de seguridad privada constituya, en términos cuantitativos, una de las fuerzas laborales más numerosas del país. Si a ello se suman el silencio -sólo quebrado por alguna declaración aislada- o la apatía social que se observa ante la reiteración de bajas en las principales policías a raíz de la acción de delincuentes comunes, se acentúa el pronóstico sombrío que domina en materia de seguridad pública.

Los malos policías deben ser expelidos a tiempo de las instituciones a las que están incorporados. Es peligrosísimo tenerlos adentro. Pero tan importante como eso es estimular el reclutamiento más exigente posible. Eso no se logrará si los gobernantes no realizan los mayores esfuerzos factibles por prestigiar las instituciones del Estado. Entre otros procedimientos, corresponde ponderar ante la sociedad el papel que ellas tienen asignado y poner a su disposición recursos que afirmen la jerarquía moral y la política de ingresos del personal.

También es indispensable que la sociedad en su conjunto sea más coherente con los reclamos que, de viva voz, viene formulando por la ola de inseguridad que padece y que en parte, cabe reconocerlo, es una manifestación de involución de la contemporaneidad, según se comprueba en países como Brasil. Pero para esto, igualmente, el país debe estar preparado.

17.4.07

- LOS MEDIOS CAROS -



Publicidad, medios, anunciantes y agencias.

Aumento de tarifas.




Aunque el costo de vida aumentó, el valor de las tarifas publicitarias lo hizo todavía más. Los anunciantes se quejan de que los canales de TV abierta incrementaron el precio del segundo de aire, dejando a los grandes anunciantes, que pueden invertir mucho dinero en un sólo anuncio, como únicos dueños de la tanda, y opacando al resto, que sólo alcanza a veces a hacer un PNT. En tanto, las agencias de publicidad quieren hacer valer sus ideas, recuperar el lugar que escalonadamente fueron perdiendo a manos de las centrales de medios, y volver a cumplir el rol que tenían antes de que el auge de los celebrities creativos reemplazara su propio prestigio.

En medio de este enredo comenzó a navegar Infobrand, para ver cuál es la punta del iceberg que permite empezar a desandar el conflicto. Y entender qué está pasando en el mercado publicitario, cómo los medios pueden saldar los grandes aumentos que sufrieron en los costos de producción y las inversiones que tienen que hacer para el recambio tecnológico hacia la televisión digital, y cómo los anunciantes, que en general recuperaron sus niveles de negocio anteriores a la crisis, pueden optimizar sus inversiones de comunicación.

El negocio actual de la publicidad no escapa a los grandes debates de varias industrias, y tiene que ver con cuánto se tiene que pagar por un servicio determinado hoy. Después de la crisis de 2001, y tras la recuperación de las ventas en numerosos rubros, los precios comienzan a reacomodarse y también la inflación hace pie en el mercado creativo.

Muchas de las industrias que más han crecido en ventas lo han hecho también en su presencia en medios. Desde las automotrices, hasta las compañías de telecomunicaciones, así como las entidades bancarias que después del corralito empezaron a trabajar para recuperar al cliente, todas registran un incremento en sus números junto a un aumento en la presencia en medios.

También en el mercado de consumo masivo hubo recuperación de ventas. Según datos de CCR, en torno al volumen de ventas en supermercados, hipermercados y hard discount, de 37 productos sobre una base de 100, 31 crecieron desde 2001 a 2006, y sólo seis se encuentran por debajo de ese nivel (entre éstos tapas para empanadas y pascualinas, quesos rallados y crema de enjuague). Entre los que más crecieron, se encuentran los flanes y postres, que repuntaron a 237 puntos, seguidos por los quesos untables, cuyas ventas subieron hasta 164 y las leches fluidas pasteurizadas que crecieron hasta los 156. También las pastas frescas, sopas y vegetales congelados superaron la base.

Las opciones de los medios

En tanto, ante el crecimiento de muchos de los sectores que más invierten en la tanda televisiva, los canales vieron la posibilidad de aumentar sus tarifas y saldar muchas de las necesidades que les fueron surgiendo en los últimos años, ante un incremento exagerado de los costos de producción.

Según Sandra Muñoz, gerente operativo de Universal McCann, en el contexto actual de gran inflación y con los canales de televisión que deben dar el gran salto hacia la televisión digital, desembolsando miles de dólares, una de las posibilidades que aparece es la de bajar los descuentos promedio, como opción para no seguir aumentando las tarifas. Los medios necesitan más ingresos también porque la competitividad entre canales lleva a mayores apuestas y las pretensiones de quienes forman parte de esta guerra del minuto a minuto son mayores. Así, aunque este medio haya encontrado en la exportación una buena parte de sus ingresos, debe producir para el medio local. “La forma es ajuste de tarifas o bajar los descuentos”, explicó Muñoz.

Los descuentos para los anunciantes fueron una buena alternativa durante la crisis de 2001, cuando los canales dieron más ofertas para evitar la diáspora de clientes. “Durante la crisis, se abrieron mucho las opciones para las marcas; y ahora, tras la recuperación, los anunciantes no quieren perder las condiciones ganadas”. Recomponer la cuestión de los descuentos, en tanto, depende de las condiciones de oferta y demanda que se dan al momento de la distribución de los anunciantes en la grilla televisiva. Por eso, no es lo mismo el último trimestre del año que el verano. Y otro factor influyente, entre otros, es el del volumen de agencia.

Paso a paso

La tarifa está hoy, en término promedio, más alta que en 2001, al igual que el precio de los productos. En 2002, comenzaron a crecer, aunque se mantuvieron por debajo del costo de vida, y ya en 2003, el costo promedio subió por sobre el costo de vida, tendencia que seguirá así, con una perspectiva de incremento del 15 al 20 por ciento para 2007. “El aumento tarifario seguirá siendo muy fuerte, más en la televisión. Esta debe prepararse para la televisión digital”, afirmó Muñoz.

Magdalena Carbonell Hervás, directora de Arena Media Communications, considera que si bien algunas marcas se recuperaron, ésto tiene que ver específicamente con el segmento del cual se hable. De todas formas, también considera que los costos de producción y las latas están caras, y es por eso que los medios necesitan de un reacomodamiento, aunque el incremento que se viene dando ha demostrado que no es suficiente y se continúa sin haber encontrado el equilibrio.

Brecha entre anunciantes

La televisión 2007 abrió con un costo del segundo mucho más caro que el de 2006, siendo Caiga quien caiga, el programa de Telefé, el más caro para anunciar. Este incremento va llevando a una brecha mayor entre los anunciantes que pueden estar en la televisión y quienes no pueden invertir en el medio. Así, según Universal McCann, la situación se va pareciendo a la que primó históricamente, en especial antes del ingreso del cable, donde como medio per se de la publicidad, la televisión era sólo para unos pocos grandes que podían estar.

También la llegada de la televisión por cable hizo que los canales de aire presentaran planes comerciales más flexibles, porque sino muchas marcas podían quedarse con la otra opción de la televisión paga, y la publicidad no tradicional siguió sumando alternativas.

Para Arena Media Communications, la brecha no es tan grande ahora, sino que en plena crisis fue más notable. En su visión, ahora que las cosas se empiezan a estabilizar, no hay brecha, sino que hay mayores o menores inversionistas, pero todos tienen acceso a la TV, e incluso algunos canales tienen un programa Pyme, especial para los más pequeños.

Proyecciones 2007

Además del tema tarifario, el año publicitario estará influenciado por las elecciones presidenciales de octubre. Aunque se espera que los impactos se sientan en los dos o tres meses previos a los comicios, y las consecuencias pueden llegar a impactar más en 2008 que durante el año en marcha.

Por otro lado, cada vez aparecen más alternativas para los anunciantes, y si bien la televisión se puede volver accesible para unos pocos, hay otros medios que son igualmente interesantes para anunciar. Tal como explicó Muñoz, en la central donde él trabaja hay grandes expectativas centradas en Internet, a la cual apuestan como unidad de negocios, porque si bien hoy es un nicho chico en share de inversión, a nivel mundial ya se lo ve como el principal medio del futuro. “No armarse en este segmento es quedarse afuera”, aseguró. Además, hay grandes apuestas a los juegos, y dentro del medio tradicional a mejorar la calidad de los PNT.

Las agencias

Por su parte, Jorge Castrillón, gerente general de la Asociación Argentina de Agencias de Publicidad, señala que el debate de la industria tiene otra mirada, que analiza el mercado publicitario desde otro punto de vista y ve como prioridad la necesidad de las agencias y los anunciantes de refundar la relación como socios estratégicos para la comunicación de la marca y de volver a trabajar sobre los valores de la agencia, para que se entienda que cuando se hace una inversión en publicidad ésta no es un costo, sino una inversión.

Sucede que, los criterios cortoplacistas en los últimos años por parte de los anunciantes han sido responsables de que la creatividad recaiga más sobre las personalidades creativas, que sobre las agencias, según lo que entiende Castrillón. “Desde hace unos años a esta parte, empezó a pesar la figura creativa más que la gestión de agencia. La creatividad comenzó a tener nombre y apellido. Eso antes no sucedía, era una agencia creativa y lo que pasa ahora era inimaginable”, analizó.

La industria en números

De acuerdo a los datos que se manejan en la AAAP, hay una diferencia entre el informe oficial de inversión publicitaria, que se basa en el dinero invertido en publicidad y contempla la inflación y el aumento de tarifas, hablando de una 15 por ciento de aumento; y los datos de Monitor de Medios, según el cual el aumento de la inversión fue del 35 por ciento, porque éste contempla como variable la cantidad de avisos en los medios.

En cuanto a las consideraciones generales de la situación actual, Castrillón explica que el 90 por ciento de los segundos en televisión está en el cable, y no cree que los diarios estén sin publicidad ni que entre el 10 y 15 por ciento de la compra de medios pase por las agencias de publicidad.

Otras variables

Más allá de los resultados en los medios, en el mercado publicitario aparecen otras variables que indican que la inversión se está derivando hacia lugares no tradicionales y aparecen otras características: “lo que estamos viviendo ahora es otra publicidad”, resaltó Castrillón.

Hay una notoria transformación del negocio publicitario. El cálculo de los honorarios publicitarios siempre termina siendo un estimado sobre la inversión en medios, y la tradicional comisión de agencia, que históricamente fue del 17,65 por ciento, cambió dramáticamente. Castrillón da cuenta de que “ahora, los publicitarios estamos viendo cómo cobrar las ideas, la creatividad y cómo hacer valer nuestro trabajo”.

Guillermina Fossati

Revista Infobrand

15.4.07

- EL FANTASMA -












VIOLENCIA
E
IRRACIONALIDAD


Una sociedad pacífica y democrática, auténticamente respetuosa del Estado de Derecho, se define, fundamentalmente, por su capacidad institucional para garantizar el respeto a los derechos individuales y, sobre todo, a la vida y a la dignidad de las personas. En los últimos días, los argentinos hemos debido lamentar la pérdida dolorosa de varias vidas humanas, víctimas de la irracionalidad y la violencia.

En Neuquén, un maestro que participaba de una manifestación en demanda de un aumento salarial cayó herido de muerte como consecuencia, aparentemente, del descontrol o la irresponsabilidad de un agente del orden. En dos barrios de la Capital Federal -en Caballito y en Saavedra- dos policías fueron ultimados salvajemente por sendos delincuentes.

Nadie puede desconocer que han existido detrás de esas muertes responsabilidades individuales reconocibles que la Justicia deberá analizar y sancionar, eventualmente, con la severidad y la equidad que corresponda. Pero nadie puede ignorar tampoco que esos hechos trágicos, tan diferentes entre sí, pero igualmente reprobables, en cuanto llevaron a la destrucción de vidas humanas, no se registraron en un país abstracto. Se produjeron en este país nuestro, en esta sociedad a veces inmadura y extraviada que conformamos los argentinos, con nuestra irrefrenable predilección por los discursos cargados de agresividad e inflamados de ideologismo y grandilocuencia. Esta sociedad nuestra que parece haber olvidado el respeto que se debe a las buenas formas cotidianas, a la convivencia respetuosa de los derechos del prójimo y al ideal de construir entre todos un sistema de vida en el que la paz interior sea el valor más alto y más preciado.

El trágico suceso de Neuquén y las violentas agresiones perpetradas en barrios de Buenos Aires deberían servir para que los argentinos impulsemos una profunda reflexión sobre el valor de la convivencia pacífica y dejemos de estimular el odio y la división, así como el afán de nuevas venganzas o revanchas. Si permitimos que una vez más prevalezcan en nuestro país el sectarismo y la barbarie, de uno u otro signo, habremos perdido una nueva oportunidad de madurar como sociedad y de aprender las enseñanzas que nos dejan el dolor y la injusticia. Y habremos desaprovechado la lección que nos legaron, con sus incomprensibles muertes, un docente que participaba de una manifestación pública y dos agentes de policía que estaban cumpliendo la misión que la sociedad les había encomendado.

Sería lamentable, por ejemplo, que el hecho trágico registrado en Neuquén terminara siendo fagocitado mezquinamente por los requerimientos del escenario preelectoral. Sería igualmente penoso que la muerte de dos policías fuera mirada con indiferencia por quienes repudian la violencia sólo cuando hay un atisbo de intolerancia referido a valores ideológicos o políticos. Mientras el nivel de violencia individual y colectivo siga siendo en la Argentina estremecedoramente alto, cualquiera que sea el contexto en el que se produzca, se estarán generando las condiciones para que otros manifestantes públicos y otros agentes del orden estén aguardando su turno en el incierto escenario de nuestro futuro, y para que el desencuentro y la barbarie tengan, entre nosotros, un efecto multiplicador.

Corresponde que los responsables de estos actos de violencia afronten la sanción que establece, en cada caso, la ley penal vigente, con todas sus consecuencias. Eso es indudable. Pero si pensamos que el problema de la intolerancia argentina se agotará con que los autores de estas muertes paguen su dolo o su culpa criminal, como sin duda corresponde, nos equivocaremos una vez más. En toda sociedad democrática enmarcada en un auténtico Estado de Derecho, existen reglas de oro de cumplimiento ineludible. La primera de esas reglas establece que la autoridad máxima de la comunidad a la que pertenecemos reside en la ley: ella es la que garantiza la paz y la seguridad a todos los miembros del cuerpo social.

Hoy es evidente que esas reglas no están del todo claras, en nuestro país, ni para los gobernantes ni para los gobernados. Es necesario insistir en que la plena vigencia de las normas institucionales de la República no tiene ninguna relación con supuestas conflictividades entre ideologías de derecha e ideologías de izquierda. Tiene que ver con otra clase de valores: concretamente, con la necesidad de garantizar a todos los ciudadanos, sin distinción de matices o de bandos ideológicos, el ejercicio total de sus derechos. Se trata, en definitiva, de responder a un imperativo ético que trasciende lo coyuntural.

Cuando hablamos de establecer reglas de juego que tengan efectiva vigencia no debemos caer en la trampa de ponernos a discutir sobre el significado de palabras o expresiones tan ambiguas y equívocas como "represión", "mano dura" o cualquier otra igualmente manipulable. Ni tampoco debemos caer en la aberración de suponer que unas vidas valen más que otras y que hay muertes violentas de primera o de segunda clase.

El legado de las víctimas de estos hechos dolorosos o vandálicos está reclamándonos a los argentinos que revaloricemos el diálogo y el respeto por el pluralismo y la disidencia, pero también que aseguremos la primacía total de la ley y del orden público como valores fundantes de una sociedad civilizada y respetuosa del derecho.

14.4.07

- NUESTRO ROMPEHIELOS -




El Irízar y su comandante


Se puede decir que todos los marinos conocen el dicho de que el comandante de una nave debe hundirse junto con ella. Pero es mucho más difícil encontrar alguno que lo haya leído en algún reglamento o referencia histórica. Esa tradición o ley no escrita define una actitud, el coraje y la entrega personal ante un hecho propio de la profesión naval y de allí la honra que subraya la decisión del comandante del rompehielos de nuestra armada Almirante Irízar, capitán de fragata Guillermo Alejandro Nelson Tarapow.

La enseñanza en los institutos militares de la Nación trata de transmitirles a los futuros oficiales compromisos éticos en los cuales la responsabilidad ocupa un lugar de privilegio. Al comandante de una unidad naval se le entrega un patrimonio del Estado para que lo cuide como a su propia vida y él debe estar convencido de ello.

En esta sociedad global, más desencantada y alejada de valores como la integridad, el temperamento, el coraje y la modestia, y más cercana al beneficio personal y la imagen pública, la conducta del comandante puede aparecer como digna de destacar por su ejemplaridad. Sin embargo, esa firme actitud es parte de la vida por él elegida y la enseñanza impartida y recibida.

El comandante del Irízar apreció los riesgos de la emergencia que le tocaba vivir y determinó que la permanencia del personal a bordo podía ocasionar lesiones y víctimas, y no tuvo dudas, ordenó que todos, salvo él mismo, abandonasen la nave. Consideró su situación personal e infirió, sin duda, que era quien estaba en mejores condiciones para permanecer a bordo y dirigir o asesorar las futuras operaciones de rescate de la unidad. Decidió arriesgar su vida para salvar su buque, no precisamente para hundirse con él, pero también aceptando esa probabilidad.

Los medios de prensa y audiovisuales le dieron extensos espacios a esa decisión del capitán de fragata Tarapow. Algunos hasta se remitieron al pasado, a los fenicios, para encontrar la famosa y conocida versión de la obligación del comandante de hundirse con su unidad si ése fuera su destino. Otros recordaron que incluso la Armada Argentina tenía escrito en los puentes de comando de sus naves: "Irse a pique antes que arriar el pabellón", pero ese concepto, cabe aclararlo, lleva implícita la determinación de no rendirse al enemigo antes que la de hundirse con el buque frente a una circunstancia insuperable.

El Irízar, único rompehielos de la Armada, el buque que comanda el capitán de fragata Tarapow, mereció ese gesto de no abandonarlo. Eso le habían enseñado e hizo honor a tal enseñanza.

La misión fundamental de ese emblemático buque es el reaprovisionamiento de las bases, destacamentos o refugios ubicados en los archipiélagos Shetland y Orcadas en el norte de la península antártica y en el mar de Weddell. El Irízar no sólo transporta a personal de nuestras tres fuerzas armadas, sino que también conduce científicos en sus travesías por el continente blanco para realizar estudios e investigaciones en las aguas más australes del mundo. De hecho, el buque posee en su interior laboratorios e instrumental para concretar trabajos sobre temas de biología, oceanografía y climatología, entre otras especialidades.

Es de desear que las tareas de rescate del Almirante Irízar concluyan felizmente, de manera de que, una vez en puerto, tenga la posibilidad de ser debidamente reparado. Y es de esperar que así como no fue abandonado por su comandante, tampoco lo sea por quienes tienen la facultad, la decisión y los medios para ponerlo nuevamente en condiciones de navegar y así seguir preservando nuestro valiosísimo patrimonio antártico.

13.4.07

- DESCONFIANZA -



Indices que ya no son confiables

Previsibilidad, credibilidad y transparencia son tres pilares fundamentales en los que debe sostenerse cualquier política pública para ganarse el respeto y la consideración del público y los mercados. Esos tres elementos resultan afectados, de algún modo u otro, por el manejo que está haciendo el gobierno nacional de las estadísticas elaboradas por el Instituto de Estadística y Censos (Indec) que miden la coyuntura económica: han dejado de ser transparentes, ya no son creíbles y su manipulación es previsible.

El Indec -virtualmente intervenido desde febrero último- corrigió el índice que mide la evolución de la canasta básica difundido la semana pasada, que de un aumento del 3,6 por ciento cayó al 0,2 por ciento. Ese ajuste, en años anteriores habría originado algún tipo de suspicacia, pero en el actual escenario confirma los peores pronósticos de que los cambios en el organismo oficial tenían como objetivo allanar el camino para el manejo discrecional de las estadísticas cuando éstas pudieran ser adversas a los intereses políticos de la administración nacional.

El dato sobre la evolución de la canasta básica es clave para calcular el porcentaje de hogares indigentes que tiene la Argentina, al determinar el nivel de ingresos que necesita una familia tipo (dos adultos y dos menores) para poder alimentarse un mes. Y también es una referencia obligada en las discusiones salariales. De acuerdo con las estimaciones privadas, por cada punto porcentual que aumenta el índice que mide ese conjunto de bienes, unas 100 mil personas caen por debajo de la línea de indigencia y pobreza.

Si el contexto no fuera el actual, de sospechas y acusaciones de intervención y manipulación de los datos oficiales, una baja de esas características hubiera sido celebrado como un avance por el alivio que significaría para amplios sectores de la sociedad.

La difusión del informe oficial del índice de inflación de marzo -0,8 por ciento-, incluyó el dato del fuerte aumento del valor de la canasta alimentaria, el mayor desde septiembre de 2002. Ese salto se produjo a pesar de los férreos controles de precios dispuestos por la Secretaría de Comercio Interior comandada por Guillermo Moreno y pareció acercarse a la realidad que los argentinos perciben cada vez que van a un supermercado o a un comercio de barrio para adquirir lo necesario para alimentarse.

Pero ¿cuál de los dos índices es el correcto: el difundido el miércoles de la semana última o el corregido siete días después, con una variación digna de asombro y sospecha fundada?

A fines de 2005, los precios de los alimentos habían comenzado una carrera ascendente que los ubicaban por encima de la inflación, cuestión que desvela al gobierno y lo impulsa a adoptar medidas intervencionistas, cuyos resultados terminan siendo más perjudiciales que beneficiosos para la población. Al control de precios se le sumó la manipulación de los índices, un peligroso camino que destruye el prestigio ganado por el Indec y hace que sus estadísticas comiencen a ser miradas con desconfianza.

Con los controles de precios, las autoridades nacionales cometen el error de atacar las consecuencias y no las causas reales de la inflación, y con los cambios sufridos por el Indec se corre el riesgo de pretender manipular el termómetro antes que bajar la fiebre.

En esta columna editorial nos preguntábamos en febrero último, cuando fueron removidos los funcionarios técnicos del Indec y el organismo fue virtualmente intervenido, qué pasaría cuando se dieran a conocer otros datos mucho más delicados, como el índice de pobreza, si con la difusión del índice de inflación ya se había tejido un manto de sospecha sobre su veracidad. Lamentablemente, esos temores hoy se acrecientan.

Al perderse la credibilidad sobre las cifras publicadas, queda al arbitrio de la imaginación de cada persona el verdadero nivel de la inflación o de la canasta de alimentos, daño que llevará mucho tiempo reparar y que afecta al clima de confianza que la Argentina necesita para consolidar su crecimiento.

12.4.07

- IDEOLOGIAS -



La izquierda, la derecha y los indigentes

Por Carlos Escudé
Para LA NACION


Durante una reciente aparición televisiva en que tuve el privilegio de departir con el caudillo piquetero Luis D´ Elía, aclaré que me ubico a su izquierda. La razón es simple. Casi por definición, un occidental está a la izquierda de la teocracia iraní y sus aliados (uno de los cuales es D´ Elía).

El régimen persa representa el más jerárquico de los órdenes imaginables: su texto sagrado e increado, el Corán, es el fundamento de una ley en que los islámicos rigen sobre los infieles y los varones sobre las mujeres.

La suya es una derecha extrema en estado puro, cuya escala de valores se asemeja a la de Felipe II. Es reconocible como tal porque las jerarquías, que tienden a acentuar el orden vigente, suelen ser más valoradas por las derechas que por las izquierdas, que se inclinan por concepciones más igualitarias.

Por cierto, la verdadera derecha y la izquierda auténtica no se diferencian por sus valores sino por el ordenamiento de los mismos. Ambas son respetables, ya que sus diferencias reflejan el arcoiris de las sensibilidades humanas.

Después de todo, ¿qué es la izquierda sino un programa y una sensibilidad política anclados en una escala de valores compleja, donde el igualitarismo y la equidad tienen primacía, aunque sin menoscabo de otros valores importantes como la seguridad y la libertad? ¿Qué es la derecha sino una sensibilidad y un programa basados en una matriz similarmente compleja, en que el predominio corresponde a la seguridad y el orden público, pero sin menoscabo de la equidad y la libertad?

Entre ellas, hay una derecha liberal e izquierdas de mil matices. Todas estas etiquetas son relativas: se está a la izquierda o a la derecha de otra opción de diferentes tonalidades.

Sin embargo, en nuestro medio la izquierda, y su contraparte de "centro" (eufemismo con que la derecha autóctona se enmascara) se han convertido en banderías que nada representan excepto proyectos de poder.

Desde la derecha está mal visto que se reconozca mérito alguno a un gobierno tildado de izquierdista. Similarmente, desde la izquierda y centroizquierda toda asociación con la década de los 90 se estigmatiza, a no ser que el protagonista haya sido uno de los suyos, en cuyo caso se disimula.

Por cierto, el "progresismo" se empeña en no reconocer que la tragedia argentina, que condenó a la marginación a la mitad de la gente de un país que alguna vez fuera tierra de promisión, no fue el producto exclusivo de las abominaciones de militares y menemistas: se consumó a lo largo de más de treinta años, con los fracasos culposos de gobiernos constitucionales y militares, peronistas y radicales. Hasta el centroizquierdista Frepaso fue corresponsable de los procesos que concentraron ingresos y engendraron pobreza: recuérdese por caso la ley laboral neoliberal del gobierno de la Alianza y los sobornos a los que aparentemente apeló para sancionarla.

En forma especular, la oposición de centroderecha se atraganta con los éxitos del gobierno actual. Desde tiempos de Eduardo Duhalde ha venido anunciando una inminente catástrofe hiperinflacionaria. El hasta ahora fallido pronóstico siembra la sospecha de que tal desenlace es su deseo. Parece no comprender que la única manera de sacar de pobres a los pobres sin acudir a recetas "de izquierda", es manteniendo el crecimiento actual y un ascendente nivel de inversión, que ya es el más alto de los últimos veintiséis años.

El círculo vicioso es esperable, porque en nuestra cultura, lo que cuenta y se avalora no es lo verdadero sino a quién le sirve. Las verdades se callan y niegan sistemáticamente si son útiles para el bando opuesto. Así se degrada la calidad moral e intelectual de nuestras vidas. Cunde un desprecio nunca reconocido por los imperativos categóricos, que son tenidos por patrimonio de necios y quijotes. En este juego de suma cero en que cualquier logro de la facción rival es computado como una pérdida propia, tanto la izquierda como la derecha se subvierten y desdibujan.

Por cierto, hay pocas cosas tan infames como ese fenómeno típicamente nuestro, por el que los principales partidos políticos se convirtieron en organizaciones donde conviven tendencias ideológicas opuestas que comparten el objetivo meramente instrumental de tomar el poder. Justicialismo y radicalismo fueron y son grandes bolsas de gatos como Boca y River. Sólo representan las ambiciones de sus dirigencias. Son la antítesis del socialismo chileno, el gaullismo francés, el conservadurismo británico, el liberalismo alemán y el islamismo de los iraníes.

En un contexto como el nuestro no existen izquierda ni derecha. Imperan tan solo la lucha sórdida, la corrupción y la mentira. Sólo retienen autoridad moral las reivindicaciones de los indigentes, porque más allá de vicios y errores propios, son las víctimas absolutas de nuestras bajezas.

De allí mi respeto por sus dirigentes. Me saco el sombrero.

El autor es director del Centro de Estudios Internacionales de la Universidad del CEMA.