- SE VA LA SEGUNDA -
Porteños, ¡a balotar!
Es ocioso explicar aquí, a esta altura del partido, qué significa balotaje (así, en castellano; del francés ballottage ), voz que deriva de balota ( ballote ), "bolilla que algunas comunidades religiosas usan para votar", según el diccionario de la Real Academia Española. Ese mamotreto admite, además, el verbo balotar, "votar con balotas". En general, tales bolillas son también utilizadas por cuerpos colegiados y clubes selectos -a menudo, garitos elegantes- para preservar derechos de admisión. Hay bolillas blancas y bolillas negras, y una eventual mayoría de negras indicaría oposición o rechazo a que, por ejemplo, un apostador de perinola ingresara en un club de aficionados a la ruleta rusa. En tanto recurso electoral, la disputa del ballottage (en francés, como prefiere este diario, en homenaje a Coco Chanel) abrió para los porteños un nervioso paréntesis, tras el cual se definirá la identidad del nuevo jefe de la Capital Federal. Pero, ¡atención!, nadie pretenda encontrar balotas en el cuarto oscuro, sino las rústicas papeletas de siempre, distribuidas en dos montones.
Por lo tanto, si cada ciudadano medita tres horitas diarias -sin siquiera un moscato intermedio- respecto de los predicamentos que distinguen a Mauricio Macri y Daniel Filmus, casi seguro que el domingo 24 emitirá su voto a plena conciencia, por así decirlo. Quizá las siguientes reflexiones contribuyan a que esa responsabilidad cívica sea ejercida con el mayor convencimiento posible.
Macri (48 años) jamás llegó siquiera al banco de suplentes de la primera división de fútbol de Boca Juniors, a pesar de las notorias influencias que siempre dispuso en la alta esfera de esa institución. Con todo, ese fracaso no lo arredró: deportista cabal, últimamente practica saltos en largo por encima de baches con agua estancada, aun a sabiendas de que en esos charcos acecha el dengue. De Filmus (52 años) se creía, hasta no hace mucho, que era la razón social de una empresa dedicada a la producción cinematográfica, acaso porque siempre cultivó el bajo perfil barbado. Experto en asuntos educacionales, dotado de explícito apoyo presidencial e hincha de San Lorenzo, hoy nadie ignora que Kirchner y el "Pelado" Díaz son sus mentores ideológicos.
Influidos por sus autores literarios preferidos, Hans Christian Andersen y los hermanos Grimm, ambos prometen una porteñidad tranquila y deliciosa, con el Riachuelo convertido en un paraíso de mojarritas, con escuelas y hospitales que luzcan niveles de excelencia, con villas miseria convertidas en solariegos y coquetos barrios parque. Algo es seguro: se vienen dos semanas turbulentas. El ejercicio democrático encuentra en el balotaje la bolilla que faltaba.
Por Norberto Firpo
Para LA NACION
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