- EL PERIODISMO -
Pantalla y papel
Por Ignacio Escribano
Para LA NACION
"Aviso para todos los lectores y periodistas. Dentro de sólo cinco años podría ser imposible volar a Manhattan, comprar The New York Times en uno de los tradicionales quioscos de la ciudad y sentarse a hojearlo en un bar del East Village. Porque el diario en papel podría, simplemente, no existir más."
Con ese mensaje dramático, Massimo Sideri, periodista del Corriere della Sera , da pie a su artículo, publicado en la sección Cultura de este diario, el 12 de febrero, con el título The New York Times sueña con la Red . "El anuncio puede parecer uno de los tantos pronósticos catastróficos que cada tanto apoyan el argumento en favor de la Web. Pero, en esta ocasión, es diferente. Fue Arthur Sulzberger, propietario, presidente y editor del que se considera el diario más prestigioso del mundo, quien lo dijo al periódico israelí Haaretz y, no por casualidad, mediante la versión on line ", continúa la nota de Sideri.
¿Será cierto el mensaje que el mismísimo publisher del diario fidedigno por excelencia arrojó al mundo como si nada? A decir verdad, es difícil que tales predicciones se cumplan. Y, de suceder, cinco años parecen prematuros. Pero lo que sí ocurrirá, a raíz de las declaraciones impulsivas de Sulzberger, es un debate abierto en el ámbito periodístico, tanto en "el papel" como en la Web, durante los próximos días. Y es probable, además, que la discusión sobre el tema trascienda las redacciones y tome por asalto a los viejos lectores que han hecho de sus diarios un hábito y un amor, y a los ciudadanos que han dejado el rol pasivo de "meros lectores" y se han transformado en hacedores de noticias, o en "periodistas ciudadanos", como también se los llama.
Recordemos que las acciones de The New York Times vienen cotizando cada vez menos en la bolsa, y la circulación del diario, al igual que los ingresos en publicidad, no sólo no han aumentado sino que continúan en retroceso. Para colmo, la gente apenas si se acerca al quiosco para llevarse el Boston Globe , del mismo grupo que el Times , por el que se pagaron 580 millones de dólares. La banda ancha, en tierras de los Red Sox, también le dio un flor de batazo a la prensa gráfica.
Con ese panorama de ganancias y circulación cada vez menores, los grupos inversores parecen haber comenzado a darle la espalda a la industria periodística tradicional, como muestra el caso de "el diario más prestigioso del mundo".
¿Qué es, entonces, lo más relevante de lo que Sulzberger les dijo a sus colegas del diario israelí Haaretz , si tenemos en cuenta que eso de que The New York Times dejará de verse por los cafés de Manhattan en cinco años es sólo palabrerío? A mi juicio, y en palabras textuales de Sulzberger, lo siguiente: "... ha finalizado la era de los periodistas clase A, los de papel, y de clase B, los digitales. Es más, la ecuación podría también invertirse". Como ejemplo, podría mencionarse el caso del Usa Today , que ya fusionó ambas redacciones (papel y digital).
Actualmente, entre los mismos periodistas se sigue considerando de segunda una columna publicada en algún medio de Internet, aunque se trate de la versión on line de un diario con prestigio y tradición. Nada de eso importa. A ninguna firma importante le haría gracia que la publicaran sólo en formato digital. Porque el peso del papel sigue siendo considerablemente más fuerte que la presunta liviandad de los caracteres de la pantalla.
Sin embargo, el valor relativo de las cosas demostrará que, con el paso del tiempo -y el tiempo en Internet es más veloz-, efectivamente irá finalizando la ecuación de clase A y B. Y si la ecuación se invierte, o no, bueno, no creo que eso sea tan relevante, por el momento, como el rol que jugarán (y que ya están jugando) los mismos ciudadanos en el "quehacer" de las noticias.
El público que antiguamente sólo se limitaba a leer pasará a tener cada vez más voz y voto en los medios de comunicación masiva y, quienes lo deseen y tengan aptitudes, serán también grandes contadores de historias; historias que retratarán la realidad. Esta última es la gran revolución periodística que ya ha comenzado, y que se verá con más intensidad en los próximos tiempos.
Los políticos, vayan sabiéndolo, serán los grandes perjudicados.
El autor es editor de igooh.com.
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