- UNA PEQUEÑA PRENDA -
El bikini no es un asunto "menor"
Kathryn Westcott
BBC
Ursula Andress dice que su éxito se debe al bikini de "Dr No". Foto: Corbis - The Bikini Book (Assouline)Puede tratarse de algo muy pequeño, pero no hay duda de que el bikini ha tenido un gran impacto en la cultura popular, cambiando el mundo de la moda como pocas prendas de vestir.
El bikini tal y como lo conocemos cumplirá 60 años el 5 de julio. Ha sabido sortear el escándalo, se ha encogido de hombros cada vez que se ha enfrentado a las manías y caprichos de la moda, ha sido reconocido por ayudar a la emancipación de las mujeres y ha sido castigado por convertir a la mujer en un objeto de deseo.
Quienes lo han vestido se han convertido en leyenda, transformándose en íconos gráficos de la cultura del siglo XX.
Quién puede olvidar ese momento de "Dr No" en 1962 cuando Ursula Andress, interpretando a la chica Bond "Honeychile Rider", sale del mar en un bikini blanco, con un cuchillo colgando de su cinturón. La imagen se convirtió tanto en un icono, que fue utilizada 40 años después por Halle Berry en otra película de Bond Muere otro día (Die Another Day).
En el 2001, el bikini de "Dr No", se vendió en una subasta por $61.500 dólares.
Después también está Brigitte Bardot quien elevó la tensión arterial de muchos cuando apareció en bikini en 1957 en la película Y Dios Creó a la Mujer (And God created women).
Asimismo, el traje de dos piezas de piel de animal que utilizó Raquel Welch en Hace un Millón de Años (One million years BC), la convirtieron en una chica adorable al instante.
Expresión femenina
Históricamente, el bikini tiene más de 1.700 años de antigüedad, de acuerdo con los mosaicos provenientes del año 300 a.C. encontrados en la Villa Romana del Casale en Sicilia, que muestran a mujeres en bikini ejercitándose.
Pero despegó como un objeto de moda hacia el final de los años cincuenta.
Entonces, el bikini se convirtió en un símbolo de expresión femenina, dice la escritora americana y ex modelo Kelly Killoren Bensimon, quien escribió "The Bikini Book" para celebrar el cumpleaños de la prenda.
"Realmente le da seguridad a la gente", confesó a la BBC. "El bikini es un símbolo emblemático de libertad. Se trata de divertirse, de jugar, de un estilo de vida.
"Celebra a la figura atlética, a las modelos, a las bailarinas y la gente real".
La señora Bensimon sitúa la edad del bikini de acuerdo a la época en que comenzó a generar escándalo.
"El bikini está asociado al escándalo y es por eso que ha sobrevivido", dijo.
Ciertamente, al traje de dos piezas le ha tomado mucho tiempo convencer al público de que estaba bien que las mujeres decentes lo vistieran.
Inventado por un ingeniero
"Le bikini", un traje de cuatro triángulos hecho con sólo 76 centímetros de tela, hizo su debut en parís en 1946. Viendo muy complicado el encontrar a una modelo que lo vistiera, el creador del bikini Louis Reard reclutó a una bailarina exótica para que posara ante los fotógrafos.
El señor Reard era un ingeniero francés, pero a mediados de la década de los cuarenta, se hizo cargo del negocio de lencería de su madre.
Brigitte Bardot popularizó la locura francesa por el bikini.Él se había dado cuenta de que en las playas de St Tropez las mujeres enrollaban sus trajes de baño lo más posible para conseguir así un mejor bronceado.
Reard y el diseñador Jacques Heim compitieron para producir el traje de baño más pequeño del mundo. Mientras el vestido de baño de dos piezas del señor Heim fue el primero en vestirse en una playa, fue el señor Reard el que le dio al bikini su memorable nombre.
El traje debutó poco después de las primeras pruebas nucleares post guerra de Estados Unidos en el atolón de Bikini en el Pacífico sur. Palabras como atómico comenzaron a ser utilizadas por los medios para describir algo sensacional y, sin lugar a dudas, el señor Reard razonó que la excitación que causaría el bikini sería similar al de una bomba.
Prohibido
El bikini ciertamente causó sensación, pero pocas mujeres estaban preparadas para vestirlo. Uno de los principales problemas es que el bikini mostraba el ombligo y eso no estaba bien visto.
Hasta que Brigitte Bardot expandió la nueva moda francesa y las playas de Saint Tropez se inundaron de mujeres con trajes de dos piezas.
Pero era demasiado para la conservadora América, donde la revista "Modern Girl" se burló: "Es bastante difícil desperdiciar palabras en el llamado bikini pues es inconcebible que cualquier mujer con tacto y decencia vista alguna vez una cosa como esa".
St Tropez es la casa espiritual del bikini. Sin embargo, cuando la revolución sexual de los años sesenta llegó, también lo hizo el bikini, excepto en países católicos donde, en efecto, había sido prohibido. Ganó aceptación y bofetadas e hizo su propia aportación a la cambiante relación entre hombres y mujeres.
Todavía es popular
El historiador de la moda francesa Olivier Saillard argumenta que el bikini se impuso a sí mismo debido "al poder de las mujeres, y no al poder de la moda".
"La emancipación de los trajes de baño siempre ha estado ligada a la emancipación de las mujeres", le dijo a AFP.
Bryan Hyland cantó "Itsy-Bitsy Teenie-Weenie Yellow Polka-Dot Bikini" en los sesenta y "Playboy" tuvo su primera portada con un bikini en 1962.
Dos años después, se mostró un bikini en la portada de la revista "Sports Illustrated", dándole así una connotación aceptable. Dejó de asociarse exclusivamente con un entorno sexual.
"La emancipación de los trajes de baño siempre ha estado ligada a la emancipación de las mujeres"
Olivier Saillard, historiador de la moda frances.
En los ochenta, el bikini sufrió una caída en su popularidad. Hoy, sin embargo, se ha vuelto fuerte de nuevo. La compañía estadounidense de investigación de mercados, NPD Group, reportó que la venta de trajes de baños de dos piezas se elevó 80% en dos años.
Se dice que las adolescentes y mujeres jóvenes son las principales compradoras, pero las mujeres mayores de 30 años aumentan su participación en el mercado.
Fotografía instantánea
Algunos opinan que la clave para el resurgimiento de la popularidad del bikini se encuentra en la generación actual de jóvenes obsesionadas con la cultura de la salud.
Kathy Peiss, una profesora de historia de la mujer de la Universidad de Massachusetts argumentó que a este grupo "se le ha inculcado la idea de que nunca envejecerán".
Para algunos, sin embargo, es el otro extremo del mercado el que causa preocupación.
Joan Jacobs Brumberg, autora de "The Body Project: An Intimate History of American Girls", afirma que el bikini puede actuar como un opresivo cerrojo sobrea la salud mental y física de adolescentes y mujeres.
"Las chicas y las mujeres americanas han sido expuestas por una cultura de sexualidad expresiva cuyos dictados de belleza juegan un papel muy grande en su salud física y emocional", escribe ella.
No hay, sin embargo, duda de que el poder del bikini será debatido en los años venideros.
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