- ALERTA MOSQUITOS -
Alarmante aparición del dengue
La aparición de casos de dengue en el nordeste de la Argentina y en la provincia de Buenos Aires ha provocado una enorme preocupación por las derivaciones que puede tener en el resto del país. Sobre todo porque el foco principal desde donde se está propagando la enfermedad es Paraguay, donde ya hay 15.800 personas afectadas y el brote parece estar fuera de control.
Cuando el año sólo acababa de comenzar ya se había informado sobre la aparición de una inquietante cantidad de casos de dengue y hantavirus en nuestro país, lo suficiente como para que se prestase mucha atención a estos hechos.
La confirmación ayer de la aparición de un caso en Berazategui, en el conurbano bonaerense, elevó el número de infectados a 39 en la provincia de Buenos Aires y aumentó el estado de alerta ante la probabilidad de que puedan detectarse otros. Se trata de una mujer de 30 años que recientemente viajó a Paraguay, donde contrajo la enfermedad. En todo el país ya se han registrado 110 casos, de los cuales sólo tres son autóctonos, mientras que los restantes se habrían originado en Paraguay.
El panorama es mucho más alarmante en una provincia de frontera como Formosa, donde de los 28 casos registrados de personas infectadas con el virus del dengue, 25 habían importado la enfermedad del Paraguay, pero los tres restantes eran casos "autóctonos", es decir, que confirmaban la existencia en la provincia de mosquitos infectados con el virus del dengue.
La presidenta del Círculo Paraguayo de Médicos, doctora Desirée Masi, advirtió que el mal, que ya provocó la muerte de 11 personas, está sin control y no cesa el aumento de las personas infectadas con el virus.
Como, pese a las advertencias, miles de formoseños continúan trasladándose al Paraguay, las autoridades sanitarias de Formosa no descartan que esas cifras aumenten. Frente a ello se distribuyó una loción repelente sobre la base de elementos naturales, que por sus características puede ser aplicada sin problemas incluso a bebes, para ser entregada a aquellas personas que viajen a Asunción por los pasos fronterizos de Clorinda.
También es preocupante la aparición de 19 casos en Corrientes, donde en las últimas horas se han intensificado los operativos de prevención, en varios barrios de la capital provincial tendientes a erradicar las condiciones en las cuales prolifera el mosquito Aedes aegypti , portador del virus.
En los últimos días, el ministro de Salud de la Argentina, Ginés González García, ha estado en contacto con su colega paraguayo, Oscar Martínez Doldán, con el fin de coordinar una campaña conjunta contra el dengue. En estos momentos hay una campaña de prevención de esta enfermedad que puede apreciarse a través de afiches en la vía pública y mensajes emitidos por radio y televisión. Sin embargo, esto no parece ser suficiente.
La alarma por el dengue ha desplazado el foco de atención sobre los casos de hantavirus, verificados en las provincias de Buenos Aires y Chubut, donde sus autoridades sanitarias han descartado una epidemia. Pero no por ello se debe dejar de prestarle la atención que merece.
Si a estas noticias se les agrega que, a propósito de los recientes informes de París sobre el calentamiento global, los 500 especialistas allí reunidos advirtieron que una de las consecuencias probables del fenómeno sea el aumento de enfermedades como la diarrea y el paludismo, y la reaparición o el recrudecimiento de la malaria, la fiebre amarilla, el dengue y el mal de Chagas, se advierte hasta qué punto nuestras autoridades deben poner manos a la obra para evitar males mayores.
Como informó este diario en su sección Ciencia/Salud, en la provincia de Buenos Aires se está tratando que la población cumpla con los cuidados necesarios para evitar que el actual estado de alerta nacional contra el dengue se convierta en una epidemia, ya que los controles que se están realizando en los distintos municipios provinciales muestran un alto riesgo de que el mosquito causante de la transmisión del virus pueda criar sus larvas, por ejemplo, en el agua de lluvia acumulada en botellas destapadas o en baldes olvidados en el jardín o en los floreros de los cementerios.
Si se tiene en cuenta el comienzo de las clases en casi todo el país, es en las aulas donde deberían concentrarse también los esfuerzos conjuntos entre los ministerios de Salud y de Educación, Ciencia y Tecnología, para que la prevención se difunda desde la escuela al resto de la sociedad. Los alumnos y sus maestros han sido siempre un factor muy positivo en la adquisición de las conductas correctas frente a este tipo de situaciones sanitarias y sociales, amén de que una implementación como ésta debería ser ya una costumbre al empezar el año escolar.
Editorial La Nación
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