- NACIONAL -
El Pellegrini y su grave crisis
Un severo proceso de deterioro institucional está padeciendo la Escuela Superior de Comercio Carlos Pellegrini, uno de los más tradicionales y prestigiosos establecimientos educativos del país
Las autoridades que lo debieran conducir han ido cediendo a la presión de núcleos estudiantiles minoritarios. Como consecuencia de ello, impera el desorden, el abandono de las actividades de enseñanza, el sometimiento a exigencias ideológicas que no se sacian, el desgaste de los valores que deben distinguir a una entidad de alta tradición educativa y la imposición de medidas que dañan el funcionamiento y los verdaderos objetivos que dieron origen a este colegio.
Los conflictos que fueron emergiendo en el curso del actual ciclo lectivo no son desconocidos, pero se han agudizado este año. Particularmente a partir de mayo, en que se sucedieron alternativas anormales para impedir la designación del nuevo rector que, finalmente, debió hacerse por medio de un procedimiento ajeno a la vía formal porque la presencia de muchos adolescentes y jóvenes obstaculizó de manera violenta que se pudiese obrar de acuerdo con las normas establecidas.
Más tarde, ya designado el rector, no lo dejaron ingresar en su sede hasta que se llegó a un forzado acuerdo en el cual los centros estudiantiles, que lideran los planteos de incesantes demandas, insistieron en el propósito de lograr que se formara una comisión multisectorial a fin de que se expidiera en cuanto a la creación de órganos colegiados con funciones académicas y de supervisión de la gestión administrativa. Entre otros puntos, quedó convenida la titularización de docentes y el mantenimiento de las concesiones de distintos servicios.
Los logros sucesivos de las exigencias presentadas fueron celebradas como "un triunfo ideológico" por el dirigente estudiantil Julián Asiner, militante del Partido Obrero, con la promesa de "no dejar la lucha, sino profundizarla". Desde luego, mientras tanto se perdieron días de clase y se alteró el funcionamiento y la disciplina de la Escuela. Esta descripción, necesariamente breve, de lo ocurrido entre mayo y julio últimos, se ha reavivado a fines de septiembre, en que se reiteró la toma de los colegios universitarios sobre la base de que las autoridades no habían cumplido con lo acordado. El rector del Pellegrini, Juan Carlos Viegas, manifestó al respecto: "Es difícil adivinar el plan de los alumnos". Puede conjeturarse, no obstante, que el proyecto estudiantil en ejecución tiene el carácter de una "revolución institucional permanente", tal como sucede, también, en el marco de la UBA.
Cabe preguntar dónde va quedando la calidad educativa deseada, si la tarea escolar es sustituida por una lucha ideológica continua; cómo se decantarán los hábitos de estudio en un proceso de frecuentes interrupciones de clases; de qué modo se pueden desarrollar las habilidades del pensamiento para aprender, investigar y crear, en un clima de constantes confrontaciones; con cuáles argumentos se marginan las etapas necesarias para adquirir la capacitación indispensable para proyectarse con madurez hacia el futuro y si se cree que basta con estar cursando la escuela media para ya saber planificar, dirigir, controlar. Asimismo, qué destino accesorio se reserva para la preparación democrática del ciudadano, si todo queda librado a un ejercicio de coerción, que no respeta las normas del debate ni la cualidad de las personas, de manera que la cuestión parece depender del arbitrio de las minorías, tanto más cuando son violentas y autoritarias.
Es evidente que se necesitan respuestas claras y firmes para canalizar constructivamente un proceso en el cual el cambio sea fruto de un diálogo racional y consciente de los valores que están en juego para poder avanzar hacia mejores formas de convivencia, educación y calidad de las instituciones.
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home