- BUENOS AIRES DE NAVIDAD -
- BUENOS AIRES DE NAVIDAD -
Por Ricardo A. Carrasquet
¿Quién fue en realidad Papá Noel?
En ciertas regiones del mundo se lo conoce como San Nicolás, en otras como Santa Claus ó Papá Noel, pero: ¿dónde surgió la costumbre de que a los niños los visite en Nochebuena, con regalos y golosinas, ese personaje barbudo, robusto y bonachón vestido de rojo con detalles blancos, al mando de su enorme trineo tirado por grandes renos?
Son varias las teorías: se dice que San Nicolás de Bari, que fue un santo muy popular y se cree que falleció el 6 de diciembre del año 345, como su día está cercano a la Navidad, se lo recuerda para dicha fecha. Santa Claus (ó Klaus) evolucionó del nombre del santo en alemán, San Nikolaus.
Expone San Metodio, Arzobispo de Constantinopla, los datos biográficos de San Nicolás, en los que dice que era de familia muy rica, nacido en Licia (Turquía) y desde muy niño ayudaba a los pobres, repartiendo sus riquezas. Fue consagrado sacerdote y profesaba en un monasterio. Lo nombraron posteriormente obispo, en Mira (Turquía). En oriente se le llama por eso, San Nicolás de Mira, aunque cuando Turquía fue invadida por los mahometanos, algunos católicos llevaron el santo a Bari (Italia) en 1807. Fue llamado también el Magno. Los creyentes le han rezado pidiendo milagros y dicen que su ayuda llegó. Se han construido muchísimos templos dedicados a éste santo, desde el siglo VI y es Patrono de Rusia, de Grecia y de Turquía. Algunos lo veneran desde que en vida, ayudaba a los más necesitados, y obsequiaba regalos y dulces. También lo hacen los marineros del Mediterráneo pues dicen que aquieta las aguas en las tormentas. Y muchos fieles le rezan al santo para pedir que interceda ante sus vicisitudes.
Lo importante es que hoy, en la Argentina y por sobretodo en Buenos Aires, Santa Claus ó Papá Noel sigue presente, dentro de nuestras tradiciones muy Europeas, por cierto, pero tradiciones al fin... Dando continuidad a las delicias de los más pequeños y de los grandes, ¿porque no?
Toda la ceremonia del árbol navideño, con sus adornos, luces, su pesebre, el niño Dios, la imagen de una chimenea por la que se desliza este entrañable personaje, con su bolsa repleta de regalos, sigue viva en el inconsciente colectivo e imaginario de la gente, casi incorporado genéticamente creando esa especie de “mises à sens” que nos vuelve niños, aunque más no sea una ves al año.
Que estos “Aires Navideños” contagien a nuestra querida Ciudad desde el más profundo sentimiento de sus vecinos!
¡Feliz Navidad y que se cumplan todos tus deseos!
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home