EL FUTURO DE ARGENTINA

EL FUTURO DE ARGENTINA



¿Existen políticas de desarrollo a nivel: educacional, cultural, de investigación ciencia y tecnología en la Argentina? Lamentablemente la respuesta es NO. Lo coyuntural se lleva toda la atención y no hay ningún tipo de planificación al respecto. Es más: no sé si alguna vez se pensó en el tema. Ocurre que estamos en otra etapa, en donde los cambios son vertiginosos y a mucha gente “les están pasando por encima” y pocos se dan cuenta.

Días atrás, viendo por TV el programa de Andrés Oppenhaimer, me enteré de que USA destina el 38% del PBI en investigación y desarrollo, la UE el 28%, Asia el 23% y América Latina en general el 1%. Los resultados están a la vista. No es necesario ser muy culto ni haber viajado mucho para darse cuenta. No sé precisamente cuanto destina la cartera de Daniel Filmus. Según fuentes gubernamentales es algo así como el 3%.

Importante sería para nuestro país, que ya ha dejado de ser el “granero del mundo” puesto que Brasil nos lleva una ventaja significativa, se alcancen políticas que le “agreguen valor” a nuestros productos, que lamentablemente siguen siendo “materias primas”. Decían los panelistas, junto a la Dra. Alice Abreu, Directora de Educación Ciencia y Tecnología de la OEA: “hay que sumarle inteligencia / neuronas a las materias primas y hacer productos manufacturados que le sumen valor y precio a lo nuestro”. Un ejemplo es lo que vale un café en New York y lo que le dan en Colombia al que lo cosecha. Es apabullantemente abismal... Al sumar tratamiento, color, sabor, envase, marca, transado, degustación, publicidad, prensa y cuanta cosa más se les ocurran, el precio varía. Es como el diamante en bruto: no vale lo mismo que un brillante fasetado por un orfebre de gemas en una mina de Africa, que en Cristis 6ª Ave. NYNY.

“Lo esencial es invisible para los ojos” decía EL PRINCIPITO en un párrafo de la obra de Saint Exupery. Es así! Lo importante nunca está a la vista... Es algo casi impalpable.

Volviendo al tema, creo que tendríamos que replantearnos objetivos de país, educación, cultura, ciencia, técnica y conocimiento. Es sumamente necesario para la evolución económica y social.
Esto no significa para nada dejar de trabajar en los comoditis que buenos ingresos proporcionan, pero que poco trabajo calificado da.
A mi entender: se deben explotar ésa y otras áreas con vistas a sumarle valor a los productos para dar trabajo e investigación, que redundarán en desarrollo para la región.
Porqué no pensar en ejemplos como Japón, Corea, Malasia, Singapur, India y Finlandia. ¿Que fue lo que pasó? Nada más que objetivos claros en común, educación y planificación.
En Argentina podemos. Se debe tener voluntad y decisión. Siempre se está a tiempo de cambiar ó tendremos que ser simplemente “un triste país bananero sin bananas”.

Ricardo A. Carrasquet

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¿Existen políticas de desarrollo a nivel: educacional, cultural, de investigación ciencia y tecnología en la Argentina? Lamentablemente la respuesta es NO. Lo coyuntural se lleva toda la atención y no hay ningún tipo de planificación al respecto. Es más: no sé si alguna vez se pensó en el tema. Ocurre que estamos en otra etapa, en donde los cambios son vertiginosos y a mucha gente “les están pasando por encima” y pocos se dan cuenta.

Días atrás, viendo por TV el programa de Andrés Oppenhaimer, me enteré de que USA destina el 38% del PBI en investigación y desarrollo, la UE el 28%, Asia el 23% y América Latina en general el 1%. Los resultados están a la vista. No es necesario ser muy culto ni haber viajado mucho para darse cuenta. No sé precisamente cuanto destina la cartera de Daniel Filmus. Según fuentes gubernamentales es algo así como el 3%.

Importante sería para nuestro país, que ya ha dejado de ser el “granero del mundo” puesto que Brasil nos lleva una ventaja significativa, se alcancen políticas que le “agreguen valor” a nuestros productos, que lamentablemente siguen siendo “materias primas”. Decían los panelistas, junto a la Dra. Alice Abreu, Directora de Educación Ciencia y Tecnología de la OEA: “hay que sumarle inteligencia / neuronas a las materias primas y hacer productos manufacturados que le sumen valor y precio a lo nuestro”. Un ejemplo es lo que vale un café en New York y lo que le dan en Colombia al que lo cosecha. Es apabullantemente abismal... Al sumar tratamiento, color, sabor, envase, marca, transado, degustación, publicidad, prensa y cuanta cosa más se les ocurran, el precio varía. Es como el diamante en bruto: no vale lo mismo que un brillante fasetado por un orfebre de gemas en una mina de Africa, que en Cristis 6ª Ave. NYNY.

“Lo esencial es invisible para los ojos” decía EL PRINCIPITO en un párrafo de la obra de Saint Exupery. Es así! Lo importante nunca está a la vista... Es algo casi impalpable.

Volviendo al tema, creo que tendríamos que replantearnos objetivos de país, educación, cultura, ciencia, técnica y conocimiento. Es sumamente necesario para la evolución económica y social.
Esto no significa para nada dejar de trabajar en los comoditis que buenos ingresos proporcionan, pero que poco trabajo calificado da.
A mi entender: se deben explotar ésa y otras áreas con vistas a sumarle valor a los productos para dar trabajo e investigación, que redundarán en desarrollo para la región.
Porqué no pensar en ejemplos como Japón, Corea, Malasia, Singapur, India y Finlandia. ¿Que fue lo que pasó? Nada más que objetivos claros en común, educación y planificación.
En Argentina podemos. Se debe tener voluntad y decisión. Siempre se está a tiempo de cambiar ó tendremos que ser simplemente “un triste país bananero sin bananas”.

Ricardo A. Carrasquet