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Cine con tecnología digital
Películas digitales significarán un gran ahorro en materia de distribución.
A lo largo de la historia del cine, los realizadores cinematográficos han confiado en una película, de celuloide primero y después de triacetato, para hacer sus producciones audiovisuales.
Filmar utilizando película puede que sea caro, pero ésta posee una calidad especial que no puede ser igualada por otro medio de soporte de imágenes y a pesar de que necesariamente no somos conscientes de lo que ocurre detrás de las cámaras, cada vez que acudimos a una sala de cine entramos en el mundo de la película de 35 milímetros.
Las producciones cinematográficas llegan a las salas de cine como un rollo de película de unos 3.000 metros de longitud y que es una fiel copia de la cinta original.
Hasta el momento, el único paso hacia la tecnología digital en un mundo de cine todavía análogo ha sido en el campo del sonido.
Pero ahora, finalmente, puede que la hora de la película de 35mm esté cerca de ver el telón final, en la medida en que las salas de cine encuentren irresistible el llamado de las fuerzas digitales.
Un cuadro perfecto
En la proyección de las películas digitales no se degrada la calidad de la imagen.
Los sistemas de proyección digital representan el último avance en esta materia.
La copia de una película es distribuida en un disco duro, en el que están almacenados 100 giga bites de lo más reciente de Hollywood, una copia digitalmente escaneada de la impresión original o copia maestra.
Una vez que el disco duro es conectado en la sala de cine, toda la producción cinematográfica es descargada al servidor local y apenas hace falta pulsar un botón para que ésta pueda ser proyectada.
La gran ventaja de la proyección digital reside en la calidad de la imagen.
Con la película convencional, cada imperfección se nota más claramente ya que la cinta pasa a través del proyector, generando una imagen ampliada de todo posible rasguño, pelusa o mancha; no exactamente lo que el director tenía en mente a la hora de componer esa imagen.
Con un proyector digital conectado a un servidor no hay posibilidad de más pelos sueltos, polvo o rayas. Apenas una imagen tan clara como el cristal.
No a la piratería
La piratería significa grandes pérdidas para la industria cinematográfica.
Otro aspecto a considerar es la piratería, algo que según Hollywood le cuesta a la industria del cine cerca de unos US$3.200 millones.
La distribución de películas digitalmente significa que éstas pueden ser encriptadas antes de que salgan de los estudios, para luego ser desbloqueadas directamente en los cines a través de un software específico.
Además, las películas digitales podrán exhibirse más, ya que un mismo servidor puede transmitirlas a distintas pantallas a la vez o, alternativamente, una sala puede con más facilidad proyectar una mayor variedad de películas en un mismo día.
Pero quizás lo más emocionante para las salas de cine es que esta tecnología les da una flexibilidad con la que antes podían tan sólo soñar.
"Uno puede alimentar un proyector digital virtualmente con lo que sea", explica Steve Knibbs, de la cadena de cines Vue.
"Esto significa que pasamos de ser un lugar donde sólo se pueden exhibir películas en formato de 35mm a ser un verdadero sitio dedicado al entretenimiento en general, con una oferta que puede oscilar entre juegos, apuestas, propuestas educativas y hasta películas que no han sido proyectadas en 40 años", agregó.
Nota BBC Mundo
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