- LAS MARCAS -
Marcas en la historia
Identificación: logos e isotipos de siempre
Un repaso por grandes casos de branding permite al autor de esta reflexionar sobre cómo son los pasos de construcción de identidad gráfica, cultural y corporativa. Asimismo, propone un camino novedoso para abordar el trabajo de la imagen de marca.
Cuando los judíos decidieron incorporar la estrella de seis puntas –el Maguen David- a su ya compleja simbología cultural, más que una acción mística o ideológica, iniciaron una de las guerras de marcas más importantes de la historia de la humanidad.
Muchos, como el filósofo moderno Franz Rosenzweig, le han atribuido importancia teológica profunda al símbolo. Por ejemplo, algunos apuntan a que el triángulo superior tiende hacia arriba, hacia lo espiritual; mientras el triángulo inferior apunta hacia abajo, hacia el mundo real. Entonces, la persona equilibrada es la que logra centrarse en medio de ambos. A propósito, otros sostienen que el entramado de los triángulos es inseparable, tal como los judíos. Y otra interpretación define que los tres lados representan los tres tipos de judíos: cohen, levi e Israel.
Más allá de las consideraciones semánticas, la verdadera razón es que la búsqueda se orientó a imponer, a través de la síntesis, un ícono de lectura fácil y reconocimiento espontáneo como la cruz de los cristianos o la media luna otomana. Con el mismo criterio, los nazis adoptaron la tristemente célebre cruz esvástica, que más allá de su terrible representación ideológica, contiene atributos de sabiduría y fortaleza espiritual utilizados en otras culturas durante miles de años.
En una dimensión absolutamente más ingenua, la iconografía de los héroes de historieta se nutrió, con comprobados resultados de prosperidad, con la “Z” del Zorro, el sintético murciélago de Batman y la barroca “S” de Superman entre otros héroes menos trascendentes. He aquí que la compleja simplicidad (David Ratto dixit) es una de las constantes de la comunicación, especialmente en el área del diseño gráfico y su definitorio rol en la forja de la imagen corporativa.
Así ocurre en la entramada evolución de las ideologías, las sectas, los organismos de gobierno, el comercio, la industria y toda otra acción que requiera de la convocatoria, masiva o selectiva, como su exclusiva razón de ser. Ronald Shakespeare, uno de los máximos referentes del diseño gráfico en nuestro país, dice que cuando un logotipo es bueno se puede contar por teléfono. Y el ejemplo más aproximado a esta definición es la marca que instaló la ciudad de New York diseñada por Milton Glaser en 1975, probablemente la más célebre y copiada pieza gráfica en todo el mundo. (I love New York)
Si bien esta columna no pretende hacer el análisis académico de una disciplina tan vasta, es importante destacar que los valores de la imagen corporativa se fortalecen mediante soportes muy estrictos. -La identidad gráfica. Son los signos visuales que se emplean para reforzar la imagen con elementos que provocan estímulos visuales, cuyo efecto acumulado deja una determinada impresión en el observador. -La identidad cultural. Que es el conjunto de ideas, normas y valores que forman la identidad de tal organización o empresa
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-La identidad corporativa Consta de dos elementos, isotipo y logotipo, que deben estar presentes en todos los materiales que la empresa u organización posea. En síntesis, una marca es una identidad única y exclusiva que posee tres aspectos:
-Carácter Físico (aspecto sensorial)
-Desempeño (aspecto racional) -Estilo y Asociaciones (aspecto emocional)
Sin duda, la comunicación institucional implica un estudio profundo del branding y sus posibles aplicaciones y desarrollos donde la marca actúa como eje irreemplazable de una serie de contenidos que conforman la actividad diaria de la organización o empresa.
“Sabemos cómo encontrar soluciones perdurables. Son las que están más allá de la ocurrencia.” Sostiene el estudio larralde+llosa diseño estratégico. Seguramente este concepto se viene aplicando desde los albores de la humanidad, cuando en los orígenes del arte el hombre necesitó expresar sus vivencias. Cuando antes de que la historia sea historia sus testimonios ya eran marca, logotipo y estilo de diseño perdurable hasta nuestros días.
“En la caverna cuyo nombre será Altamira
Una mano sin cara traza la curva
De un lomo de bisonte.”
(Himno, Jorge Luis Borges)
Nota de ADOLFO SCALONE
ascalone@grupobrief.com
Para Revista Infobrand
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