- DEL CD AL SUPER DVD -
Llega al mercado el nuevo súper DVD
Dos modelos almacenan hasta 50 GB
Tecnología
Nota de Ariel Torres para La Nación 03.06.2006
No hay dos sin tres. El primer disco láser en ganar el mercado global, desplazando a los vinilos, fue el CD, capaz de almacenar más de 70 minutos de audio en una placa de 12 centímetros de diámetro. Sonido, hay que decirlo, de una calidad que el promedio del público jamás había experimentado.
El segundo fue el DVD. De los 650 megabytes (MB) del disco compacto saltamos a 4,7 gigabytes (GB). Y podía ser el doble, si se grababa en ambas caras del disco. Y si cada cara tenía dos capas, bueno, era posible almacenar hasta 17 GB, unos 26 compactos. Había llegado el turno del cine y con semejante capacidad de almacenamiento llegaron las películas con una calidad visual que el ya veterano (caramba, tenía menos de 20 años) VHS jamás habría podido brindar, sumado a opciones como subtítulos en varios idiomas y un índice de escenas.
Pero todavía quedaba paño para cortar en el campo de los disco ópticos. Bastaba afinar todavía más el rayo láser y juntar más las pistas de datos para obtener un súper DVD, un DVD capaz de almacenar de 30 a 50 GB de información. Un disco de esta clase permitiría ver películas con calidad de TV de alta definición, si se tiene la pantalla adecuada. Pero de pronto hubo un salto treinta años hacia el pasado.
El formato de la guerra.
En los años 70, Sony y JVC se enfrentaron para ganar el mercado del videocasete hogareño. Ganó el VHS de JVC, y el Betamax, de Sony es apenas una pieza para coleccionistas, mientras el triunfador habita muchas videotecas particulares y todavía llena anaqueles de muchos videoclubes.
Así que imponer un formato no es poca cosa, ni es necesariamente una ciencia exacta. No siempre triunfa la calidad. En ocasiones, la sencillez de manejo, la simplicidad mecánica, la durabilidad, la versatilidad y los costos de producción hacen la diferencia. Lo que es más importante, rara vez resulta una puja fructífera.
Por esto, las compañías de hardware, contenidos y software dedicadas a la mejora del DVD fundaron en 1995 el DVD Forum, entre otras cosas para diseñar el sucesor de este formato.
En noviembre de 2003 el HD DVD (High Definition DVD), creado por Toshiba, fue designado sucesor oficial del DVD. Pero las cenizas de una poco conocida disputa anterior harían que apareciese un rival desarrollado por fuera del foro: el Blu-Ray, creado por Sony. Es que, diez años atrás, para dar a luz el DVD, esta compañía y Philips ya habían tenido que resignar su Multimedia Compact Disc en favor del Super Density Disc de Toshiba. Tal vez había llegado la hora del desquite.
Alianzas
Técnicamente, el HD DVD y el Blu-Ray son muy semejantes; el problema es que son incompatibles. En pocas palabras, la batalla por los súper DVD puede resumirse así: Blu-Ray tiene mayor capacidad de almacenamiento, pero también es más caro de producir. Pero al menos la mitad del enfrentamiento tiene que ver con qué compañías apoyan cada formato. El HD DVD tiene de su parte, entre otros, a Intel y a Microsoft, dos aliados invaluables. El creador de Windows ha anunciado que ofrecerá una lectora de HD DVD para su nueva consola de juegos Xbox 360.
Por su parte, Blu-Ray cuenta con Apple, Philips y Disney. Además, la sucesora de la exitosa Playstation de Sony vendrá con un lector de discos Blu-Ray; será uno de los caballitos de batalla para imponer el formato.
Cuál de estos dos grupos de colosos vencerá, sin embargo, es todavía imposible de vislumbrar.
Como se dijo, los dos formatos en pugna son muy semejantes. ¿Cómo es que graban más datos que un DVD convencional? De la misma forma que un DVD convencional graba más datos que un CD. Es decir, usando un láser de una longitud de onda menor. Los súper DVD se leen con láser de 450 nanómetros (los DVD, usan uno de 635 a 650). El color de dicho láser es entre azul y violeta, y de allí proviene el nombre del formato de Sony.
La diferencia entre HD DVD y Blu-Ray está en que éste tiene las pistas más juntas que aquél. Esto lo lleva a necesitar aperturas diferentes en sus lentes, con lo que los cabezales de lectura son incompatibles. Esta y otras cuestiones técnicas hacen que el Blu-Ray requiera reformas más radicales para producirlos en las actuales factorías de DVD.
Para el resto de nosotros, el mejor consejo es ser prudente a la hora de invertir. La batalla recién empieza. Y es casi seguro que sólo un formato prevalecerá.
Por Ariel Torres
de la Redacción de LA NACION
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