SEÑAL DE CABLE CIUDAD ABIERTA
Señal de Cable Ciudad Abierta
En Julio de 2003 comenzó su emisión la Señal de Cable Ciudad Abierta, con una programación similar a separadores televisivos (microprogramas entre programas) y un fuerte lanzamiento promocional a propósito de una supuesta nueva programación. Actualmente, la pantalla -igual que en los dos años anteriores- nos permite apreciar la hora, la temperatura, la sensación térmica y el día de la semana. Un generador de caracteres nos recuerda los lugares a visitar y los eventos culturales de la semana. También podemos saber a qué barrio pertenece la persona que está en imagen, quien seguramente estará hablando de cualquier tema o intentará decirnos qué hacer en Buenos Aires. A los porteños no nos aporta nada. Al turista probablemente le hará creer que somos una comunidad frívola, de ciudadanos que solamente “dan la vuelta a la manzana”, o hacen “casitas con migajas de pan” o se comunican con el chofer de un taxi comentándole sus intimidades, algunas de ellas sencillamente estúpidas. Se trata de hacer una televisión profesionalmente, que le sirva a la Ciudad informando, cultivando, educando y entreteniendo. Lo que está en pantalla es algo similar a una “tevé posmo” que pretende estar dirigida a ciertos jóvene,s a los que en realidad poco sabemos si les interesa. Da la impresión que las autoridades de la Subsecretaría de Comunicación Social del Gobierno de la Ciudad poco entienden de esta materia, o saben tanto de televisión pública como de hipertensión en mamíferos caucásicos. Música, teatro, artistas de todos los géneros, galerías de arte, lugares de la ciudad, escritores, ciudadanos ilustres, barrios, monumentos, esquinas, edificios, plazas, comunidades, artesanos, oficios. Es tan rica y universal nuestra temática ciudadana que da tristeza cuando se la trata sin profundidad y en tonos livianos, pero más aún cuando se lo hace utilizando un medio como la televisión. Se podrían realizar transmisiones desde el Teatro Colón, o desde todos los teatros del Complejo Teatral de Buenos Aires, o desde los Centros Culturales y los Museos, todos ellos dependientes de la Secretaría de Cultura del Gobierno de la Ciudad. El Zoológico, el Botánico, los paseos y anfiteatros, Puerto Madero, Costanera Norte y Sur, La Boca, la Reserva Ecológica, Recoleta, San Telmo, Palermo, Mataderos, y más aún; todos podrían ser escenarios naturales de recitales, encuentros corales, teatro experimental, actividades para niños, adultos, viejitos... ¡Es tanto lo que se puede hacer y sin embargo no se hace! Indudablemente, la Señal de Cable Ciudad Abierta no cumple con las expectativas y necesidades comunicacionales de una señal de televisión comunitaria, porteña, nacional (¿la calificarías como nacional?) y pública, que le sirva a los vecinos tanto en lo cultural como en lo informativo. Desde lo informativo, es sencillamente inexistente. Tiene un perfil de “proyecto modernoso”, vacío de contenidos y falto de información. No sirve como guía de actividades y no muestra la actividad cultural de nuestra Ciudad; no informa y mucho menos orienta. Desconoce a nuestros mayores en su lenguaje. Desconoce también a vastos sectores de nuestra comunidad. No expresa la música ciudadana en ninguna de sus versiones ni ningún otro género musical en los que Buenos Aires se destaca por su trayectoria, como el tango, jazz, rock e incluso folklore. Si algo tiene Buenos Aires de característico es la oferta interminable de dicha actividad. La Señal de Cable Ciudad Abierta tampoco muestra teatro, lírica, ballet ni clásica, a pesar de contar la Ciudad con una de las salas más renombradas a nivel internacional como es el Teatro Colón, nuestro gran Coliseo. A modo de simple dato, casi todos los días hay actividad en el Salón Dorado, a lo que se suma la Sala principal y su “anexo”. No recorre los principales Centros Culturales, como el San Martín, Agronomía, Recoleta, Sur, Mataderos, etc., sólo por nombrar algunos, donde la actividad es amplia y de variada oferta. Tampoco lo hace con los Museos de la Ciudad, que no son pocos y encierran tesoros de todo tipo. Tienen todo en sus manos y no quieren aprovecharlo; o lo que es peor, ¡no saben cómo hacerlo! La cultura no es aburrida y mucho menos almidonada. Mucha gente no tiene oportunidad de conocer estas expresiones sino por medio de la televisión, pero se les niega. Sin necesidad de competir con el sector privado, se deben grabar las obras y, cuando bajen de cartel, emitirlas. Lo mismo debe hacerse con los espectáculos de tango y música de todo tipo, recitales, foros, exposiciones, etc. ¿Será que el negocio es que la emisión sea para canal á? ¿Con qué necesidad la Secretaría de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires paga por espacios en canal á disponiendo la Ciudad de su propia señal? ¿Con qué necesidad la Ciudad de Buenos Aires gasta en un espacio-programa para difundir la imagen de sus funcionarios? (“Ciudad Noticias” por CVN, de Lunes a Viernes de 08.00 A 09.00 hs.) ¿Será porque en el mismo Gobierno saben que a Ciudad Abierta no la ve nadie? Grave, ¿no? La Televisión es imagen, sonido, edición, contenido, variedad y conocimiento del medio. En una urbe como la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, no se puede hacer únicamente televisión experimental con la televisión pública. Demás está decir que no se emitieron las dos interpelaciones al Jefe de Gobierno de la Ciudad, efectuadas en la Legislatura Porteña, el viernes 28 de enero y el martes 2 de febrero. En su descargo aducirán que “no son una señal de noticias” o que “no se encuentran en condiciones técnicas para hacer un vivo”. Hace poco más de dos meses lanzaron una “nueva programación”, que es más de lo mismo e incluye pilotos de TV, films de estudiantes y una nueva andanada de bajo contenido para lo que es potencialmente el patrimonio cultural de Buenos Aires. Sea como sea: nada de nada. Simplemente una señal vacía.
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